🪐 𝐋𝐄𝐀𝐋𝐓𝐀𝐃 𝐀𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑 | Aemond no va a Bastión de Tormentas después de la coronación de Aegon II, por el contrario acude a Rocadragón a jurar su lealtad hacia Rhaenyra por una sola persona.
Lucerys Velaryon.
O donde Aemond ama demasiado a...
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Ambos príncipes perdieron la noción del tiempo que pasaron abrazados y repartiéndose besos, simplemente fueron ellos y olvidaron el hecho principal de su llegada a esa pequeña isla.
Todo paso a un segundo plano, por primera vez en mucho tiempo, Aemond sintió amor y una extraña emoción creciente en el pecho, el pequeño cuerpo de Lucerys contra el suyo, siendo lo único que importa. Pero aún cuando pudiera pasar todo el tiempo de su vida así, sabia que tenían que volver, tal vez sería egoísta de su parte pedirle a Lucerys que se quedara con el y olvidaría a su familia.
—Lucerys. —Llamo su atención, habían regresado a la pequeña cueva para cocinar su cena, Lucerys apoyado en su pecho y sus cabellos marrones dándole un cosquilleo en la barbilla.
—Uhm? —Lucerys miró hacia arriba notando fácilmente la duda en los ojos de Aemond. —¿Sucede algo? —Preguntó ya habiéndose dado la vuelta.
Aemond lo miró tomando sus manos entre las suyas, entrelazandolas y asegurando un agarre firme.
—Yo.. —La duda en su voz resonó, mirándolo y luego hacia abajo. —Estaba pensando en si debemos volver.
—¿Volver a Rocadragon?
Lucerys acercó su rostro, no lo suficiente para estar cara a cara pero si para que su Tío lo mirara directamente.
—Lucerys, te seré sincero. Si estuviera en mi total decisión, realmente desearía que nos quedáramos aquí. Alejados de todo el conflicto familiar. Pero se que no puedo pedirte, dejar a tu familia. —Aemond sabia que aquello no era algo que podría pedir tan fácilmente.
La diferencia entre ambos era clara, el había dejado a su familia, cometido traición al dejarlo por perseguir a Lucerys y el sentimiento tan extraño que sentía hacia a él. Pero Lucerys no podía hacer eso, no podía dejar a su madre y hermanos tan fácilmente.
—Aemond. —Lucerys sonrió y soltando sus manos tomándolo por el rostro y mirandolo directamente. —Me gustaría quedarme así, contigo por mucho tiempo pero..yo simplemente no puedo dejar a mi madre.
—Lo entiendo, realmente lo entiendo..."
Interrumpido sus palabras quedaron cuando los labios contrarios volvieron a tocar los suyos, correspondió por simple instinto y sonriendo por la inexperiencia en Lucerys.
