𝓼𝓪𝓷𝓬𝓽𝓾𝓪𝓻𝔂 [ɴɪᴄᴏ ᴅɪ ᴀɴɢᴇʟᴏ]

Capítulo catorce

"Un rumbo diferente"

POV NICO.

Mientras viajaba a través de las sombras, mis pensamientos comenzaron a fluir y a aparecer en forma de destellos, como si estuviera viendo el trailer de una película. Por lo general, en las misiones que he tenido, siempre había estado concentrado y enfocado. Aunque un par de veces estuve a punto de morir, todo me había resultado bien. Esta vez no tenía que ser la excepción, pero era difícil. Sentía que esta misión era el doble de incierta y que algo muy peligroso se avecinaba, algo con lo que nunca nos habíamos enfrentado los semidioses. Aparte hicimos un grupo de emergencia, sin profecía.
No teníamos ninguna pista de lo que se nos presentaría en el futuro. Caminábamos con una venda en los ojos y sin un rumbo fijo.

Ahora todo se complicaba más, _________ Amadis. Desde que la había salvado del monstruo en el parque, todo se volvió más confuso. No encuentro las palabras adecuadas para describirlo, posiblemente ya lo había sentido antes, con Percy Jackson o con mi ex novio Will, solo que me resistía a aceptarlo. Podía sentir su aura y su energía, desde que la había conocido sabía que era alguien poderosa, y no ha parado de demostrarlo. Además era preciosa. Quería creer que se trataba del efecto de Eros sobre mi, pero definitivamente no lo era. Tenía menos de dos semanas de conocerla, pero la atracción era inevitable. Era imposible decidir si sentir o no, era como echar una moneda al aire. Borre esos pensamientos inmediatamente, mientras seguía sumergiéndome en la oscuridad. Recordé la conversación que había tenido con Pandora el día que jugamos captura la bandera, sobre lo que había descubierto acerca el grupo de semidioses y que _______ y Aris eran sospechosos. Un sabor amargo se hizo presente automáticamente. No quería pensarlo, pero no podía confiarme. Por más que había revisado sus antecedentes y su historia, seguía sin fiarme.
En conclusión, estaba en un dilema. No olvidaba el sabor de los labios de _________ y mi cuerpo me pedía más. Por otro lado, tenía que seguir desconfiando hasta que descartara por completo que estuvieran con el bando enemigo. Finalmente, la habitación del hotel apareció y dejé de meterme a través de las sombras. Pandora corrió y dejó a su hermana semiconsciente sobre la cama, ahora tenía los ojos en blanco y no dejaba de quejarse. El dolor seguía siendo insoportable. Tomé una de las mochilas que habíamos llevado y saqué rápidamente la ambrosía y el néctar, no iba a curar a Willow por arte de magia pero podía ayudarla. Se la pase a Pandora y primero le dio el pequeño trozo cuadrado, Willow se lo pasó y ahogó un grito, seguía siendo insuficiente. Pandora me miró desesperada y le dio de beber el néctar. Esperamos unos segundos hasta que dejo de quejarse, era buena señal.

—Malditos espíritus del inframundo— gritó Pandora. Tenía el cabello platicado revuelto y sobre la cara. Se veía cansada y a punto de colapsar. La entendía perfectamente, sabía que se sentía ese instinto de protección hacía tus hermanas. Una imagen de Bianca y Hazel aprecio de repente, esperaba ver a Hazel pronto pero por el momento no podía ponerme en contacto con ella— ¿Ahora que haremos? Willow esta demasiado débil, no se si despierte pronto y tenemos que seguir con la misión...

Los ojos de Willow por fin se cerraron, lo único que se escuchaba era su respiración.

—Nunca había visto algo así, ni siquiera conocía a estos espíritus. Al parecer el Inframundo sigue escondiendo varios misterios— dije pensando en que podíamos hacer. Y la única respuesta que tenía, era peligrosa— Vamos a tener que buscarlas de nuevo o...

Pandora me vio con el ceño fruncido pero con una chispa de esperanza en sus ojos color avellana.

—No puede ser posible....no debemos separarnos, es lo que quieren— negó con la cabeza.

Los hijos de los dioses del Inframundo teníamos un amplio conocimiento sobre los secretos que albergaba el mismo. Solo se me ocurría una cosa, que podría salvar a nuestra amiga. Durante años me negué a tener una buena relación con los hijos de la mano derecha de mi padre, más bien evitaba todo tipo de relación con cualquier humano, hasta que Pandora llegó al Campamento y posteriormente los demás. Ahora los consideraba como mis familiares lejanos, teníamos muchas cosas en común y no hablo de la oscuridad que habitaba en nosotros. Tenía que arriesgarme.  No podía perder a una amiga más.