Prólogo

168 10 31
                                    

Para Mena, gracias por apoyarme en esta locura. nxtstxv

Mira qué cosa más linda, más llena de gracia

Es esa muchacha, que viene y que pasa

Con su balanceo, camino del mar

Niña de cuerpo dorado, del Sol de Ipanema

Con su balanceo, es todo un poema

La chica más linda que he visto pasar

Y allí estaba, frente al mar. Escucharía esa canción mil veces, tantas que se había convertido en mi personalidad. Yo era la chica de Ipanema. Había recorrido el camino de nuevo. No importaba ya.

—¿No vendrás a la fiesta, Ámbar? Es tu despedida.

—Me quedaré un rato más.

Salí de la favela hace mucho tiempo como para gastarlo en recordarlo. La misma historia de siempre, ¿saben?, un padre que se fue, una madre con una hija y la desesperanza en el corazón. Sacudí la cabeza porque eso no era relevante para mi nueva historia. Solo importaba el mar. Unos años atrás era lo único que me hacia sentir. La bahía de Ipanema se extendía frente a mi, gente gritando y disfrutando la resaca del carnaval. Cerré los ojos, dejando que la brisa marina me recordara de dónde venia. La ropa y el bolso olvidados en la arena, corrí al agua como una chiquilla. Probablemente sería mi última vez, antes de abandonar mi precioso Rio y la bahía que tanto había amado.

—¿Qué hace una chica tan guapa como tú en la playa?

Rodé los ojos, no era una novedad que los hombres se acercaran a mí. Veintiséis años de edad me habían hecho una mujer guapa, deseable, con las curvas en el punto exacto.

—Escapando de idiotas como tú.

—El miedo no te va a llevar a ningún lado, no gana ninguna pelea.

—¿Quién te ha dicho que tengo miedo?

Sus gritos lograron su cometido, que yo saliera del agua, chorreando. El mar y su paz habían quedado olvidados cuando la ira se apoderó de mi. ¿Quién se creía para no dejarme en paz?

—Lo puedo ver en tus ojos, solo eres una cachorra asustada jugando a ser sirena.

—¿Cómo te atreves?

—¿Te he ofendido? ¿He dicho algo incorrecto?

Fruncí el entrecejo, a la luz de la luna podía ver el rostro de aquel hombre. ¿Cómo podía describirlo? Moreno, pero eso solamente podía ser por el tiempo pasado bajo el sol, unos ojos de color claro se oscurecían por la pesada noche, pero no podía decir que había nada especial en él.

—No eres de aquí, ¿verdad?

—¿Qué lo delato?

—Tu portugués es malísimo.

Escuché la voces de mis amigas y esa fue mi despedida; tomé mis zapatos y eché a correr a ellas. No habría forma de encontrarme de nuevo con esa persona tan nefasta, Rio era una ciudad grande, llena de turistas que solamente quería divertirse. Caminamos por Ipanema, riendo y bromeando como siempre. Ni siquiera parecía que me iría hasta el momento de alzar nuestras Caipirinhas al aire.

—¡Por Ámbar y su nueva aventura en los Estados Unidos de América!–gritó Lua—¡Qué se folle a los gringos necesarios hasta tener la nacionalidad!

Me ruboricé, pero alcé mi copa apoyando la moción.

—¡Vaya! ¡Ya es hora de que te alejes de ese novio tuyo que no sirve para nada!—comentó otro de mis amigos—Solamente hace que tu linda cara se llene de lágrimas y las pecas se te marquen en el sol.

—Si quieres follar conmigo, Carlinhos, solo tenías que decirlo.

Las burlas no se hicieron esperar; cuando estábamos en la enseñanza media, mis compañeros esperaban que fuera abogada. Las respuestas viperinas, rápidas y sarcásticas siempre habían sido mi especialidad; pero al final decidí irme por lo que me daría más dinero y me convertí en economista.

—Te vamos a extrañar, Ámbar—me dijeron con sinceridad al término de la fiesta.

Ni siquiera recordaba el resto de la noche, no me despedí de mi madre que se dormía en el sofá frente al televisor. Ya habría tiempo, no estaría fuera para siempre. Subí por la ventana, como le había hecho desde niña; mi delicado cuerpo recordando con la memoria de un gato como llegar al tejado.

—Mi Brasil, te prometo que volveré siendo una mejor persona.

Estuve arriba hasta que el sueño comenzó a vencerme. No desperté hasta que escuché un motor. Aquel taxi significaba me despediría de la playa de mis amores, de mi familia y amigos para encontrarme con el peor de los problemas: enamorarme; aunque eso todavía no lo sabía.

—Intentaré llamarte—le dije a mi madre—Te quiero.

Obviamente, no lo hice. Después de muchas horas en un avión que tanto odiaba, lo único que quería era tumbarme en una cama hasta que tuviese que ir al trabajo.

—No puedes dormir, Ámbar—me reprendí, lanzando mis valijas con dramatismo—¡El cambio de horarios te asesinará en tu primer día de trabajo! ¡No quieres que te despidan!

Una vez que me infundí el valor suficiente, me di una ducha, me calcé los tacones rojos que siempre me acompañaban, jeans y un top, saliendo al primer bar que encontré.

—Me da un Manhattan, por favor—le pedí al camarero.

El hombre se apresuró a atenderme, mientras yo me arrepentía de todos mis pecados al quedarme despierta. Me llevé las manos a la cara, intentando mantenerme consciente por lo menos una hora más.

—¿Qué hace una chica como tú en un bar como este?

Volteé a ver a aquel hombre, tan guapo y decidí que, por una vez en mi vida, contestaría con la verdad.


—Soy nueva en la ciudad y me niego a dormir o mañana no entraré al trabajo a tiempo.

—¿De dónde viajas?

—Rio de Janeiro.

—Yo estuve allí una vez.

La conversación con él era rápida, parecía que pensaba tan rápido como yo y no dejaba de retarme mentalmente. Tres o cuatro bebidas después, estábamos más cerca de lo que había imaginado.

—Vivió por aquí...—comentó—¿Te gustaría ir a mi apartamento?

—Ni siquiera me has dado tu nombre—solté, aunque mi mente solamente pensó: ¿qué más da?

—Scott O'Hara.

—Ámbar Sousa.

Eso fue lo único que necesitamos para tomarnos de las manos. Efectivamente, vivía muy cerca de esa bar, para ser exactos; en una sucia buhardilla encima de él. Apenas logró abrir la puerta pues nos fundíamos en besos desesperados, la ropa volando por todos lados. Definitivamente, no dormiría aquella noche. 

¿Qué opinan? 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Qué opinan? 

Bienvenidos a mi nuevo intento de escribir original, espero que el romance funcione mejor que la fantasía. Actualizaciones los lunes 

Gracias por leer, votar y comentar. 

Asterie

09 de Noviembre del 2022. 

Ni Tan SolosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora