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―¡Tío tengo mucha hambre!

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―¡Tío tengo mucha hambre!

Una adolescente de dieciséis años entro al bar, pero se detuvo en seco al mirar como el perro guardián de su tío golpeaba a alguien.

―¡Diablos, escondan todo! ―Ordeno su tío rápidamente, mientras le cubría sus ojos. La menor esperó en silencio hasta que terminaran de deshacerse del cuerpo bañado en sangre que vio hace unos minutos.

Era normal para ella ver esta clase de escenas, ya que pasaban diario, pero la primera vez se traumó y su tío tuvo que llevarla al psicólogo a recibir ayuda. Por un tiempo pensó que estaba loca al imaginar eso.

Su tío era amoroso y buena gente, no era esa clase de persona mala y luego descubrió que su tío barato si era un mafioso del bajo mundo.

Todo su mundo se desmoronó, lo evito por tres meses y luego volvió.

Después de todo, ella ama demasiado a su tío barato y a los demás.

―Tío, ¿ya me puedes quitar tu mano? ―Pregunto la adolescente al no oír movimiento. ―Gracias. Como te decía, tengo mucha hambre .

―¿Tu agente te mata de comer para las pasarelas? 

―Yiyi es bueno, pero quiero comer contigo y los otros... ―Ella miró hacia todos lados y no vio a nadie más.―Por cierto, ¿dónde están?

―Vacaciones.

―Oh ―La menor hizo un puchero.―Espero que me traigan algo.

―Ellos no se olvidarán de ti.―El hombre acaricio sus cabellos―Ven, vamos a comer algo en el restaurante del viejo Hyel. ―Ella asintió.

Ambos caminaban a la salida, la menor le contaba todo lo que hizo en París y Londres con entusiasmo que se borró al ver a los guardias tirados en el suelo con severos golpes. Él rápidamente la puso atrás de él al ver como unos hombres con herramientas aparecían detrás.

―¿Quiénes son ustedes bastardos?

Los hombres de negro no respondieron, solo saltaron para atacar sin importar nada. Rápidamente, fueron bloqueados por el guardián.

―Escondete

La adolescente miró a su tío con incredulidad, ella también puede pelear, no era débil. Pero su tío era débil si alguien la tomara como rehén por su falta de guardia. Solo apretó los puños y lo obedeció...

Se escondió atrás de la barra donde saco una arma de bajo de una botella falsa. Escuchó la intensa pelea con ira contenida, no podría salir, pero si protegerse de cualquiera que viniera.

―¿Tú... Que haces aquí?

―Vine a devolver la moto. ―La menor alzo la mirada detrás de la barra y se encontró con unos intensos ojos grises que la observaban.

―Oh, con que allí está esa perra que tienes por sobrina. Vayan por esa belleza. Servirá para un buen burd... ―Antes de terminar el chico lo atacó.―B-Bastardo. Denle una paliza a ese muchacho también.

―¡Cierra los ojos y escóndete Somi!

La menor rápido cerro los ojos y se escondió. Escuchaba los golpes.

Dios, aún no me puedo acostumbrar a todo esto.

Dios, aún no me puedo acostumbrar a todo esto

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Problemáticos ━━━ [Mercenario Adolescente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora