"Esperanza"

Capitulo 17

Una hora antes:

Allí se encontraba Naoto desesperado, cansado preguntándose si llegar a amar seria así de complicado, se recordaba a sí mismo como esos personajes que llegan a hartarte por ser tan indecisos preguntándose una y otra vez si hacían lo correcto, los odiaba, aunque ahora se encontraba en la misma situación.

-Naoto, ¿Qué haces aquí? - escucho la adormilada voz de su hermana al otro lado de la puerta y sintió todo su cuerpo crisparse, mientras escuchaba abrirse el cerrojo de la puerta. Se pregunto cómo haría esto, tenía miedo su hermana no era la más fácil para tratar cuando se enojaba.

-Necesito hablar contigo, es urgente- dijo serio, era una situación que necesitaba nervios.

Al ingresar Hina cerró la puerta detrás de él, Naoto vio que el apartamento estaba a oscuras a excepción de la luz de las ventanas que se acompañaba por una pequeña lampara de luz tenue, camino despacio sintiéndose como un intruso a punto de hacer terrible, pero quien podía alegar que esto no era cierto, Hina a su vez fue prendiendo cada una de las luces de la sala.

-Hina, por favor siéntate- con la voz calmada Naoto la llamo, mientras se sentaba en uno de los sillones.

-Espera, no quieres algo para tomar, tengo te o prefieres café o....- Hina comenzó a enumerar cada cosa que tenía, su instinto le decía que estaba por escuchar algo muy malo

-Hinata! - Naoto la callo- siéntate, es importante.

Hina así lo hizo, entonces Naoto comenzó, le conto todo desde el primer momento que amaba a Takemichi, su confesión, los viajes en el tiempo, el plan de Chifuyu y Mikey, todo, pero solo había un problema nunca pudo ver a Hina mientras lo hacía.

-Eso es todo, perdóname Hina pero no quiero renunciar a Takemichi- esa era la verdad, Naoto no quería, se decía que no podía era una mentira porque todos sabemos que Naoto hace lo imposible, posible si se trata de Takemichi. Aguardo por una respuesta, un insulto, un golpe, pero nada llego, cuando al fin alzo la vista vio a su hermana mirando a la nada, sabía lo que significa se estaba rompiendo, y era su culpa.

Se acerco a ella, tratando de abrazarla, pero Hina reacciono y trato de alejarlo lanzando golpes descoordinados al cuerpo frente a ella, Naoto no dudo y se acercó a un más envolviéndola en un abrazo cargado de disculpas, ella aun trataba de luchar hasta que fue perdiendo las fuerzas con cada lagrima que derramaba y se permitió abrazarlo. Naoto la entendía, solo otra persona a la que le han roto el corazón podría entenderla, el consejo de su madre había funcionado, como siempre "Recuerda Naoto siempre que trates de aliviar un corazón que haya sido lastimado lo mejor que puedes hacer por esa persona es abrazarlo y con el demostrarle todo el amor que tienes eso funciona mejor que cualquier frase...".

-Naoto, ¿Por qué lo hiciste?, por tu culpa Takemichi ya no... - la voz amortiguada de su hermana lo trajo de vuelta al presente, pero que podía responder a eso.

-No lo sé, de verdad no lo sé- Naoto apretó más el abrazo- trate de ignorarlo, pero terminaron pesando más que mi propia conciencia.

- Por favor suéltame.

Naoto obedeció y despacio la fue liberando, pudo ver sus ojos rojos, entristecidos con pequeñas lagrimas formándose una y otra vez cada que ella trataba de limpiarlas.

-Se que no te vas a rendir, y yo le debo demasiado a Takemichi, si él te acepta quédense juntos- la voz de Hina se iba perdiendo de a poco-. Pero no me busques por un tiempo porque si te veo, tal vez te grite cosas que luego me arrepentiré.

-Entiendo, ¿un último abrazo? - Naoto realmente deseaba que su hermana fuera feliz.

Se dieron ese abrazo acompañado por leve sonrisa de cada uno, ambos encontrarían la forma de resolver esto. Después de unos minutos más Naoto dejo el lugar, se sentía un poco más ligero, la última parada lo esperaba, la fiesta de cumpleaños.

Ahora todo recaía en las manos de Takemichi.