Lecciones [SaiDahMo] (+18)

XVII. Maestras maravillosas

— Póntelo. — pide Momo.

Dahyun tarda medio segundo en comprender que Momo está hablando sobre el strap-on, y cuando lo hace, mira el strap-on que tiene en su mano. Sin embargo, antes de pensarlo, Dahyun lo toma, y por algún milagro, se las arregla para ponérselo sin avergonzarse.

— Buen trabajo. — dice Momo, como si Dahyun realmente lograra algo, y hace que las mejillas de Dahyun se calienten nuevamente. No se siente exactamente como algo por lo que debería ser elogiada.

Dahyun envuelve su mano húmeda alrededor del dildo y extiendo un poco de lubricante allí.

Cuando las manos de Sana le indican que se acerque, Dahyun lo hace, y apoya las palmas de las manos a ambos lados de la cabeza de Momo.

— Ve despacio. — susurra Sana, y Dahyun está realmente feliz por las instrucciones. — Déjame acostumbrarme a ello.

Dahyun asiente ferozmente, agarrando la base del dildo y guiando la punta hacia la entrada de Sana. Es tan difícil empujar hacia adentro, Sana no lo deja entrar de inmediato, pero luego todo el repentino cuerpo de Sana cede, y el juguete se desliza dentro.

Sana no reacciona mucho. Sus manos se envuelven alrededor de la cintura de Dahyun con dureza, y su rostro se contrae en lo que parece ser un molestia por un segundo, pero eso es todo. Dahyun, sin embargo, jadea, clava sus uñas entre las sábanas debajo de sus dedos, sus músculos se tensan mientras se resiste a empujar más, demasiado profundo demasiado fuerte demasiado rápido.

— ¿Estás bien? — pregunta Sana.

¿Y no debería ser Dahyun la que pregunte eso? Dahyun asiente de nuevo.

— Te sientes tan... — Dahyun se detiene, incapaz de terminar la oración.

— ¿Bien? ¿Estrecha? — ofrece Momo.

— Sí. — exhala Dahyun. — Tan bien, tan estrecha.

Sana sonríe, y luego su cuerpo se tensa alrededor de Dahyun.

— No te estoy haciendo daño, ¿verdad? — pregunta Dahyun.

— No lo haces. — susurra Sana. — Muevelo.

— ¿Qué? — pregunta Dahyun

Sana desliza las palmas de sus manos desde el ombligo de Dahyun hasta su cuello, sus ojos se fijan en los de Dahyun.

— Follame. — dice suavemente Sana.

Dahyun exhala temblorosamente, su pecho le duele un poco, y ella asiente con la cabeza una vez más, tirando de sus caderas hacia atrás y empujando hacia adelante. Todavía va lento, observando la cara de Sana en busca de cualquier tipo de señal.

Sin embargo, Sana no le está dando demasiado, su expresión sigue siendo la misma, solo que sus ojos se mueven de un lado a otro a veces, y Dahyun tiene la sensación de que no es la única que observa las reacciones.

Las manos de Momo encuentran las caderas de Dahyun despues de algunos empujes lentos, la guian, Momo la está moviendo por todo el interior de Sana y retrocediendo, haciendo sus movimientos un poco más rápidos, un poco mas agudos y mucho más profundos. Eso hace que la cara de Sana cambie. Sus cejas se fruncen y gime.

El calor se extiende por Dahyun ante eso. Sana esta muy apretada, tan cálida, tan hermosa. Todo se siente demasiado bien, y realmente no importa que Dahyun ya se haya venido una vez, se vendrá otra vez.

— Lo está disfrutando, ¿lo notas? — susurra Momo junto a su oído.

El cuerpo de Dahyun tiembla, aún no sabe si por las palabras de Momo o la forma tan sensual en la que Sana gime, pero asiente con fuerza.