Help me yukasa [Giyuu-Shino] En E D I C I O N

Una Semana Es Todo Lo Que Uno Necesita Para Enamorarse

Hoy era el último día que Shinobu se iba a quedar aquí. Saltó por el pasillo como si fuera suyo, intentando encontrar a cierto yakuza para molestar. Desde que Shinobu se convirtió en un 'rehén', el pasillo parecía mucho más animado, con ruidos saliendo de cada puerta mientras pasaba junto a ellas. Estaba convencida de que ahora era amiga de los yakuzas.

—¡Ahum-!— Shinobu sintió que una diminuta figura chocaba contra sus muslos. Abrió mucho los ojos al mirar a la pequeña niña sentada en el suelo, frotándose los ojos con sus puños redondos y regordetes.

Shinobu visiblemente dio un grito ahogado de horror.

—¿Jefe Giyu, de Yakuza-san?—

«Vamos de nuevo.»

La cabeza de Giyu volvió a doler.

—Señor... Esta mujer...—

—Yo... sigo siendo un yakuza...— Giyu levantó la cabeza al ver a Shinobu sosteniendo a una niña en sus brazos. Luego miró a Shinobu, que tenía ojos brillantes pero enojados, disparándole dagas brillantes.

—¡¿Cómo pudiste secuestrar a tan... una niña linda?! ¡¿La ves? ¡Su redondez? ¡Su pelo? ¡Su kimono está sucio! ¡Es tan linda! ¡Estaba tratando de escapar del lugar y...!— Los gritos de Shinobu se cortaron cuando la niña de repente extendió los brazos hacia Giyu, sus mejillas regordetas volviéndose aún más regordetas por la sonrisa.

—Geeeyuuu unkle— dice la niña alegremente, con los ojos cerrados. Shinobu simplemente se congeló.

Giyu suspira, cierra el libro marrón frente a él y deja la pluma.

—Aquí. El tío está aquí— Giyu camina hacia la figura congelada que sostenía a la pequeña niña. Sacó a la niña del Shinobu congelado y la arrojó arriba y abajo en el aire mientras dejaba escapar lindas risitas. Giyu le dio una sonrisa suave y genuina cuando la niña bajó sus brazos hacia él, queriendo ser abrazada.

Shinobu solo miró fijamente. Su sonrisa era tan genuina que Shinobu casi podía derretirse en ellos.

Debería sonreír más.
Pero
¡¿Tío?!

—¿E-esta linda bola de pescado es tu sobrina?— Shinobu volvió a la realidad mientras cuestionaba a Giyu.

—Sí— Giyu se volvió hacia ella mientras la linda niña jugaba con algunos mechones de su largo cabello desordenado en sus diminutas manos. —Ella es Nezuko—. Se volvió hacia Nezuko y acarició su cabello con la mejilla, derritiendo a Shinobu con otra sonrisa característica suya.

—¡Eso es muy lindo!— Shinobu chilló mientras le arrebataba a la niña de los brazos. Shinobu también pensó en la sonrisa de Giyu mientras lo decía, pero rápidamente descartó el pensamiento al recordar el gran tatuaje en su espalda de yakuza.

Giyu observa inexpresivamente mientras arrulla a Nezuko, con las manos en alto por la emoción.

«La cara de Kochou se parece a ese emoji en mi teléfono que no puedo recordar.»

Sin saberlo Shinobu, Giyu saca su teléfono y toma una foto de la vista. Su corazón se calienta mientras mira la fotografía. Luego abre su teclado y se desplaza a través de la interminable cantidad de emojis.

«Oh, ahí está. Esta cara.»

El estado de ánimo era burbujeante y brillante, hasta que Shinobu hizo cierta pregunta prohibida.

—¿Dónde está su madre?— Shinobu de repente le pregunta inocentemente a Giyu, cuya sonrisa volvió instantáneamente a su expresión real de aburrimiento.