—Lo lamento, tengo que ir al baño— se disculpo con el chico para seguir a Billy a la habitación donde se había metido.
Billy volteó al escuchar la puerta abrirse, viéndola entrar, ella le sonrió.
—Hola— lo saludo con una voz calmada
—No sabía que ibas a estar aquí—
—Si bueno, Steve me invitó—
—¿Es tu cita?—
—No, solo me trajo—
—Bien— aparto la mirada y agarro una pelota de ping pong que estaba en la mesa de dicho juego, Verónica observó la habitación y era más como una pequeña oficina, probablemente del padre.
—¿Quieres jugar?— señaló la mesa al ver que el chico mostraba un poco de interés
—¿Sabes jugar ping pong?— pregunto con gracia —Por que no creo que me puedas ganar— presumió haciendo reír a Verónica
—No se jugar ping pong, pero...— alzó la mano mostrándole su vaso lleno de cerveza y lo coloco en la mesa.
—¿Beer pong huh?— sonrió de lado
—Creo que ahí si te puedo vencer— presumió ahora ella
—Soy el Rey del barril ¿Lo recuerdas no?—
—De hecho, no tenía ni idea— alzo los hombros, era verdad, según lo que ella sabía era Steve, pero al parecer quedó en el pasado.
—Como sea— coloco su vaso en la mesa —¿Haces los honores?— le aventó la pelota que ella ágilmente atrapo.
—Cambiemos las reglas, cada vez que mi pelota caiga en tu vaso tu me dices un secreto, algo que nunca le hayas dicho a nadie ¿De acuerdo?— Creyo que sería una forma divertida e inusual de conocerse.
—Y si mi pelota cae en tu vaso, te quitas una prenda—
—Idiota— Rio con una sonrisa que hipnotizó al rubio sin siquiera darse cuenta, y sin ella saberlo sus ojos brillaron —Mi regla aplica para los dos, yo tengo la pelota así que decido yo— sacudió la pelota entre sus dedos
—La próxima vez yo tendré la pelota y yo pondré las reglas— amenazó de broma apuntandola con su índice.
—Bien señor "Yo mando aquí"— bromeó
Verónica lanzo la pelota a la mesa con la mejor puntería que pudo, pero fallo y la pelota cayó al suelo.
—Perdon ¿Dijiste que eras mejor? Por qué no lo veo— Se burló de la chica al ver su fallido intento
— ja ja, muy gracioso, es para darte ventaja—
—Ya veremos— sonrió con gracia, sonrisa que causó que la chica, que se había puesto sería tras fallar, agrandara una sonrisa hasta mostrarle sus bonitos dientes.
Billy tomo su turno y al igual que Vero, falló, ocasión que la mencionada aprovecho para burlarse de él.
—Tengo una idea, cada vez que fallemos, antes de volver a tirar, tenemos que beber un vaso, dar 5 vueltas y tirar, cómo castigo—
—Dios, tus reglas están más fumadas que mi amigo Jhon— comento con una pequeña risa al escuchar tanta locura saliendo de la boca de Veronica.
—¿Si o no?—
—Bien, pero eso significa que debes tomar un vaso— le extendio el vaso con alcohol, que ella agarro y bebió.
—Ven aquí— se acercó a ella tomando su mano para empezar a darle vueltas.Al terminar la chica sintió el mareo pero lo soporto, volvió a tomar la pelotita y con toda la concentración del mundo la rebotó en la mesa para que cayera en el vaso.
—¡Wuuuu! ¡Toma eso! Después de todo no soy tan mala— festejo su primera victoria de la noche.
Festejo extraño que causó que el rubio no parará de reír
—Bien, mi turno—
—Ah ah ah, alto ahí, es la hora de tu secreto—
—Carajo— maldijo, realmente no sabía que responder —No tengo ningún secreto, soy totalmente transparente—
—No mientas, debes tener uno—
—Nop— alzo los hombros fingiendo inocencia
—Bien, si no hablas por tu cuenta entonces yo te haré una pregunta—
—No, porfavor—
—¿Qué..— sientes por mi?, No, no podía preguntar eso, a m i g o s, ya lo sabía, ambos lo sabían —... Prefieres, no volver a California nunca o no volver a ver a la persona que más amas?—
—Que pregunta de mierda— se burló
—¡Responde!—
—Supongo que— soltó un suspiro —No volver a ver a esa persona— se fue por esa opción porque de hecho no era la respuesta de una tonta pregunta, era la realidad. Jamás volvería a ver a su madre, a quien había amado tanto, pero no sé lo iba a confesar a Verónica.
—Okay, ven aquí— el rubio la miro confundido —Voy a darte vueltas antes de que tires—
Billy bebió su respectivo vaso y dió sus vueltas para después tirar, y para su buena suerte, dio justo en el blanco
—Mira nada más, tu turno muñequita—
Aquel apodo causó escalofríos en Verónica.
—¿Cuál es tu mayor miedo?——Y yo era la de las preguntas de mierda— se burló — Mi mayor miedo es... Las arañas—
Billy soltó una carcajada demasiado fuerte, sacando de onda a Verónica
—¿Es una puta broma?— pregunto sin dejar de reirse
—¡Claro que no! Son muy feas y me dan miedo—
—No te creo, hay algo a lo que le temes aún más—
Tengo miedo de nunca ser suficiente y que mis padres tengan razón, no soy una buena persona, nadie me merece y me quedaré sola el resto de mi vida.
Claro que no lo iba a confesar, no aún.
Otras dos rondas y ninguno había vuelto a ganar, hasta que Billy logro encestar de nuevo.
—Bien, ¿Alguna vez has estado en alguna pelea?— pregunto con una intención detrás, recordaba ese día que la encontró en la calle, ella había salido a caminar, pero no pudo ignorar el moretón en su mejilla, un moretón que había visto muchas veces en su propia mejilla después de una discusión con su padre, pero se negaba a creer que Verónica pasaba por lo mismo.
—¿Peleas?— él asintió —mmm no—
—¿En serio? ¿Ni siquiera con...Tus padres?—
Verónica lo miro pero rápidamente bajo su mirada, si tan solo pudiera decirle cuántas veces había pasado, pero todavía no sabía muchas cosas sobre ella y no le iba a decir tan fácil.
Y Billy lo noto, cómo ese brillo en sus ojos que había tenido toda la noche desde que empezaron a jugar se desapareció. No sabía que estaba dando a entender, y se arrepintió por haber arruinado el ambiente de risas y burlas dónde los dos estaban sonriendo geninuamente.
—No— hablo por fin, pero ese tono de voz era frío y seco
—Oye por qué no... Salimos de esta aburrida fiesta— propuso tratando de cambiar el ambiente tenso
—Si claro, solo tengo que avisarle a Steve— salió de la habitación sin dejarlo responder, aquella pregunta la había hecho recordar muchas peleas con sus padres, muchos golpes sobre todo.
ᓚᘏᗢ
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𝐓𝐡𝐞 𝐎𝐧𝐞 / Fanfic / Billy Hargrove
Fanfiction"𝘽𝙪𝙩 𝙞𝙩 𝙬𝙤𝙪𝙡𝙙'𝙫𝙚 𝙗𝙚𝙚𝙣 𝙛𝙪𝙣 𝙄𝙛 𝙮𝙤𝙪 𝙬𝙤𝙪𝙡𝙙'𝙫𝙚 𝙗𝙚𝙚𝙣 𝙩𝙝𝙚 𝙤𝙣𝙚" . Verónica Miller y Billy Hargrove tratan de mantener una extraña relación para nada común con miedo de que terminó de forma que ninguno de los dos quie...