Cuando empieza el apocalipsis, el equilibrio en la extraña vida de Roselyn cambió toralmente, claro claro la chica no esperaba vivir mucho, se sorprendió al haber logrado sobrevivir mas de dos meses, ella junto a su madre deciden ir en busca de un l...
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Ya había anochecido, Lizzie, Carol y yo nos encontrábamos en la cocina partiendo las nueces que Mica había recolectado en el día. Lizzie seguía metida en su mundo, seguramente pensando en el incidente que habíamos tenido con ese caminante.
-¿Aún estás angustiada?-Preguntó Carol a la rubia.
-A veces no comprendo, pero lo intento, señora.-Respondió en tono suave, yo solo escuchaba su conversación mientras partía nueces, no era momento de que me metiera en su conversación, no era algo que me interesara. Escuchamos las pisadas de Mica venir hacia nosotras y las tres volteamos a verla, traía una muñeca de trapo en sus manos y una deslumbrante sonrisa alumbraba su cara.
-Miren lo que encontré. Se llamará Griselda Guderson.-Dijo con alegría, solté una risa por el nombre y ella me miró.-Tiene el cabello rojo. Igual a ti.-Asentí y ella salió corriendo con una sonrisa en su cara, seguimos pelando nueces hasta que Carol habló de nuevo, esta vez dirigiéndose a mi.
-¿Por qué tienes una espada?-Fruncí el ceño sin entender y señaló atrás de mi, volteé y pude notar el mango del Jian de Miley.-No te he visto usarla.-Me la quité de la espalda y la puse sobre la mesa, Lizzie pasó su mano sobre el estuche y me miró asombrada.
-Olvidé que la tenía. No es mía, es de mi hermana.-Dije sin darle mucha importancia, nos quedamos en silencio hasta que volví a hablar, respondiendo su otra pregunta.-No puedo usarla, nunca la he usado.
-¿Cómo conseguiste una espada?-Preguntó Lizzie mirándome con duda reflejada en sus ojos, miré el Jian y los recuerdos llegaron a mi mente como ráfagas de viento, sacudí mi cabeza tratando de evadirlos y respondí.
-Eran de mi mamá, las tenía colgadas en la pared de nuestra casa hasta que un día decidió regalárselas a Miley y ella aprendió a usarlas, no creímos que le fuera a ser útil hasta ahora. Se llaman Jian y es muy pesada, es otra de las razones por la cual no la uso. Cuando nos separamos ella se llevó una y yo me quedé con esta.
-Una integrante de mi grupo también tiene una espada, talvez ella podría enseñarte.-Dijo Carol mirándome con una pequeña sonrisa, me quedé en silencio y ahí me di cuenta que era mi señal para levantarme y salir de ahí, no me quería acostumbrar a esto ni mucho menos pensar en quedarme, tenía personas que buscar.
-Iré a ver a Judith.-Dije antes de tratar de huir, claro que Tyreese me ganó y apareció con la bebé en brazos frente a mi, apreté mis labios y mejor decidí sentarme al lado de Mica que jugaba con su muñeca.
-Tenemos mucha agua. Ahora solo nos falta cazar un venado y estaremos listos.
-Entonces lo cazaremos.-Dijo Carol con una sonrisa, yo por otro lado sentía que iba a vomitar, no estaba entre mi lista de deseos querer comer un venado, de solo pensarlo se me revolvía el estómago.-Rose ¿alguna vez haz cazado un animal?
