Beso

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Lunes 17 de febrero - 2:00 pm - casa alemana

El Imperio Alemán se encontraba en la sala de su casa leyendo un libro, su familia había salido por lo cual estaba solo.

Sacro Imperio se había ido al bosque a buscar algunas cosas para una nueva poción y regresaba hasta muy tarde en la noche. Su padre se había ido a la casa del Imperio Austriaco, según Prusia solo quería ir a molestarlo pero todos en la casa Alemana sabían los sentimientos que tenía Prusia hacia el Austriaco. Sus dos hijos no dijeron a donde iban pero sabía que también llegarían tarde, supone que fueron a practicar algún hechizo o hacer bromas a los demás países, y por último el Alemán menor se fue con Rusia. El no tenía más que hacer y realmente no deseaba salir, pero tampoco se quería quedar aburrido en la casa sin hacer nada.

Mientras leía el libro pensó en invitar a alguien quizá a beber algo, tenía un barril completo de cerveza pero se le hacía tedioso beber solo. Pensó en invitar al Imperio Otomano y al Imperio Austro-húngaro, pero luego recordó que era lunes y ellos los días lunes no beben, quizá un martes, pero nunca un lunes. Pensó en Italia Fascista pero lo más probable es que estuviera con Imperio Japonés, luego se le vino a la mente el Imperio Ruso; ellos habían estado hablando los últimos meses creando cierto lazo de amistad después de ese día. Decidió llamarlo, tomo el teléfono marcándole al ruso esperando un poco a que contestara.

I.R: ¿дравствуй?

I.A: hallo Zarist

I.R: ¡Oh Second! que gusto escucharte ¿a qué se debe tu llamada?

I.A: verás ¿estás libre hoy? Todos aquí se fueron y me dejaron acá solo con un barril de cerveza

I.R: Tienes una forma muy rara de invitar a beber pero está bien, realmente estoy libre ¿a qué hora puedo llegar?

I.A: ¿a las 5 te parece bien?

I.R: Sería perfecto

I.A: te veré en 3 horas

"Al menos no estaré solo durante la tarde" pensó el alemán, levándose de su asiento para preparar algunas cosas para su invitado y recibirlo de la mejor manera.

Por otro lado, el Imperio Ruso se encontraba aún frente al teléfono con una cara espantosamente feliz según quienes lo están viendo.

- emmm ¿ПaПa? - llama URSS acercándose a su papá para agitar una mano frente a él, cosa que hace al ruso mayor despertar de su pequeño trance

- ¿Ah? ¿Pasa algo сын?

- ¿Que si pasa algo? Te quedaste con una expresión extraña en el rostro después de recibir esa llamada

- ¿Enserio? No me di cuenta, bueno no importa. Saldré hoy por la noche y creo que regresaré mañana - comenta el Ruso mayor subiendo las escaleras pero la voz de su hijo lo detiene.

- ¿vas a salir con Second Reich verdad?

- ¿Tanto se nota? - pregunta el Zarista volteando a ver a su hijo ¿era tan obvio?

- ¿Qué si se nota? ¡Es demasiado evidente! con todo el mundo eres frío, en cambio con el pareces derretirte Папа

El Ruso mayor se pone algo nervioso por lo mencionado, lo que decía el comunista era cierto así que negarlo no podía.

- Bueno, te dejo para que puedas ir a vestirte Пana - Con eso dicho el comunista se va de la sala a lo que el Zarista aprovecha para ir a cambiarse.

5:00 p.m - casa Alemana

El Kaiser estaba terminando de cocinar los bocadillos que le iba a ofrecer al Ruso. Escuchó el leve pero firme golpeteo en la puerta, dejó lo que estaba haciendo para dirigirse rápidamente a la puerta y recibir a su invitado.

- Hallo Zarist - saluda el alemán con una cálida sonrisa

- ¡Second! - saluda el ruso abrazando al hombre del pickelhaube siendo correspondido por este

Los abrazos entre ellos dos ya eran muy comunes, un hábito que nació desde aquella vez en el jardín, volviéndose una costumbre cada que se veían.

