Contra la pared

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24 de octubre - organización de la ONU - 8:00 am

Ya había pasado una semana desde aquel accidente, desde entonces el alemán no ha visto al ruso pero no porque este enojado ni nada, el zarista no se ha dejado ver, siente mucha culpa por el estado en que dejó al alemán ya que ahora está cubierto de vendas, las heridas no fueron muy graves pero si demoran en curar.

El Kaiser ha hecho todo para encontrar al ruso: ir a su casa, preguntar a las organizaciones, hechizos de búsqueda, invocación, preguntarle a todos quiénes lo conocen. Pero nadie da razón de él.

- ¿Vater? - Third se sienta al lado de su padre y coloca una mano sobre la espalda de este mostrándose compasivo con él - ya lo encontraremos, no te preocupes.

- ha pasado una semana Third, me siento extraño, me siento inquieto... Con un horrible desasosiego, es como cuando me enteré que un enemigo te había secuestrado cuando apenas tenías 8 años

- Vaya padre, acabas de descubrir la preocupación - comenta viendo vomo el Kaiser restriega sus manos contra su cara en un claro signo de desesperación - mira, sigamos buscando. En algún lado ha de estar, no se puede ocultar para siempre. Ya verás que todo se arreglará papá, tranquilo. - dicho eso Third le da un pequeño abrazo a su padre - ah por cierto, si lo llegas a encontrar dile que no se salva de la golpiza que le daremos Weimar y yo.

- ¡Third!

8:15 ?????

Ahí estaba el Imperio Ruso recostado sobre una fría superficie, había cometido el mayor acto de cobardía: escapar de su realidad, ya nisiquiera tenía ganas de levantarse, solamente pensaba en lo ocurrido hace una semana atrás. Le había hecho daño al Imperio Alemán, atravesó sus carambanos a la persona que más amaba y huyó.

¿Cuántas veces ha pasado eso? ¿4? ¿8? Ya ni recuerda a cuántos les hizo daño, cuántas personas se acercaron a él y los alejó de la peor manera, pero no es como si siempre quisiera eso, hay una razón más allá. El ruso extrañaba mucho al alemán, el error fue suyo y ya tenía bastante tiempo escondido. Había tomado una decisión, iría a verle y le pediría disculpas, lo que le carcomia la mente era el pensar que tal vez el Kaiser ya no quiere verle pero tenia que ser fuerte.

4:00 PM-casa alemana

Estaba el Imperio Ruso frente a la puerta de su amado después de haber desaparecido durante 1 semana. había estado ensayando que decir, pero al detenerse frente aquella puerta su mente se puso en blanco, pero ya no era momento de arrepentirse era ahora o nunca.

Dos pequeños golpes dio el ruso a la puerta y espero, se sentía nervioso pues poco a poco se iban escuchando pasos acercándose a la entrada.

- Austry maldita sea te dije que estoy...bien... - El alemán había abierto la puerta sin molestarse en preguntar primero quien era, llevándose una sorpresa al ver a su pareja frente a él.

- Hola... Second, antes de que digas algo porfavor déjame hablar. Perdón por haberte hecho daño, yo...yo... No quería eso ¿vale? Me sali de control y he huido como cobarde, nuevamente... Pero, no quería dejarlo así está vez. Quiero enfrentar mi propia realidad y sé que ahora lo estoy haciendo Second y lo seguiré haciendo sólo si tú estás al lado mío, pero... Te entenderé si tú quieres terminar conmi-

El alemán no lo dejo terminar la frase pues simplemente se lanzó a abrazarlo tan fuerte como pudo y con cuidado de no lastimarlo.

- Yo... -  jadea el aleman - estaba tan preocupado

El ruso abre los ojos con sorpresa, no se esperaba tal muestra de afecto, no se hizo de rogar y correspondió el abrazo.
Poco a poco fueron entrando a la casa del alemán para cuando cerraron la puerta aún seguían abrazados.

- ¿Como podria dejarte?

- Reich, te hice daño, yo.. - es interrumpido por una carcajada de parte del alemán

- Baboso, hablas como si fuera la primera vez que me atraviesas con algo, no te preocupes por eso, lo importante es que tú estés bien.

El Kaiser besa la frente del zarista con una ternura no muy propia de él. El zarista envuelve sus brazos al rededor del cuello del más alto atrayendolo a él para poder besarle suave, sin prisa, solo disfrutando del momento, el alemán apoya al ruso contra la puerta alzandolo en el proceso. El ruso enrolla sus piernas al rededor de la cadera del Kaiser  empezando ahora un beso francés.

- Te extrañe mucho Second - susurra el ruso contra la boca del otro - quiero sentirte nuevamente

El Kaiser al escuchar eso empieza a besar el cuello del contrario con suavidad, metiendo sus manos por debajo de la camisa para poder acariciarlo. El ruso por otro lado masajea la espalda del alemán, besando algunas veces el cuello para poder incitarlo a que siga. Poco a poco se van deshaciendo de la ropa quedando ambos desnudos. El alemán pega más su cuerpo contra el ruso moviéndose de arriba para abajo con lentitud, el ruso muerde el hombro del alemán dejando una notable marca la cual lame.

- ¿Listo? - pregunta el alemán dirigiendo sus dedos a la entrada del ruso

- Дa...

Los dedos del Kaiser comienzan a entrar suavemente en el zarista, a pesar de que aún duele el ruso insiste en que los mueva más rápido. Después de haberlo preparado correctamente el alemán comienza a entrar en él iniciando con suaves embestidas para luego empezar a ir más rápido. El ruso recuesta su cabeza sobre el hombro del otro gimiendo y jadeando fuerte, intentando sostenerse como puede de la espalda del alemán. El Kaiser mueve su cabeza para poder besar el cuello del zarista y así empezar a dejar chupones.

Después de varios minutos ambos se corren, aún en esa posición intentan recobrar el aliento. El ruso baja sus piernas de la cadera del otro abrazándolo cuando sus pies tocaron el suelo.

- Second...

- ¿Ummm?

- Te amo - expresa el ruso haciendo que el contrario sonría y lo abrace besandole con cariño la frente.

- Ich liebe dich auch.... (También te amo....)

AL DIA SIGUIENTE - SALA DE LA ONU- 8:00 AM

- Kaiser... - habla el Austro-Hungaro quien estaba sentado al lado del Imperio Alemán

- ¿Si?

- ¿No lo vas a ayudar?

El Austro-Hungaro se refería al ruso, en ese momento estaba peleando a puño limpio con los dos hijos del alemán quiénes aciertan la mayoría de los golpes en el Imperio. De momento a otro el ruso patea la cara de Weimar dejándolo por unos momentos en el suelo y aprovechando eso golpea varias veces la cara del tercer Reich. El Imperio Alemán parece procesarlo un poco para luego simplemente mirar a su amigo y decir:

- ¿A quien?

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Gracias por leer ♡♡♡

30 días OPT ( Imperio Alemán x Imperio Ruso )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora