—“Jacob Johnson por favor presentate en la sala del tren” —dice una voz que proviene de un lugar vacío que hace que se repita con un eco espantoso.
Trago saliva, trato de no ponerme nervioso y me seco las manos del sudor que me ha generado. Subo las escaleras poco a poco.
Abro la puerta, no hay dentro, se encuentra el tren preparado.
¿Sera para salir al fin de aquí? no creo que sea tan sencillo.
—Hola Jacob —dice la misma voz que cuando entre para aceptar esta auténtica locura.
—¿Que queréis de mí? —les pregunto con un tono un poco amenazante.
—Entra en la sala por favor —dice con la voz distorsionada para que no logre averiguar quien es.
Entro lentamente, con pasos cortos para poder avistar cualquier tipo de peligro cercano o lejano. Pero no es así, tan solo hay una silla y unas pantallas en ellas.
Se encienden las pantallas y sale una cara oculta sobre ella, son grafema, son tan cobardes que no dan la cara. Seguro a sabiendas que si lo hicieran seguro que se la partiría.
—Hola Jacob —dice la voz.
—¿Que queréis? —les pregunto directamente—. Quiero salir de aquí ya de una vez —les ruego casi suplicando y pegando golpes a la pared.
—Tranquilo, pronto lo harás —esta certeza provoca que me muerda las uñas y casi se queden los dedos al ras, este hecho es algo que a Olivia siempre me ha recriminado que no le gustaba que lo hiciera pero a sido algo que mientras hemos estado juntos he decidido omitir.
—A continuación podrás hablar con tu familia pero solo con una condición —decido por un segundo parar de escuchar lo que dice y pensar en el hecho de después de más de cinco meses sin saber nada de mis hijas y de mujer voy a poder hablar con ellas.
¿Cómo estarán? ¿Estará enfadada conmigo? ¿Estará Olivia con otra persona?
Esto último es injusto pensarlo cuando yo he sido el primero en engañarla, seguro que ella no ha hecho nada.
Joder no se como me voy a atrever a dirigiarla la palabra cuando yo he sido tan cretino de hacerle lo peor en esta vida cuando ella lo ha dado todo por mi. Segurisimo que todo este tiempo ha estado esperándome…
—¡Jacob! —me saca de mi más absoluto pensamiento, ni un segundo tengo para pensar en aquello que anhelo en este sitio.
—Pasarme ya con mi familia —le doy la orden.
—Pero no puedes decirle nada de donde estas, de lo contrario la llamada se cortara y será esta la ultima vez que hables con ellos —las palabras hacen que se me pongan los pelos de punto, no puedo imaginarme que ocurriria si ya no las puedo volver a ver, tocar, abrazar, reír con ellas, son tantas cosas que me cuesta hasta tragar saliva.
Se enciende la pantalla, salen ellas tres, tiene que ser un sueño, seguro que es el momento en el que me despierto… las lágrimas recorren mi rostro. Las saludo pero no me oyen, parece que el micro no está encendido.
—¿Jacob? —la voz de Olivia me atraviesa entre pecho y espalda.
—¡Papa! —no soy capaz de reaccionar, soy un mero espectador y estoy ante el acontecimiento del año, nunca había tenido tantas ganas de abrazarlas y aun así no puedo, es como ponerme el caramelo en la boca y luego tirarlo a la basura.
—¿Cómo estáis? —pregunto tartamudeando y con el nudo en la garganta más grande del mundo.
—Estamos bien Jacob, pero… ¿cuando vienes? —me pregunta preocupada y enseguida se me viene a la cabeza todo lo de Sheila y no soy capaz de seguir viéndole a la cara.
—No lo se cariño, no se cuando va a terminar todo esto —no puedo mentirla, nadie lo sabe.
—No nos han dejado mucho tiempo, ¿estás bien? —pregunta mientras mis hijas tratan de que les responda a miles de preguntas, están en esa época y yo no estoy para poder darles una respuesta, no soy capaz de responderme ni a mi mismo.
—Si… no… no sé… quiero que termine todo esto —maldigo mientras pienso en el día que decidí acceder a vivir esto.
—Se acaba el tiempo —escucho desde el otro lado como si hubiese alguien más con ella, sin poder decir mucho más se le cambia el tono de la cara…
—Jacob, te quiero mucho, porfavor no dejes de luchar, no dejas que puedan contigo, siempre te esperaremos.
—Todo saldra bien, pronto recibirás una cantidad de dinero para que podamos vivir bien el resto que nos queda —le digo mientras desaparece en el olvido. Haciendo que me quede con la duda de si ha escuchado lo último que le he dicho…
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Utopía
Ficțiune științifico-fantastică¿Puede una mala decisión cambiar el devenir de toda la historia? Jacob, una persona que no ha tenido mucha fortuna en su vida se ve envuelto en una trama en la que sufrirá y que le costará perder muchas cosas. ¿Hasta donde estarías dispuesto a llega...