ՏᗩᖴᗴTY ᑭIᑎ 🧷 [MinLix]

✧8✧ "Soonie, Doongie, Dori"

Holam, soy Lee Know, este capítulo estará narrado por mi para contarles mejor la historia, ¿Está bien? ¿No? Nimodo, Felix me encargó que les contase acerca de cómo conocí a mis gatos.

Bueno, empecemos por Soonie.

Yo usualmente suelo ir a ayudar en refugios, ya sea donando o ayudando a las personas que ahí trabajan bañando a los gatos, alimentándolos, jugando un esto con ellos y acurrucandolos en su cama.
Ir a refugios es una actividad que disfruto mucho; es satisfactorio ver cómo gatitos cada día se van, salen de las puertas del refugio totalmente curados y listos para recibir todo el amor que se merecen.
Una semana, el refugio en el que colaboro decidió que estaríamos ayudando a gatos de otro refugio.
Ahí fue cuando conocí a Soonie, un gatito naranja en rehabilitación de maltrato.

Sus dueños lo maltrataban con fines que desconozco, pero un día, Soonie logró escapar de la casa a través de un conducto de ventilación que alcanzó.
Todo esto lo dijo una vecina que presenció cómo el gato se iba desde dentro de la casa, pero no dijo nada ya que sabía el maltrato que sufría.
El gatito llegó a la casa de la señora y está inmediatamente lo llevó al refugio.
Para el momento en el que lo conocí ya estaba mejor; las marcas de cinturones en su cuerpo ya no eran tan notorias y había mejorado considerablemente su salud.
Ese día, siento que creé una especie de vínculo con el; cuando estaba listo para irme del refugio, Soonie se acercó a mí y comenzó a arañar suavemente mi pierna. No quise dejarlo ir.
Al día siguiente, comencé los trámites para adoptarlo. Si, fue un dolor de cabeza firmar tantos papeles y recibir tantas visitas, pero, finalmente, y casi cuándo mi servicio en ese refugio estaba por terminarse, Soonie ya era mio y podría estar cómodamente viviendo en mi casa, sin recibir maltratos.

Ahora, el siguente en mi lista de gatitos es Doongie.

Soy una persona que disfruta los paseos al aire libre; me gusta caminar por la ciudad, aunque no sepa exactamente hacia donde voy.
Frecuentemente camino sin rumbo hasta encontrar una tienda nueva que me llame la atención y, después de visitarla, vuelvo a casa.
Ese día estaba en uno de mis "Paseos Astrales" cuando llegué a un callejón sin salida.
Uno de esos en los que fijo te venden droga.
Pero me llamó la atención una cajita de cartón que tenía una manta azul dentro; reconocí rápido que debería haber un gatito cerca y me aproximé a la caja.
No encontré nada, solo rastros de pelo.
Todavía tenía esperanzas de encontrarme con el gatito que estaba, muy probablemente, abandonado.

Me parte el alma saber que hay gente que tiene el corazón para dejar varados gatos domésticos, que no saben valerse por sí mismos.
Esperando encontrarlo, fui hacia una tienda cerca y compré una jaula de transporte y comida.
Lo mínimo que iba a hacer era llevarlo la veterinario, y quizá después a un refugio donde le pudieran dar la vida que se merece.

Volví unos cinco minutos después para encontrarme con un gatito naranja, parecido a Soonie, recostado en la caja.
Me acerqué con cuidado, tratando de no asustarlo y le ofrecí el sobre de comida.
Era un gato muy dócil, no se asustó cuando me le acerqué ni cuando comencé a acariciarlo.
Traté de levantarlo para ponerlo en la jaula y se dejó, no me esperaba eso de un gato callejero, pensé que me iba a arañar, pero fue muy dulce conmigo.
En cuanto se subió lo llevé al veterinario, para su suerte no había contraído ninguna enfermedad producto de estar en la calle, pero si tenía algunos rasguños y golpes, indicando que fue maltratado y, después de ser abandonado, se peleó con otros gatos.
Lo tuvieron en rehabilitación por un tiempo en la clínica (Rehabilitación que obviamente pagué) y aproximadamente una semana después me marcaron para decirme que ya podía irlo a recoger.

Me aseguré de comprarle un collar, su propia cama, suficiente comida para alimentar a dos gatos, sus platitos para comer y sobre todo juguetes.
Estaba emocionado, quería saber si se llevaría bien con Soonie y si me aceptaría como su amigo.