En cuatro

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8 DE OCTUBRE - CASA RUSA - 8:04 AM

El alemán estaba tranquilo, se sentía cómodo y relajado, el pecho del ruso era una muy buena almohada. Pero la tranquilidad se le va cuando escucha entrar a alguien, aunque ni siquiera se molestó en abrir los ojos apenas escucho "cogerse a mi papá" y como se cerraba la puerta con fuerza.

En ese momento se levantó de mala gana del cómodo pecho de su amado, mirando con fastidio la puerta para luego ver a su ruso, definitivamente tenía un sueño pesado pues a pesar del ruido seguía con los ojos cerrados durmiendo tranquilamente, la vista se le hizo condenadamente tierna.

- ¿Querido? Despierta, hora de levantarse lindo Oso

El alemán no era de dirigirse a alguien de manera tan cariñosa, pero quería hacer una excepción con el ruso.

- umm no... Un rato más

El ruso se acomodo más entre las sábanas dándole la espalda al alemán, dejando una muy buena vista de su trasero.

- ¡No! ¡Kaiser quieto!

El ruso se despertó de golpe al sentir como la mano de su pareja tocaba su trasero, recibiendo una risa en respuesta.

- Está bien, está bien, vamos a desayunar entonces, creo que tú hijo me amenazó con algo pero no tengo ni idea de con qué.

Para el Zarista era un deleite escuchar la suave risa de su amado, tenía un tono curioso y era contagiosa, pero en ese momento no le puso mucha atención a su risa.

- ¡Mierda! - El ruso al intentar levantaste sintió un horrible dolor en la parte trasera la cual lo hizo caer al suelo quejándose. - сaгajo Kaiser, cuando me levanté de aquí vas a ver - decía el ruso mientras intentaba pararse ayudándose con los muebles que tenía cerca.

- ¿Ah si? Mierda, me quedaré ciego durante dos días. Bueno, te veo abajo amor mío

El alemán salió de la habitación dejando al ruso lanzar insultos ahí dentro, no era por crueldad, solo sabía que el ruso en ese estado preferiría quedarse en cama así que solo fue a la cocina para hacer el desayuno y poder llevárselo.

Al llegar a la cocina ve a su "hijastro" con el ruso menor, el mayor lo miraba de mala manera mientras que el menor lo veía ansiosamente.

-Guten Morgen - saludo perezosamente el alemán

- ¡Buenos días señor Imperio Alemán! - saluda con entusiasmo el ruso menor

- Que tienen de buenos - responde el soviético de mala manera

Al alemán le pareció graciosa la actitud del soviético, entendía los celos que puede tener uno de hijo (experiencia)

- No voy a preguntar si ya desayunaron porque en realidad no me interesa, solo baje para prepararle el desayuno a I.R - El alemán solía ser tosco y con ellos definitivamente no iba a ser la excepción.

- Vienes aquí como si fuera tu casa, te coges a mi padre ¿y ni el desayuno nos prepararas? - pregunta el soviético inclinándose en la mesa de manera amenazante

-¡Ey! Tu te coges a mi hijo cuando estoy yo en la casa y ni el café me llevas, así que cállate

Un rojo carmesí se posa en sus mejillas del soviético luego de escucharlo sintiéndose avergonzado por ello, el ruso menor se empieza a reír a carcajadas tanto por las palabras dichas por el alemán como por la expresión de su padre.

Aún después de ello el alemán preparo el desayuno para todos, no lo habría hecho de no ser por Rusia quien se lo pidió amablemente. Con la bandeja en manos el Kaiser se dirige a la habitación del ruso quien se encontraba sentado en la cama con una expresión sería en el rostro.

30 días OPT ( Imperio Alemán x Imperio Ruso )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora