2.

2.7K 371 15
                                        

Un joven aventurero de cabellos negros  y una capucha peculiar cargaba consigo una mochila algo grande. Acababa de terminar con el jefe de una aldea el solo, como siempre. Miento, no estaba solo, tenia a su gata pelusa consigo, ella era la compañera que siempre estaba con el, no necesitaba nada más. El chico cargaba consigo una espada, pero no una comun, esta estaba encantada. No recuerdo bien pero creo que la encontró en una estatua que tenía un cartel que decía "Guerrero" y al tomarla sintió la sed de matar a cualquier líder, no tenia nada contra nadie ni quería algo  pero algo lo obligaba a matarlos. Era temido por muchos, Tanto que algunos pagaban por tener la cabeza del chico, Por eso siempre estaba atento de que ningún cazador lo vigilara o atacara.

Estaba en el tan llamado bosque "no cuidado" el chico pensaba que era por que estaba en malas condiciones pero al entrar a este se dio cuenta que era un lugar hermoso, animales y tranquilidad abundaban la zona, Tanta que tuvo los ánimos para sacarse la capucha haciéndose ver unas orejas de oso negro. Pelusa amaba jugar con estas pero el chico se lo prohibía, cada que alguien tocaba esas orejas su lado agresivo salía al aire. Siguiendo con lo otro, al investigar más a fondo pudo encontrar una cabaña muy bien cuidada. Agarro la manija de la puerta y al entrar pudo ver todo muy ordenado aunque parecía una biblioteca de tanto libro que había. Se puso en guardia al escuchar unos pasos hacia donde estaba el, rápido salió pero se le olvidó cerrar bien la puerta, dejando a la vista que está, estaba abierta. Se escondió a un costado y para sorpresa de el un chico joven y castaño se escondía detrás de un árbol.

〰️ "¿vendrá a por ?"

Se preguntó el medio oso mientras sigilosamente se acercaba a aquel chico. Este siquiera se pudo mover al sentir la filosa espada en su espalda.

¿no te dijieron que era de mala educación seguir a la gente?

El chico tragó saliva y a duras penas y con muchos nervios pudo hablar

p-por favor no me hagas nada, no era mi intención solo que entraste a mi casa y-y pensé que era un ladrón.. ¡no me presente! soy juan, juan cubito.

El oso bajó su espada de la espalda del chico, no tenia pinta de ser tan malo, tal vez, y solo está vez, pudo bajar la guardia unos minutos.

Guerrero ─ SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora