𝓼𝓪𝓷𝓬𝓽𝓾𝓪𝓻𝔂 [ɴɪᴄᴏ ᴅɪ ᴀɴɢᴇʟᴏ]

Capítulo diez

"Diez minutos más"
POV _________.

Tome con firmeza el cerillo y lo raspé en la caja con fuerza hasta que finalmente pude generar la fricción suficiente para que encendiera. La flama al principio era pequeña y tenue. Después de unos segundos comenzó a hacerse más grande. Me acerqué a la última vela que estaba en el piso de madera y acerque el cerillo a la mecha. Se encendió y la flama comenzó a danzar junto a las demás de las otras velas que ya había encendido. La estatua del dios Tánatos estaba iluminada por el fuego. Por un momento pensé que haríamos un ritual o algún hechizo mágico, para ser honesta, hubiera preferido mil veces eso. El día de hoy había sido abrumador, después de tantas cosas lo único que quería era perderme en mi y olvidarme del mundo por un rato. Intentaba no pensar en mi ascendencia divina, pero era imposible. Ahora muchos vacíos que había tenido a lo largo de mi vida estaban llenos y tenía una respuesta concreta.

—Te noto un poco distraída— la voz de Aris se hizo presente a un lado mío. Sus ojos azules se posaron sobre los míos leyéndome a la perfección. Bajé la mirada intentando ocultar como realmente me sentía. No quería demostrarle que lo había pasado, realmente me afecto. No quería verme débil.

—Ha sido un día complicado. De hecho tengo que hablar contigo antes de ir a la misión—susurré.

Me giré hacia atrás asegurándome que los demás estuvieran lejos. Willow y Pandora discutían mientras sacaban un baúl de madera debajo de una cama. Nico di Angelo se encontraba en una esquina observándonos. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir su mirada penetrante.

—No puedo decir mucho, pero nos están vigilando.

Aris sabía perfectamente cómo controlar sus gestos y expresiones. Era difícil de leer. Ya le había advertido, solo necesitaba un par de minutos a solas con el para contarle absolutamente todo.

—Ya hablaremos después—volvió a susurrarme y me sonrió— Respectó a nuestro reconocimiento, ¿te sientes bien? Se que es un tema delicado...

—No dejo de pensar en eso, ahora tengo muchas más preguntas. Es difícil.

Aris asintió con un leve movimiento de cabeza.

—Ahora solo tendremos que aprender a vivir con eso. Te quiero _____— me susurró.

—Y yo a ti—sonreí un poco más liberada.

Estaba contenta por no estar sola en la
misión, Aris era muy especial para mi.

Willow saco tres botellas doradas de un baúl que tenía debajo de su cama y nos obligó a ponernos en círculo. En la organización no nos permitían consumir ningún tipo de alcohol, así que me resistí un poco al principio. La chica me pasó la botella y le di un pequeño trago, el sabor era entre dulce y amargo. Extrañamente, me gustó. Aris también lo probó y siguió bebiendo sin control. Trate de quitarle la botella pero fue imposible.

—Opino que deberíamos jugar algo para conocernos mejor—las mejillas de Willow estaban coloradas y comenzaba a hablar un poco torpe. La botella de vino que traía en la mano, ya estaba por la mitad. Pandora se la arrebató inmediatamente y la puso a un lado de ella.

—¿Qué quieres jugar?— preguntó Pandora dándole otro trago al líquido, sus labios estaban completamente rojizos.

—Algo muy fácil, giraremos la botella de vino que ya está vacía y al que le toque le preguntaremos "Verdad o Reto".

Jamás había escuchado sobre ese juego, pero de alguna forma me interesó. Así podría conocerlos mejor, conocer sus debilidades y fortalezas. Información que sería útil para mi misión.