𝟬𝟬𝟳 la ausencia de edward

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૮ ◞ ﻌ ◟ ა  ⊹ CAPÍTULO SIETE   ᰥ   ᨳ    ֪   ׂ   ✧

★. ##  ٬  . ꩜    ꕤꜝ ★ !   ꑘꑘ .    ♡̸ ' 🧸

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Recuerdo haber llegado a mi cuarto con los nervios a flor de piel, mis dedos seguían temblando mientras que por mi mente pasaba una y otra vez el mísero recuerdo de Alice besando mi mejilla, como si hubiera sido uno de los mayores logros en toda mi vida.

Era realmente absurdo mantener una especie de atracción incontrolable hacía alguien que apenas conocía porque habían demasiadas cosas que me faltaban por saber. Intenté de todo, para calmar mis pensamientos y mi corazón vagamente acelerado pero era casi que una tarea imposible. Me empezaba a resultar tan fastidioso hasta cierto punto, porque en todo el viaje a casa Bianca no paró de molestarme. Notó mis mejillas sonrojadas y como mantenía la mirada pérdida sobre el tablero del automóvil, eso era lo malo de tener una hermana sumamente observadora.

Y entonces, como si la hubiera invocado con mi mente, apareció por la puerta de mi habitación. Llena de harina en su cara.

—¡Qué haces! —gritó, entrando prácticamente corriendo hacía el escritorio de mi cuarto.

—Nada que te importe, además, ¿por qué tienes harina en tu cara? —mencioné haciendo una mueca de disgusto porque se le veía hasta lo blanco en el cabello, y eso seguramente va a dejar una masa horriblemente asquerosa cuando vaya a bañarse.

—Hago un pastel. Para llevar mañana a mis nuevos amigos, además estoy haciendo de a dos. Para comer más tarde —habló inflando su pecho de orgullo, yo asentí sonriendo con una mirada casi que sorprendida por su iniciativa.

—Así que, ¿pastel para tus nuevos amigos? —asintió felizmente, le alcé mis dos pulgares en forma de aprobación—. Genial, te habrán caído demasiado bien como para hacerles un dulce.

Bianca me miró con obviedad para luego asentir frenéticamente, me agarró por uno de mis tobillos para luego tirarlo fuertemente casi sacándome de mi cama y desordenando mis sábanas en el proceso.— ¡Hey! ¿Qué demonios quieres ahora? —hablé exaltada. Odiaba el desorden, y más de la cama.

—Que te levantes de ese maldito colchón y hagas algo para ayudarme, estoy muy aburrida y mamá está en el hospital con Julián almorzando —le di un manotazo a su muñeca a lo que ella soltó un respingo.

𝐒𝐎𝐅𝐈𝐀, 𝖺𝗅𝗂𝖼𝖾 𝖼𝗎𝗅𝗅𝖾𝗇Where stories live. Discover now