El Guerrero de Kalailte (SuperCorp)

Capítulo 10: Un nuevo enemigo

En los últimos meses, su armario había acumulado una pequeña colección de ropa de Kara. Junto con su traje de Supergirl de repuesto, había algunos pares de pantalones de deporte, ropa interior y, por supuesto, un montón de camisetas y jerséis holgados. Últimamente le pedía a Kara que se quedara más a menudo, y la rubia estaba muy dispuesta a aceptar la oferta.  

Sabía que Kara se sentía más o menos igual que ella, y que sus noches acurrucadas en el sofá solían ser la antesala de que Lena arrastrara a la rubia a su dormitorio para pasar la noche. Compartían miradas anhelantes cuando estaban solas e incluso rodeadas de sus amigos, sólo para ser molestadas o sacadas de la pequeña burbuja en la que se sentían tan cómodas. Kara compartía su comida con Lena, por lo que Alex se quejaba o se burlaba aún más de ellas.  

Y el hecho de que Kara siguiera haciendo que el estómago de Lena se revolviera de la nada fue la mayor sorpresa. Estaba segura de que Kara sabía que lo que estaba haciendo iba a provocar una reacción en la morena, y sólo hizo un mayor espectáculo de lo que estaba haciendo. 

Desde que Suridian se había convertido en un fenómeno en las redes sociales, Lena se había asegurado de controlar un poco más sus cuentas de Twitter e Instagram para revisar las publicaciones que creaban sus seguidores. Había fan arts de ellas abrazándose, junto con historias cortas de las dos y sus aventuras e incluso una imagen más subida de tono con Photoshop que circuló por Twitter una semana.     

Todo esto, unido al aumento de las caricias, las palabras dulces y las miradas de Kara, no hizo más que empujar a Lena a decir finalmente lo que quería decir desde que aceptó que ella y Kara estaban destinadas a estar juntas.  

Y habría ocurrido esa noche, de no haber sido por la escandalosa y espectacular revelación de un nuevo villano de National City.

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Ese fin de semana, Kara había reservado tiempo para que Alex elaborara el perfil de este nuevo visitante de la ciudad. Lo que significaba que Lena podría tener privacidad para trabajar en su próximo gran proyecto en el laboratorio de su casa.  

Se tomó un tiempo mientras no andaban de superhéroes por la ciudad para ponerse al día con su trabajo en L-Corp, pero afortunadamente Sam se había asentado bien y recogía todo lo que Lena no era capaz de hacer. Ella estaba más que contenta, ya que eso significaba que podía centrarse en más proyectos pequeños que había querido empezar o terminar.  

Había involucrado a Winn en uno de los principales, para que le ayudara a retocar el emulador de sol amarillo portátil después del pequeño accidente que tuvieron.  

"He añadido una función, si ella toca el botón del dispositivo 3 veces, le dará la máxima ráfaga de radiación solar. 2 toques son el 75% y 1 es el 50". explicó Winn, sosteniendo el pequeño dispositivo con mucho cuidado en la palma de su mano.  

"Excelente trabajo Winn". Lena sonrió.  

"He mantenido el relevo de 5 segundos, por tu seguridad más que por la de ella. No sabemos lo que ese nivel de radiación haría a un humano". 

"Puedo protegerme contra ella, al menos creo que mi escudo me protegerá". Lena frunció las cejas durante un segundo al pensar en ello, antes de sacudirse y sostener una pequeña caja propia.  

"¿Es eso?" preguntó Winn, repentinamente emocionado.  

"Traje antikriptonita". Lena sonrió. "Por fin he tenido tiempo de terminarlo. Ha estado sentada en el sótano de L-Corp durante meses".  

"¡Qué guay!"  

"Lo sé, espero que no tengamos que usarlo a menudo".  

Se sumieron en un cómodo silencio mientras Lena se ponía a trabajar en otra cosa, desapareciendo durante un largo periodo de tiempo en su ático mientras Winn se dedicaba a lo suyo. Cuando ella regresó, él estaba trabajando en un juego de pulseras y acababa de dar los últimos toques a los detalles, y ella lo miró con desconfianza.