¡Sin mentiras! | Symbrock

III

era de noche, Eddie estaba trabajando como de costumbre. llevaba días sin hablar con Venom por estar pegado a su computadora y escribiendo miles y miles de informes sobre entrevistas pendientes.

— Eddie.

— ¿qué quieres?

— tengo hambre, ¿me comprarías chocolate?

— estoy ocupado, y sabes que odio que me molestes mientras trabajo.

— ¿soy tan molesto para ti?

— ¿tú que crees? — dijo firmemente sin despegar su mirada de la pantalla.

Venom dejó de hablar. las palabras de Eddie cada día eran más hirientes, odiaba saber que todo lo que dice es verdad, espera a que sean unas viles mentiras.

— Eddie, necesito que me prestes atención.

— Venom, ya te dije que no tengo tiempo, estoy ocupado. si quieres chocolate puedes ir tu solo donde la señora Chen.

— bien. — Venom salió del cuerpo de Eddie y se fue por la ventana. iba como una pequeña masa arrastrándose por el suelo hasta llegar a la tienda.

por suerte la tienda estaba solitaria, no habían clientes a altas horas de la noche. la señora Chen estaba leyendo el periódico distraída, no se había percatado que Venom había entrado a la tienda.

el simbionte lentamente se metió en el cuerpo de la señora Chen y la saludó como de costumbre.

— ¡buenas noches señora Chen!

— ¡Dios y la virgen de las montañas! Venom, casi me matas del susto. ¿qué haces en mi cuerpo?

— Eddie no quiere comprarme chocolate, así que vine por el.

— pobre, Eddie te está descuidando mucho, ya varias veces has venido solo.

— solo le importa su absurdo trabajo.

— no te preocupes, no le cobraré a Eddie, invita la casa.

— ¡¿enserio?!

— si, es una forma de agradecimiento que tengo hacía ti Venom, me salvaste de ese maleante que me perjudicaba todas las noches en mi tienda. así que tómalo como un regalo.

— ¡usted es increíble! — la señora Chen tomó algunos chocolates y los abrió. Venom se materializó en su hombro y abrió la boca esperando los chocolates.

la señora Chen le daba uno por uno, consintiendo al simbionte.

esa noche Venom la había pasado de maravilla, comer chocolates para levantar su ánimo es lo mejor que puede existir.