I Love The Way You Hate Me // Ryeji

13.

[ POV YEJI ]

"Ryuddaeng..." Mis ojos se ampliaron como platos, sorprendida al ver a la más pequeña tras la puerta.

"¿Qué haces aquí?" Pregunté mientras seguía mirándola, ahora, con una incontrolable sonrisa que me cubría todo el rostro.

"Vengo para ayudarte a limpiar, babo" Dijo su mostrarme esa sonrisa de hoyuelos.

"¡Y-yah! Annia, no pienso dejar que hagas eso" Negué varias veces mientras la miraba, haciendo incluso una cruz con los brazos frente a ella.

"Sh, quiero hacerlo, además, así al menos puedo pasar un rato contigo" Esa sonrisa de gato volvió a su rostro, haciendo que las mías se ruborizaban por aquellas palabras.

"Yeji, ¿Quién es?" Pude escuchar a mi madre preguntar por detrás mientras se acercaba hasta asomarse por la puerta con Hongsam e Insam corriendo tras de ella.

"Oh, Ryujin-ah, que alegría verte, entra, entra ¿Qué haces por aquí?" Yo me alejé un poco de la puerta, algo tímida mientras Ryujin entraba.

"Anneyong Señora Hwang. Vengo para ayudar a Yeddeong a limpiar" Pude ver el rostro de sorpresa de mi madre antes de contestar.

"¡Oh! ¿Jinjja?" Dijo antes de desviar su mirada hacia mí, borrando toda sonrisa de su rostro. 

"Mira que eres perezosa, ¿Cómo no se te cae la cara de vergüenza? Convencer a tus amigas para que hagan el trabajo por ti. Yo no te he educado así " Mi madre empezó a quejarse mientras me daba pequeños golpes en el brazo con los guantes de limpieza que tenía en la mano.

"¡Y-yaahh! Que yo no he hecho nadaaa... ¡Ommaaaa!" Me quejé al protegerme con las manos, alejando los guantes.

"¡Annia, annia! Me he ofrecido yo! ¡Jinjjarooo!" Ryujin nos interrumpió, solo en ese momento, mi madre paró y se giró hacia ella.

"¿Jinjja? Me lo puedes decir, no te voy a obligar a limpiar" Mi madre siguió diciendo.

"Jinjja, lo prometo" Ryujin asintió un par de veces antes de reír por lo bajo. 

"¡Ah! Por cierto" Dijo al alzar una bolsa que tenía en sus manos "La semana pasada vino mi tía de Gyeongsang y nos trajo Kimchi casero. Omma estaba muy agradecida por las mandarinas de la otra vez, así que me dio un frasco entero para que se lo diera".

"OMO, No hacía falta Ryujin-ah, pero tampoco voy a ser yo una maleducada y no aceptar el regalo" Mi madre agarró el Kimchi y lo llevó a la cocina, dejándonos solas en la entrada.

"Babo, no hacía falta que trajeras nada, encima que vienes para ayudarme..." Dije una vez mi madre ya había desaparecido por la puerta de la cocina.

"Sh, era lo mínimo, las mandarinas de Jeju valen el doble" Rió antes de agacharse para acariciar a los dos pequeños caniches que no paraban de saltar encima de ella, llamando su atención

"Hola pequeñín, ¿Te acuerdas de mí?" Sonreí al ver la interacción que tuvo con Insam, el cual le saltó para lamerle la cara.

"Vale, creo que sí te acuerdas" Reí junto a ella, viendo como se limpiaba la cara con la mancha de su sudadera antes de que se volviera a levantar y quedar ahora cara a cara.

Al sentir su mirada fija en mí, no puede evitar que la timidez volviera al recordar todo lo que pasó en la fiesta, era primeriza en estas cosas del amor, así que no sabía como reaccionar o qué decir ante la persona que te gusta, cuando ya sabes que es mutuo.

"Estás preciosa con las gafas..." El escucharla decir eso, hizo que mis mejillas se sonrojaran repentinamente. Puede que yo no supiera del tema, pero definitivamente, Ryujin sí lo hacía.