15

2.4K 406 68
                                    


Ese día también transcurre con normalidad, Shirase llegó al apartamento y hablaron un rato, incluso jugó un rato con los niños y luego se fue.

El resto de la tarde Chuuya los ayudó a prepararse para ir a la escuela mañana, vieron películas y cenaron.

Cuando cae la noche vuelve a arroparlos y leerles un cuento.

Chuuya durmió esa noche en el cuarto de Dazai, aunque dormir sería generoso, realmente lo único que hizo fue mirar el techo completamente alerta.

En la mañana y luego de preparar a los niños para la escuela, los ve irse con los dos miembros de la mafia que Dazai asignó para cuidarlos.

Chuuya se siente incómodo dejándolos solos y sube al auto con ellos.

Luego de dejarlos en la escuela, Chuuya regresa al apartamento y comienza a mapearlo, cualquier cosa que pueda ser un factor potencial de riesgo en esta situación para los niños.

¿Qué habitación tiene más y menos ventanas?

¿Dónde puede esconderlos?

¿Cómo puede evacuarlos de forma segura?

Sabe que Dazai debe estar tan preocupado y estresado ahora mismo, siente que esto es lo menos que puede hacer por él.

Toma su teléfono y llama a Dazai, directamente a buzón, decide dejar un mensaje.

—Osamu, sé que debes estar ocupado ahora mismo, pero quería decirte que te amo y, además, estoy cuidando a los niños, ellos estarán bien conmigo, entonces no te preocupes tanto— Omite, la parte de que lo están siguiendo, no tiene caso que lo sepa. —Cuídate y si necesitas algo, solo llámame—

Chuuya suspira y guarda su teléfono, luego toma un taxi a su casa, necesita recoger unas cosas, por si acaso.

Chuuya está genuinamente preparándose para un asedio.

En su casa toma una mochila de viaje grande y baja al sótano donde guardan suministros.

Principalmente, se enfoca en los primeros auxilios y en la energía.

—Chuuya— Alguien le habla y Chuuya se gira directamente para cortarle la garganta con su navaja, ve un cubo amarillo encerrando su mano —Dios, ¿Qué te pasa?—

—Papá— Murmura sintiéndose más tranquilo —¿No estás ocupado?—

—Lo estoy, pero vine por algunas cosas, vi tus zapatos y estaba buscándote ¿Para qué es todo eso?—

—Por si acaso— Murmura.

—Ya veo, iría a hacerte compañía si no estuviera tan ocupado, lo lamento —

—No, soy capaz de cuidarlos solo, simplemente quiero asegurarme de tener todo lo necesario —

—Bebe— Rimbaud sujeta su mejilla —Recuerda no dejar a nadie vivo ¿Si?—

—Lo se, papá ¿Y qué te dije de decirme bebé?—

—Lo que digas— Besa su frente —Ahora que vi que estás bien, tengo que irme—

—Adiós papá —

Cuando Chuuya vuelve a estar solo, va hasta un armario y se saca una llave del bolsillo, de dentro saca una caja, son placas de presión, las pondrá bajo la alfombra del pasillo para saber si alguien se acerca, también ocultará un par de cámara.

Luego de recoger unas cosas más regresa al apartamento de Dazai, ahora siente como lo vigilan, espera que la manga de la camisa que dejo "accidentalmente" colgando de la mochila sea suficiente para engañar a quien lo vea.

¿No es solo el novio regresando a casa para ir por algo más de ropa y regresar?



Dentro del edificio, corta la alfombra con su navaja y luego mete cuidadosamente los sensores, luego esconde las cámaras en una planta y sobre el marco del ascensor.

Sabe que lo notarán, Chuuya solo necesita un poco de tiempo extra de todos modos, esconderá a los niños en la habitación con menos ventanas y acabará con los intrusos 1 a 1.

Cuando termina fuera, entra al apartamento, vacía la mochila en el suelo y se sienta.

Se pasa algunas horas preparando todo hasta que es la hora de la salida de los niños, Chuuya lógicamente está ahí para escoltarlos.

Al llegar, Chuuya les prepara algo de comer y luego los ayuda con la tarea, ven una película, cenan y Chuuya los arropa y lee un cuento.

Otro día tranquilo, Chuuya aún no recibe respuesta de Dazai, pero sabe que está vivo gracias a sus padres.

Esa noche nuevamente no duerme.

La rutina se repite a la mañana, luego de dejarlos en la escuela y volver a casa, Chuuya por fin duerme.

Duerme hasta que su alarma suena y tiene que ir a recoger a los niños.

Llegan, Chuuya prepara comida, comen y la luz se corta.

Revisa su teléfono y no hay servicio.



Mira a los niños.

—Chicos, necesito que vayan al baño y se queden ahí hasta que yo se los diga ¿Pueden hacer eso por mí?—

—¿Por qué?— Pregunta Kouske, está realmente asustado.

—No les voy a mentir, unas personas malas vienen y quieren hacerles daño, pero yo estoy aquí y no lo voy a permitir ¿Bien? Entonces háganme caso—

Los niños parecen tan asustados, incluso los más jóvenes han comenzado a llorar, Chuuya cierra la puerta del baño y les da un intento de sonrisa tranquila.

Mueve un armario delante de la puerta, eso le dará tiempo.

Chuuya se sienta en el sofá y toma la caja de balas de abajo de este.

Si tiene suerte, esto será rápido.


Arroz con leche me quiero casar con un manipulador de la gravedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora