Arroz con leche me quiero casar con un manipulador de la gravedad

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Chuuya está en el centro de una habitación aun dentro del subespacio de su padre.

—¿Entonces esto será como un juicio o...?—

—Sí, algo así— Dice Verlaine cruzado de brazos.

—¿Y puedo llamar a mi abogado o algo?—

—Sí, supongo que puedes — Esta vez dice Rimbaud.

—Genial, papi ¿me prestas tu teléfono?— Pregunta mirando a Verlaine con ojitos de cachorro.

Le funcionaba cuando quería quedarse hasta tarde viendo televisión a los 10 ¿Por qué no funcionaría ahora?

Verlaine suspira y asiente, se acerca al subespacio y Rimbaud lo desaparece por un momento, Chuuya toma el teléfono y vuelve a cerrarse.

Chuuya busca entre los contactos de su padre y luego presiona marcar.

—Oda-san— Dice cuando la llamada entra —Esto es de vital importancia —

—¿Chuuya?— Pregunta el adulto y Dazai mira fijamente a su figura paterna —¿Qué sucede?—

—Verá, necesito un favor, pero tiene que escucharme hasta el final—

—Claro ¿De qué trata?—

—Necesito que me preste como por dos horas a Sakura —

Chuuya escucha un profundo silencio al otro lado de la línea.

—¿Puedo preguntar por qué?—

—Para salvar mi vida de mis padres —

—Ya veo, pero ¿Por qué ella en específico?—

—Es una niña de 4 años con un montón de hermanos mayores, claramente es el mejor abogado que puedo tener—

—Dazai y tú sí que son el uno para el otro— Oda suspira —Bien, pero cuídala—

—Claro, lo juro —

La llamada se corta y Chuuya regresa el teléfono.

—¿Quién es Sakura?— Pregunta Verlaine.

—La hija de 4 años de Oda —

—¿Y esa es tu elección?— pregunta el rubio otra vez.

—Sí, ya lo dije y lo mantengo, la mejor abogada—

Rimbaud suspira.