𝐓𝐡𝐞 𝐎𝐧𝐞 / Fanfic / Billy Hargrove

𝟺. 𝚂𝚎𝚟𝚎𝚗

Tw: mención de abusos y problemas familiares.

Billy no sabía que decir ¿Amigos?. Ni siquiera podía tener amigos en la preparatoria solo unos lamebotas a los que aveces quería golpear, y ahora mantener una amistad con una chica como Verónica se le haría imposible.

¿Que iba a decir? No lo sabía, solo sabía que fuera cuál fuera su respuesta podría acabar mal. Decía que no y lo más seguro era que ofenderia a la chica alejándola, si decía que si, por más que odiara pensarlo o admitirlo, tenía miedo de enamorarse o crear algún tipo de dependencia o apego.

La pelirroja alzó las cejas ladeando levemente la cabeza a los lados preguntando por la respuesta del chico.

—¿Amigos?—

—¿Acaso eres sordo? Si amigos ¿Estarias bien con eso? Aparte...— se acercó a el y coloco sus dedos en su pecho acariciándolo levemente —no tenemos que limitarnos a dejar esto de una sola vez ¿Cierto?— dijo seduciendolo —Podemos hacerlo cuántas veces nos plazca—

Aquella oferta era tentadora, sabía que si aceptaba sería aceptar probar del fruto prohibido y por ende su perdición. Pero tenía que decir algo, tenia que responderle.

—Claro, amigos— agarró el mentón de la chica y plantó un beso en sus labios solo para evitar que está dijera algo más.

Verónica se separó mordiendo el labio inferior del chico. Estaba más que satisfecha con su respuesta y estaba más que dispuesta a ni involucrar ningún sentimiento, así como el rubio se comprometió para no hacerlo parecer una relación.

—Tengo que irme— empezó a buscar su boca por todo el piso de la habitación

—¿Por qué no te quedas? Ya es muy noche—

—Todavía es muy temprano y lo sabes—

—Si pero ya está oscuro—

—¿Entonces?—

—¿Entonces que?—

—¿Que crees que debería hacer? Yo quiero ir a mi casa—

—Yo creo que deberías quedarte— se acuesta en la cama poniendo sus manos atrás de su cabeza en forma de relajación

—No puedo, mis padres me matarían o aún peor, me mandarían a algún internado en Londres—

El rubio río pensando que era una broma

—No es broma, realmente lo harían ¿Podrías llevarme a mi casa?—

—Agh, está bien, termina de vestirte—

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Cuando ambos llegaron a la casa de Verónica ninguno realmente quería separarse del otro, pero ninguno iba a decir nada.

—Gracias por traerme— Verónica se acercó y le dió un beso en la mejilla.

—Agradeceme bien— Billy la agarró del cuello y la jala para besarla en los labios a lo que ella rápidamente corresponde.

Se separa mordiendole el labio lista para bajarse y entrar a su casa pero el rubio volvió a impedirselo.

—oye— la pelirroja entero de nuevo al coche —¿Mañana estarás en el Arcade?—

—¿Que? ¿Me vas a buscar?— pregunto con burla

—Solo quiero saber—

—¿Por qué?—

—¿Quieres que te de una razón para todo?—

—Si—

Billy soltó un suspiro —Tal vez podríamos vernos— alzó los hombros