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Por fin había llegado el viernes y todos los estudiantes estaban emocionados. Obviamente, ¿Quién no lo estaría después de días llenos de exámenes, tareas y trabajos en equipo? 

Hacía poco que el timbre ya había sonado y todos estaban saliendo por las grandes puertas del instituto para ir a sus casas, algunos a jugar fútbol y otros a quedar con amigos. En el caso de TaeHyung, él estaba a un lado de las grandes puertas, esperando a que HoSeok saliera de su clase para que fueran juntos a casa de este último como habían acordado en la hora del recreo.

Pasaron alrededor de diez minutos y finalmente HoSeok salió acompañado de sus amigos. Lo buscó con la mirada y al verlo sonrió, haciéndole una seña.

— Chicos, ya me voy. — Anunció dejando de caminar para que ellos se despidieran también.

— ¿Ya? Pero si siempre vamos juntos hasta el parking de motos. — Dijo Zelo extrañado.

— Bueno, es que hoy tengo otros planes, tengo que ir a por alguien.

Los tres amigos se miraron entre sí para después escuchar los "Uhhh" de ChanYeol y Zelo.

— No te ha durado mucho eso de la abstinencia por lo que veooo. ¿De quién se trata ahora? ¿Quién es la chica? — Preguntó ChanYeol codeándole.

HoSeok chasqueó la lengua y negó con la cabeza.

— Cállate, Yeol. No es ninguna chica.

El mencionado frunció el ceño separándose bruscamente de él.

— ¿Cómo que no es una chica? 

SeHun dio un paso hacia adelante por si tenía que intervenir.

— Pues como lo escuchas, no he quedado para liarme con una chica. He quedado con un amigo a jugar Call of Duty en mi casa.

Zelo miró la reacción de ChanYeol para luego dirigir su mirada a SeHun, quien fruncía el ceño.

Fue tras escuchar la respuesta de HoSeok que el peligris soltó un suspiro de alivio y comenzó a reír.

— Joder, tío. Por un momento pensaba que me ibas a decir que eras un puto maricón. — Decía entre risas.

Fue entonces cuando SeHun intervino.

— ¿Y habría algo de malo si lo fuera? — Preguntó en voz bastante alta, haciendo que varios estudiantes los miraran pero siguiendo sus caminos.

El más alto del grupo se giró lentamente y cuando sus ojos se posaron sobre SeHun, su mirada se intensificó.

— Hun, ¿Acaso estás a favor de eso? — Preguntó con asco el peligris. 

Zelo y HoSeok miraban la escena quietos y, a lo lejos, TaeHyung preocupado de que HoSeok estuviera en problemas miraba sin poder hacer nada ya que sabía que si intervenía le daría más problemas a su amigo.

— ¿Qué puto problema mental tienes para tener tanto odio por algo que ni siquiera te afecta personalmente?

— ¡Claro que me afecta! ¡Me da asco verlo, me da mucho asco!

— ¿Te da asco verlo? ¿Por eso lo que más buscas es porno gay?

— ¿¡De qué mierda hablas, SeHun?! — Gritó enfurecido.

— ¿Crees que no me he dado cuenta? Tu ordenador está lleno de esos videos.

ChanYeol se lanzó agarrando a SeHun por el cuello de su camiseta.

— ¡No digas estupideces si no quieres acabar con la cara destrozada!

— Yeol... Detente. — Habló temeroso Zelo, pero el alto no hizo caso.

— Si lo que digo no es verdad, ¿Por qué no les muestras a tus amigos tu buscador? Si es mentira, no debería haber ninguna búsqueda de páginas de porno gay en tu buscador, ¿O me equivoco? 

Antes de que las manos de ChanYeol se colocaran alrededor del cuello de SeHun para apretar, HoSeok y Zelo los separaron.

Ambos se miraron de forma intensa antes de que ChanYeol se zafara del agarre de HoSeok y comenzara a caminar enfurecido hacia el parking de motos.

— Hope, deberías irte si has quedado con tu amigo, yo me encargo de acompañar a Hun. —Informó el de cabello rosado.

El pelinegro asintió y comenzó a caminar en dirección a TaeHyung, quién lo miraba con preocupación.

— ¿Todo bien?

— Sí, no te preocupes, se le pasará. Vamos.

Sin esperárselo para nada, TaeHyung sintió como su amigo tomaba su mano para que caminaran juntos, pero en vez de caminar con él, se quedó parado.

— Hobi hyung... Creo que lo mejor sería que no hagamos estas cosas en público. — Soltó poco a poco la mano del mayor, dejando a este algo dolido por haber rechazado su tacto.

—Entiendo, sí, tienes toda la razón, lo siento Tae.

—Entiendo, sí, tienes toda la razón, lo siento Tae

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En la casa de Hoseok habían risas y música a tope. Taehyung y él se encontraban jugando a Just Dance debido a que el menor de los dos había visto que Hoseok tenía el juego y le hacía mucha ilusión volver a jugar aquel videojuego de bailes. Claramente ante la petición del menor, el pelinegro no pudo negarse y gracias a ese momento el día del pelinegro mejoró mucho.

Taehyung le hacía sentir bien, pasar tiempo con él le gustaba, pero se temía de algo...

Y ese algo era caer por el menor.

Hoseok comenzó a dudar mucho después de la última charla que tuvo con su mejor amiga a través el teléfono. ¿Y si ella tenía razón? ¿Y si en realidad a él le gustaba Taehyung de otra forma que no fuera solamente la amistosa? Eso no podía ser posible, ¿Cierto? Él debía eliminar esas dudas de su cabeza de una sola vez y sabía como se pondría a prueba a si mismo.

— Oye, ¿Qué te parece si la fiesta de mañana es de disfraces? —  Preguntó de pronto haciendo que el castaño lo mirara con curiosidad.

— ¿De disfraces? ¿Y si muchos no tienen disfraz? Yo no tengo un disfraz...

El mayor se quedó pensando un rato antes de volver a sugerir otra alternativa. Si iba  a hacer lo que tenía en mente, no quería ser pillado in fraganti.

— Entonces de antifaces. Eso se puede conseguir muy rápidamente en cualquier tienda o bazar.

—  ¡Eso si suena mejor! 

— ¿Entonces debería avisar para que la gente venga preparada?

— ¿A qué estás esperandoooo? Avisa, avisa.

Ambos rieron y se sentaron en la alfombra frente al televisor, Hoseok comenzando a escribir el mensaje por el grupo donde estaban todos los invitados a la fiesta. En un momento de distracción, Taehyung se tumbó en la alfombra de forma que su cabeza estaba apoyada sobre las piernas del pelinegro, quien se quedó completamente quieto como una piedra y poco a poco bajó la mirada, encontrándose con la del castaño.

Aquello no estaba bien. La forma en la que se sentía el fuckboy al mirar los ojos de Taehyung no estaba bien.   

fuckboy | hopevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora