Capítulo uno

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"𝐏𝐬𝐢𝐪𝐮𝐞"

POV ______.

Sujeté con fuerza la daga dorada sobre el cuello de mi víctima. Su respiración se escuchaba entrecortada y agitada. Intentó soltar un quejido pero lo impedí presionando con más fuerza el filo del arma contra su piel. La sangre comenzó a chorrear después de hacerle una ligera cortada, advirtiéndole que no hiciera ni un solo movimiento. El aire olía a combustible quemado y a desperdicios. No lo toleraba más, era repugnante.

—No tiene caso que sigas poniendo resistencia—dije irritada y amenazante—Cumple con tu parte del trato y me abstendré a cortarte la garganta.

Lo solté un poco para que me respondiera. Levantó las manos en señal de rendición y comenzó a temblar. Las gotas de sudor comenzaron a aparecer en su sien y se deslizaron por su piel hasta caer al piso.

—De acuerdo, les daré las pociones al precio que acorde con su jefe. No pediré más—dijo el vendedor de forma vacilante.

—Debo de admitir que fui demasiado blanda contigo—sonreí y volví a presionar el filo contra su piel— ¿Ahora comprendes porque no debes de jugar con nosotros?

Comenzó a sollozar y sonreí.

Lo solté por completo y sin bajar la guardia mantuve mi daga en posición de ataque por si se le ocurría hacer algo en mi contra. Frente a mí se encontraba mi compañero de misiones y la única persona que tenía en mi vida, Aris. Miraba con diversión la escena mientras fumaba un cigarrillo, despreocupadamente.

—Primero entréganos la mercancía y si todo está en orden, recibirás el pago—finalmente habló y expulsó lentamente el humo por sus labios—Es tu última oportunidad para salir con vida. No creo que quieras terminar como tus compañeros.

Señaló hacía los hombres que se encontraban inconscientes detrás de él. Cuando llegamos, no dudaron en atacarnos y querer cambiar el trato. Así que nos defendimos, nunca lastimamos a alguien sin razón alguna.

El vendedor seguía de rodillas viéndonos intranquilo. Pude sentir su miedo en toda la habitación, motivo que me irritó más. Me acerqué a él y le di una patada en las costillas. Salió de inmediato de su shock, se levantó y corrió hacía la puerta que daba a la bodega. Le eche una mirada a Aris.

—Creen que porque somos jóvenes pueden aprovecharse de nosotros—dije mientras limpiaba la sangre de mi daga con un pañuelo desechable. Hice una mueca hasta que estuvo completamente limpia.

Aris soltó una risa.

—Lo sé, tuvo suerte de que no lo hirieras más.

—Odio estos encargos del jefe. Se que somos criminales pero tratamos con gente peor que nosotros. Al menos cumplimos con los tratos.

—Si quieres puedes terminar de hacerle el corte en la garganta, no me voy a oponer.

—Lo considerare—torcí mis labios y lo miré de mala gana.

La puerta de la bodega se abrió y salió el vendedor con una caja grande de cartón. La cortada que le había hecho se veía a simple vista y todavía salía un poco de sangre a través de ella. Caminó hasta nosotros y dejo la caja en el piso. Dio unos pasos hacia atrás atemorizado.

𝓼𝓪𝓷𝓬𝓽𝓾𝓪𝓻𝔂  [ɴɪᴄᴏ ᴅɪ ᴀɴɢᴇʟᴏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora