Capítulo 49

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Llego como puedo hasta el coche para apoyarme sobre él, todavía sigo sin asimilar lo que ha ocurrido.

Se acerca Brayan hacia mi para interesarse sobre mi estado.

Raro en él todo hay que decirlo.

—¿Cómo estás? —pregunta mientras toca todas las partes del cuerpo y comprobar que estoy bien.

—Estoy bien, sigo teniendo dos brazos, dos piernas, la cabeza y ops mira esto —le digo esto último mientras le señalo con el dedo del medio. Este se ríe, la verdad que no es para menos pero tampoco es el momento.

—Tu y tu sentido del humor.

—Tengo más si te quieres ir calentito —le vuelvo a vacilar pero esta vez con todavía menos tacto que antes.

Nadie puede negar que no me cae bien esta persona cuyo nombre no me quiero acordar.

—¿Qué ha ocurrido? —pregunto mientras observo que algunas personas van y vienen corriendo.

—Creo que hemos debilitado las maderas y las paredes se han venido abajo —trata de explicar pero sigo sin entender de dónde ha venido la explosión.

—Ya, ¿eso es todo? —le amenazó con una pequeña mentira.

—Al parecer había algún tipo de artefacto en alguna de las paredes que se ha estallado al contacto del fuego. Vamos a ver estos tíos han construido una puta aldea alejada de la civilización y echa para que no la vea nadie, ¿crees que no han tenido en cuenta todas y cada una de las posibilidades para escapar de aquí? —me dice volviendome a echar en cara que este plan era un autentico suicidio y aunque fuera verdad es nuestra unica forma de salir de aqui.

—¿Pero ahí hay algún herido? —pregunto viendo el descontrol de mi alrededor.

—Jacob, han muerto tres personas —asimilo la respuesta mientras volteo la cabeza y veo los tres cuerpos sobre el suelo. 

Trato saliva y miro al suelo mientras se me ponen los pelos de punto.

¿Esto también es por mi culpa?

Aunque no lo sea no puedo evitar culparme porque una de las personas que ha iniciado este plan he sido yo.

Miro enfrente y tan solo me doy cuenta de lo crudo que es todo esto. La gente va corriendo de un lado para otro. 

Hector se acerca hacia nosotros con cara de noticias.

—Se ha realizado un desprendimiento, está toda la salida bloqueada, si hay una salida es por allí pero tenemos que quitar todas las piedras, necesitamos la ayuda de todo el mundo, no es momento de levantarse —reconoce mientras me tiende la mano para levantarme y ponernos manos a la obra.

Llegamos hasta la parte exterior de la cabaña, han utilizado la escalera que ya había para hacer una nueva entrada, esta vez no hay trampillas sino tan solo un conjunto de piedras y tablas de madera.

Me remango y sin pensarlo comienzo a sacar hacia fuera las piedras que están asequibles para quitarles, ahora no puedo pensar en otra cosa, contra más rápido vayamos antes podremos salir si al otro lado ahí algún tipo de salida.

El sol cae por el horizonte y apenas se ve, llevamos todo el día rotando para poder descansar y seguir con esto pero yo no he podido parar, mis hijas y mi mujer están fuera esperando y si puedo evitar seguir con este suplicio lo antes posible mejor todavía.

—¡Venga Jacob! tienes que ir a descansar. —reconoce Hector, que me ha mirado las ojeras que las llevo por las rodillas.

Resoplo pero en el fondo se que lleva toda la razón, voy a ir a descansar aunque sea un par de horas.

Todavía no se ve luz por ningún lado pero el hecho de que estemos trabajando todos codo con codo es señal de que lo vamos a conseguir.

Cierro los ojos lentamente pero no puedo evitar pensar en que habrá al otro lado y lo que voy hacer nada más salir de aquí. Tengo la esperanza de que cuando me levante pueda estar el camino despejado.

Al menos me he quitado las horas de más calor, el sol esta en lo mas alto y no deja tregua a nadie, yo he aprovechado para echar sobre una de las pocas sombras que hay. Es la que se ha quedado de lo que queda del techo de la cabaña, no es mucha pero es suficiente para que no me de un golpe de calor por no poder estar bebiendo agua. Me acabo de dar cuenta de que si no encontramos la salida rápido moriremos todos deshidratados.

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