Los truenos caían con fuerza, cualquier aldeano estaba en sus casas pensando que solo era un mal día..
Los gritos del profeta llenaban el lugar, mientras su hijo caía cabizbajo intentando no llorar..
─ todavía no puedo creer que fueras tú mi hijo, ¿no pudiste ser mejor? ¿Esforzarte más? Que bien que nadie sabe que eres mi hijo, eres una desgracia para mí y shena (no se escribirlo), tu madre.
¿Había oído bien? ¿Su madre? Esa señora que casi mata a medio pueblo que adoro con todo su corazón, ¿ella era su madre?
─ No.
El profeta lo miró confundido.
─ ¿no que?
─ Ustedes dos.. NO SON MIS PADRES. Nunca lo fueron, solo son dos desconocidos que odio con todo mi ser. No importa cuántas veces te lo diga lo voy a seguir diciendo hasta que muera.
Sus ojos se pusieron en blanco y empezó levitar mientras más rayos caían, rayos que el "dios" no había hecho..
Lo único que no sabían era que una especie de oso humano los miraba con ganas de interferir todo, y por fin había llegado en el momento justo, cuando sintió la ira de la espada querer matar al líder de ese lugar.
Loa dos familiares miraron a la tercera persona que se había involucrado en la fiesta, algo que extrañamente hizo tranquilizar al "hechicero supremo" al instante. El profeta lo miró extrañado, le había dicho a Drako que sacaran a todos del lugar, aunque no reconocía la cara de ese chico.
─ Ya no tengo que encargarle tareas tan "difíciles" a Drako.. Esto no lo tenías ver a si que tristemente vas a tener que fallecer.
Murmuró con "Tristeza" mientras veía al mitad oso y levantaba su bastón para que le cayera un rayo.
Grata fue la sorpresa al no ver al chico delante. Sintió una fuerza en su espalda haciéndole darse la vuelta y que de pura casualidad no le clavara la espada en su espalda matándolo o causándole una gran herida.
─ Eres rápido.. ¿pero sabes que si son rápidos? .. ¡Mis rayos!
Y sin más docenas de rayos intentaban dañar al joven, aunque estos no le hacían rasguño alguno. El temperamento violento del profeta cada vez subía más y quería acabar con ese maldito oso por una vez por todas, total ya había acabado con uno dos nunca hacen daño.
El hijo del profeta veía esta pelea interminable, sin duda tenía que hacer algo para que no terminaran de romper la estatua ni todo el centro.
Tenia una idea y un hechizo tambien.. Miro al profeta por última vez antes de que toda la jerarquía acabara y en murmullos recitaba un hechizo en latín que si no lo decía bien podría acabar con la persona equivocada..
─ deos omnino, Hierarchia tua, desine morti tradere prophetae, et iam omnia desinere*
Rayos dejan de caer y al levantar la cabeza el bastón había caído al suelo y el gran hombre estaba de rodillas y la espada del oso clavada.
Spreen lentamente sacaba la espada llena de sangre de aquel hombre, para cuando la sacó observó al hechicero.
Juan Sonrió de una vez y se acercó al otro para poder abrazarlo, pero Quedo congelado al ver al oso con ojos diferentes, uno de sus ojos estaba normal pero el otro estaba de un color rojo furia.
─ ¿Spreen?
A pasos lentos se acercaba pero se detuvo al verlo con la espada apuntando a el
─ Vos.. vos sos la fuente de todo.. juan..
Los dos estaban sorprendidos y uno más que el otro..
─ ¿qué? No.. y-yo solo soy un aprendiz de magia, el había provocado todo esto. Spreen escúchame, porfavor no me mates...
"Mátalo el es un poder"
La voz de la espada había hablado, el tenía que obedecer. Pero.. ¿matar a la persona que le hizo feliz? O ¿matar a la voz de su interior?
Con la poca presencia que le quedaba acercaba la espada a su pecho, y antes de acabar con todo susurro sus sentir hacia el hechicero.
─ Juan, Te amo.. ojalá encontrarnos en otra vida sin prejuicios ni magia..
Dio la última sonrisa y clavó su propia espada en su corazón.
Lagrimas caían de los ojos de Juan, ya había vivido esto una vez y el destino lo hizo volver a cruzarse con la muerte..
Se puso de rodillas y sacaba con cuidado la espada como, anteriormente, había hecho el chico con su padre. Dejo esa espada a un lado y abrazo el cuerpo del chico sin importar que sus prendas se mancharan de sangre.
─ también te amo, Spreen..
Los pájaros empezaron a oírse cerca de la vieja cabaña. A un lado de esta se podía distinguir una lápida con un nombre escrito "Spreen".
El hechicero a paso lento se acercaba a aquel lugar con unas amapolas. Miraba la tumba con tristeza recordando ese día donde le arrebataron la vida.
Dejo la bella flor que un lado y se dispuso a arrodillarse, en su paso susurro algo a la vieja lápida..
─ Nos veremos en la otra vida..
A lo lejos se oían hojas crujiendo por ser pisadas
─ ¡Señor hechicero debemos irnos! El festival.. oh...
Ollie hizo una pequeña reverencia y puso su mano en el hombro de Juan.
─ Juan, tenemos que irnos ya es tarde
Se miraron a los ojos y de apoco el hechicero se levantó y acompañó al alienígena...
Fin///
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Guerrero ─ Spruan
FanfictionEn unas tierras lejanas de la civilización humana normal existe un pequeño pueblo de nombre Tortillaland, en donde viven "extrañas" criaturas mágicas entre ellos: brujas, duendes, elfos, magos y más. Todo está en mando de un semi-Dios apodado "profe...