🤍🖤Tu Vida No Sera Como La Mia🖤🤍

Capitulo 8

Narrador Omnisciente

En la base de la Liga de Asesinos la situación estaba tensa y fácilmente se podría cortar con un cuchillo; Ra's y Lady Shiva miraban a los ninjas que estaban inmóviles los cuales sentían que en cualquier momento terminarían como sus demás compañeros ante la presencia que estaba detrás de ellos, y el motivo se trataba de Alexandra quien se encontraba de pie con una pierna flexionada apoyada en la pared sin emitir ningún sonido con los brazos cruzados y los ojos cerrados; Ra's y Lady Shiva la miraban con el ceño fruncido pero estaban preocupados por la manera en la que había llegado y más al enterarse la cantidad de asesinos que había eliminado. La situación hubiera seguido así de no haber sido porqué cierta lunática entró.

Thalía: ¡¡¡Padre!!! - grito eufórica.

Ra's: ¿Qué es lo que quieres para irrumpir de esa manera en mi oficina? - dijo serio y con el ceño fruncido.

Thalía: Perdón por irrumpir así padre - dijo para mostrar una sonrisa cínica - Pero tengo algo muy importante que decirte - se detuvo enfrente de Ra's.

Ra's: Ahora que es lo que tienes que decirme - ya esperaba la próxima mentira que diría.

Thalía: - sin darse cuenta de la presencia de Alexandra - ¡El error es un traidor!

Ra's: - entrelaza sus dedos - ¿Estás segura de eso?

Thalía: Por supuesto que sí - paso una mano por su cabello - Cheshire lo vio en una lucha contra Nightwing y los grabo.

Como Thalía no se había dado cuenta de que Alexandra se encontraba allí había revelado la información que necesitaba; los demás asesinos se miraban entre ellos ante lo que habían escuchado, sabían que no era imposible que "El Prodigio" se hubiera enfrentado ante una de las "amenazas" que se interponían en los planes de su Líder; Ra's y Lady Shiva miraban en silencio a Thalía, pues ya suponían que había planeado todo eso para que Ra's se deshiciera de ella, algo que el no planeaba hacer.

Alexandra: Hmp - todavía apoyada en la pared - ¿Tanto te importa?

Thalía al escucharla se gira furiosa apunto de gritarle pero un escalofrío recorrió por completo su espalda al ver como los ojos de Alexandra cambiaban de color, mantenía el ceño fruncido y le mandaba una mirada fría, diría que hasta mucho más fría que la de su padre.