Lecciones [SaiDahMo] (+18)

X. Mano dura.

Momo se agarra a los muslos de Sana y empuja sus piernas hacia arriba. Dahyun no se dio cuenta de que Sana era lo suficientemente flexible para cosas como esa.

— Sostén tu... — Momo comienza y Sana alcanza y agarra la parte posterior de sus rodillas con sus palmas antes de que Momo pueda terminar de hablar.

Se mantiene abierta para que tanto Momo como Dahyun la vean, sonriendo. Momo sonríe también. Ella alcanza la parte trasera de Sana y levanta sus caderas aún más, deslizándose hacia adelante y colocando sus muslos debajo de Sana. La posición trae el pene falso muy cerca del centro de Sana.

— ¿Puedes ver? — pregunta Momo, mirando a Dahyun.

—Sí. — responde Dahyun.

No se dio cuenta de que todas esas maniobras eran por su bien. Momo vuelve a mirar a Sana.

— ¿Estás lista?

Sana asiente, con una pequeña sonrisa aún en su rostro. La sonrisa se reemplaza muy rápidamente con un grito ahogado cuando Momo lleva la punta del pene adentro. Dahyun jadea también, levanta su cuello para tener una mejor vista del miembro entrando en Sana aún más.

Si Dahyun se siente aturdida solo por mirar, entonces ni siquiera puede comenzar a imaginarse cómo debe sentirse Sana en ese momento. Los ojos de Sana se cierran y sus uñas se clavan en sus muslos. Dahyun se pregunta si Sana quiere masturbarse ahora mismo también, si no lo hace porque Momo le dijo que no se tocara. Ella se pregunta cuánto le duele.

Teniendo en cuenta el tamaño, Momo ingresa a Sana bastante rápido. Entonces se detiene, se inclina para presionar un beso rápido en los labios de Sana, aparta esos molestos mechones de cabello de los ojos de Sana, y luego apoya sus manos en los muslos de Sana.

— ¿Eso duele? — susurra Dahyun. Sana asiente lentamente.

— Duele tan bien.

Momo comienza a balancearse contra Sana, y Sana inclina su cabeza hacia atrás para mirar a Dahyun. Sus ojos están vidriosos, pero la esquina de su boca se levanta en una sonrisa. Parece que está en la cima del mundo. Sana se ríe entrecortadamente.

— No puedo creer que esto esté sucediendo.

Momo se ríe también, empezando a empujar un poco más fuerte en Sana.

— Quiero decir, mírala. — dice Sana. — Parece... ah, joder, eso es muy bueno.

— ¿Parezco que? — pregunta Dahyun vacilante, incluso sin estar segura de querer saber. — ¿Me veo como qué?

— Bueno. Te ves muy bien. — dice Sana. — Realmente encendida.

— Yo-Yo... —Dahyun comienza.

— Lo juro por Dios, si te disculpas. —interrumpe Sana, y luego sisea. — Más fuerte.

— Tan exigente. — la voz de Momo es burlona, pero ella obedece de todos modos, se retira a medio camino y luego empuja hacia atrás con fuerza, su pelvis golpea contra el culo de Sana.— ¿Cómo esto?

Sana gime. Ella gime en voz alta. Y no deja de gemir después de eso. Dahyun nunca la ha visto de esta manera antes. Parece que la está perdiendo, se ha ido por completo. La cantidad de confianza que debe poner en Momo para permitirse perder el control de esa manera... Y también le está permitiendo a Dahyun estar aquí, le está permitiendo verla, poniendo confianza en ella también.

Es casi como porno. Solo que, mucho peor. O mejor. Dahyun no puede decidir. Ella está presionando su antebrazo con tanta fuerza contra su entrepierna que está comenzando a doler. Y está caliente por todos lados, realmente puede sentir que se le está escapando. Es desagradable. Definitivamente va a haber un parche mojado en su ropa interior. Pero ella no puede detenerlo. Ella quiere meterse la mano en los pantalones y masturbarse. No tomará nada, está segura, unos pocos golpes y habrá terminado. Sólo algunos.