Capítulo 13 - Carmesí de Sangre y Púas

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Año 1098.

Día 18 del Primer Mes de Primavera.

??? – Territorio del Clan de Osos. Yimmure.

Narrado por: Dante Dmitriev. Dan, Colmillo de Púa.

Bitácora de Dante Dmitriev, Dan, Colmillo de Púa. Hoy, Décimo Octavo día de primavera, se cumplen doscientos días desde mi ascenso a Colmillo dentro de la Sociedad de Lobos Guerreros.

Esta mañana, Kai Forster, Colmillo de Sangre, me envió una linda carta de felicitación: Entre otras cosas, me felicitaba por haber sobrevivido doscientos días como Colmillo pese a las expectativas de todos, mientras me reafirmaba que Geo no se equivocó al recomendarme para este cargo... Kai es adorable, es mi Colmillo favorito, por mucho.

Aún no puedo creer que han transcurrido doscientos días desde que se me concedió el honor más grande que he recibido. Ser considerado la élite dentro de una Organización secreta conformada por algunos de los guerreros y estrategas más poderosos... Es un elogio tan grande para un chico de Campione como yo, que en ocasiones me pregunto si lo merezco.

Fui recomendado a este cargo, por Geo Greyrock, a quien además considero mi maestro dentro de esta Organización. Se me consideró para ostentar la posición de Colmillo de Púa, por haber realizado una hazaña considerada por todos "suicida" por la mayoría.

Hoy en día, muchas personas me reconocen como el Colmillo de Púa, el proyecto de una científico brillante, el guerrero del bajo distrito de Campione, que estando en Yimmure, derrotó a un escuadrón de más de cincuenta guerreros del Clan de los Leones en un arrebato de ira mientras exhibía su descomunal poder... Muy poca gente en realidad me reconoce como un hombre perdido que intenta reencontrarle el sentido a su vida, luego de haberlo perdido todo.

Un hombre arrogante, ignorante, engreído y megalómano, que creyendo ser invencible jugó con fuerzas que no pudo controlar, y pagó el precio con intereses... Alguien que solo podría encontrar refugio en una alcurnia de megalómanos narcisistas, manipuladores y caóticos como lo es esta cuna del averno llamada "Sociedad de Lobos Guerreros", y que yo llamo "El único lugar al que puedo pertenecer"

Y en cuya causa, quizá, logre encontrar finalmente el sentido de mi vida...

Saliendo un poco de mis depresivos desvaríos y volviendo a mi bitácora, mi día doscientos como Colmillo no se diferencia mucho de los anteriores: Me encuentro en un lugar sin nombre, en una región sin nombre, oculto en un conjunto de pequeñas tiendas de campaña escondidas entre grietas y cañones rocosos del territorio del Clan de Osos.

Dentro de este lugar no habita mucha gente actualmente, la mayoría de los residentes se han desplegado a cumplir labores de control en los territorios abandonados por los guerreros que se fueron a la toma de Syver, y yo, ahora mismo me encuentro, en una arenosa carpa de color arena, con hojas de papel desperdigadas por el suelo, y dibujando con carboncillos sobre un lienzo de papel amarillento y viejo.

Estoy muy cómodo con el caos, por lo que mi desordenada tienda de campaña no es molestia en lo absoluto.

No soy especialmente bueno dibujando, pero los retratos se me dan bastante bien, y más aún cuando estoy inspirado. Ahora mismo dibujo a una chica, de largo cabello, mentón afilado, pequeñas pecas en las mejillas, nariz larga y redondeada, y tupidas cejas oscuras.

Decidí dibujarla a ella porque, hace unas noches salvé su vida. Y quizá salvar una vida no suene a la gran cosa, pero, siempre que ayudo a alguien, trato de recordarlo, especialmente para aquellos ratos depresivos donde me pregunto por qué no he muerto.

Con mis dedos, detallaba las sombras del dibujo, cuando fui interrumpido, por alguien que esperaba fuera de mi tienda.

Podía ver su sombra a través de la tienda, por lo que sabía quién se acercaba.

Mastema I: Alianza de PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora