Mira a los dos soldados restantes, lo ve dejar sus armas a un lado, fueron lo suficientemente inteligentes para darse cuenta de que eso no funciona.
Chuuya tiene una gran sonrisa en el rostro.
—¿Por qué son tan serios? Vamos, yo no muerdo — Dice.
Sus dedos rozan el respaldo de la silla, ve a uno con un cuchillo militar y al otro solo en una posición de defensa.
Bien, tiene que eliminar al del cuchillo primero.
Chuuya toma la silla a su lado y le rompe contra la cabeza del hombre con el cuchillo, el otro aprovecha para sujetar a Chuuya por detrás y lanzarlo contra la estufa.
Se golpea la cabeza contra el metal, siente como el mundo le da vueltas por un momento.
Chuuya toma la reja del quemador y se la lanza al soldado, aunque este la esquiva y toma un cuchillo de la cocina para intentar apuñalar a Chuuya.
Chuuya lo esquiva por poco, el hombre consigue sujetarlo del cabello y lo lanza al suelo nuevamente.
Chuuya lucha por respirar cuando le aplasta el pecho con la rodilla, siente sus costillas, ya fisuradas por la explosión, romperse.
Su expresión se vuelve dolorosa mientras se ahoga.
—Veo que ya sientes dolor — Le dice el soldado tomando el rostro de Chuuya en una mano.
Hace más presión en su pecho.
—¿Dolor? No, es que hueles a mierda de caballo, aléjate o vomitaré— Responde aunque su voz suena falta de aire.
Chuuya rasguña el suelo por el dolor, pero se fuerza a mantenerse tranquilo, su habilidad no le responde correctamente ahora por su estado de salud, pero está bien, lleva años en peleas callejeras sin ella.
—Te lo preguntaré una vez más ¿Dónde están los niños?—
—¿Sabes que odió mucho? A los profesores que en el día del examen se olvidan de todo, aunque ahora lo entiendo, yo tampoco lo sé ahora mismo—
Chuuya ve el cuchillo acercarse a su ojo.
—¡Dime o te dejo ciego!—
—Si con eso puedo dejar de ver tu patética cara de culo de caballo, no me quejaré — Luego Chuuya toma la hoja del cuchillo con su mano —Aunque también podría matarte y desfigurarte—
Entonces Chuuya logra activar su habilidad y el hombre se eleva, Chuuya lo mira y el cuchillo ahora está contra el ojo del hombre.
También lo pone de cabeza, solo porque es divertido.
No será tan cruel como para matarlo de esa forma, pero quiere asustarlo un poco.
Chuuya toma el radio del hombre, es satelital, entonces la señal no es un problema y busca el canal correcto.
Se apoya contra la isla de la cocina e intenta regularizar su respiración.
—¡Hola! No sé con quien estoy hablando y francamente no me importa, solo te voy a dejar claras unas cosas — Su habilidad falla por un momento y el soldado cae al suelo y se rompe el cuello—Te conviene que no me importe quién eres, quieres que se mantenga así, entonces te diré que tienes que hacer para que eso no cambie—
Escucha la voz de un hombre al otro lado: “¿Quién mierda eres?” Le pregunta.
—Todos tus soldaditos están muertos, entonces te diré que los niños están a salvo, pero, si a esos niños les llega a pasar algo, si vuelves a intentar hacerles daño, te juro que haré hasta la imposible por encontrarte y hacerte sufrir y con intereses el miedo que les estás provocando — Su voz suena llena de ira —Por cierto, soy Nakahara Chuuya, recuerda mi nombre porque si no te comportas será el último que digas—
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Arroz con leche me quiero casar con un manipulador de la gravedad
FanfictionNakahara Chuuya 18 años, hijo adoptivo de Paul Verlaine y Arthur Riumbaud, esa noche de sábado donde lo único que quería era terminar su informe sobre la epoca feudal un tipo de aspecto turbio irrumpe en su casa, le muestra un anillo de compromiso y...