- Huele delicioso - dice el ruso luego de separarse del alemán

- Prepare unos cuantos bocadillos para los dos

- Genial, yo te traje un pequeño presente - comenta el ruso extendiendo una botella de vino semi-seco al alemán, siendo recibida alegremente por este.

- Que bien, gracias. Ven, pasa que no muerdo

El ruso entra a la casa del alemán mirando a su al rededor, el estilo de la casa era rústica y extrañamente poseía un ambiente de tranquilidad.

- es increíble la tranquilidad que se siente, no parece tu casa - dice el ruso en modo de broma

- ¿Pensabas que vivíamos en un búnker o algo parecido? Que cruel

La tarde paso entre bromas, trago, bocadillos y charlas. Eran al rededor de las 9 de la noche y ambos estaban hasta el tope de tragos, al ver que se acabó la cerveza destaparon la botella de vino que trajo el ruso y empezaron a beberla

- sabes Zarista...yooo ... Creía que eras un niño mimado, Todas esas cosas que Presumías, ME DIO TANTA GRACIA CUANDO TUU HIIJO TE DERROTO - grito el alemán empezando a reír a carcajadas por el recuerdo. Ya estaba muy borracho así que tendía a arrastrar las palabras

- AAaahh con que si desgraciado, al menos no perdí la guerra - respondió de la misma manera el ruso empezando a reírse raro

- ¿Sabes? Me pareces endemoniadamente lindo - dice el alemán arrastrando las letras para luego tomar la cara del ruso entre sus manos

- ¿Enserio? Tu también me pareces muy guapo - responde el ruso rodeando el cuello del alemán

Ambos están a escasos centímetros del otro, pero están tan ebrios como para siquiera notarlo así que lo único que hacían era reírse bobamente.

- ¿Quieres hacer una apuesta? - sugiere el Kaiser viendo al Zarista - el que bese mejor se acaba la botella

- ¡Hecho! Perderás

Sin más ambos juntan sus labios, era un beso rápido con muchas ganas. Movían los labios ansiosamente sobre los otros, realmente estaban borrachos porque lo único en que pensaban era en quien se iba a beber el último trago de vino, más no en qué estaba besando a su ex enemigo.

Duraron al rededor de cinco minutos pero la falta de aire se había hecho presente.

- Scheiß, así no se puede - dice el alemán riendo entre dientes

El alcohol empezaba a bajar un poco pero solo lo suficiente como para que pudieran hablar correctamente.

- yo digo que empate - dice el ruso aún abrazando al alemán.

- empátame está

El alemán volvió a juntar sus labios con los del contrario dándole está vez un beso francés. El alemán sostenía las mejillas del ruso mientras que este se aferraba fuertemente a la camisa del menor. Mordiscos, succiones de lengua, lamer las encías, todo sucedía en ese beso. El ruso se sentía extasiado pues el alemán le estaba ganando pero obviamente el no se iba a dejar. Separaron un poco sus bocas dejando que sus lenguas siguieran tocándose entre si, solo lo hicieron para tomar un poco de aire y seguir.

Duraron un buen tiempo así hasta que decidieron parar, el aire les hacía mucha falta y se sentían acalorados.

- y... ¿Quién gana? - pregunta el ruso entre jadeos. El alemán se le quedo mirando un momento para seguido tomar la botella y tomar de ella, sin embargo no tenía planeado bajársela.

Nuevamente junta sus bocas pero está vez pasa aquel amargo líquido desde su boca hasta la contraria, haciendo que el ruso lo beba.

- yo también quiero - dice el ruso tomando la botella para darle un trago y repetir lo que hizo el alemán con él.

Se la pasaron así el resto de la noche entre besos y más besos, pero realmente no les importo porque estaban ebrios.
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Segundo capítulo, finalizado

Bien, algunos datos, en realidad el Imperio Ruso es mayor que el Imperio Alemán Imperio ruso (1721) Imperio alemán (1871)

Gracias por leer ♡♡♡

30 días OPT ( Imperio Alemán x Imperio Ruso )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora