Oh! It's you →Choi San [+18]

Lifeless

La sonrisa de San cayó de golpe, al igual que su corazón.

–¿Qué?

–Que creo que deberíamos volver a la normalidad, tener la relación alumno y maestra que debimos tener desde un principio.

–Jihye, no nos conocimos en la escuela.

–¡Lo sé! Pero todo esto me está matando, sabes que si nos llegan a descubrir perderé todo lo que he conseguido hasta ahora. Además no podré seguir enseñando jamás. Y a ti solo te meterá en más problemas.

San si entendía esa parte, la entendía y la respetaba demasiado como para reprocharle algo.

–No quiero que me dejes.–Murmuró él aferrándose a su cuerpo, parecía un niño pequeño y a Jihye de le estrujó el corazón.–Te quiero demasiado como para no tenerte conmigo.

–Deberías estar con alguien de tu edad, con alguien que aún no haya hecho miles de cosas como lo hice yo.

–Noona, por favor...

–Lo siento, no puedo. Sé que te duele pero es lo mejor para ambos.

San no dijo nada más, no iba a discutirle. Solamente asintió y prosiguió a acomodar sus pertenencias.–Te llevaré a casa en la mañana Noona.

Jihye lo miró retirarse de la habitación y soltó un suspiro, no lloraría, al menos no en frente de él. Pero su garganta dolía de tanto retener aquel nudo y en su pecho sentía una gran presión. Acomodo sus cosas y dejo todo en la puerta para bajarlo.
Pero San seguía siendo atento y no permitió que alzara sus cosas solas, más le rompía el corazón a Jihye.

El camino a casa en la mañana fue silencioso, no había música, no había comentarios por parte de ninguno de los dos, Jihye se acomodó para dormir un rato más.

–Noona.–Unas caricias en el rostro de Jihye hicieron que abriera los ojos para encontrarse la mirada triste de San.–Ya llegamos.

Ella asintió y bajó, San volvió a ayudarla con sus cosas.

–Bueno...–Habló ella por fin.–Creo que aquí terminamos, no?

–Mhm.–Él asintió.–Te veré en la escuela, señorita Jihye.

Jihye sonrió levemente y depositó un beso en su mejilla.–Adios San.

–No puedo creer lo estúpida que eres.

Minhye estaba parada caminando en toda la habitación y Jihye estaba sentada en el sofá con la mirada en sus pies.

–¿Sabes que estás perdiendo la oportunidad de tu vida de por fin ser feliz? Tal vez sea un crío, pero Dios Jiji, no te he visto ser tan feliz desde que estudiábamos juntas. Antes de que el idiota de tu ex se cruzara en tu camino.

–Lo sé, y admito que soy feliz cuando estoy con él. Me siento una jovencita nuevamente pero no puedo arriesgarme a tanto como pasó los días anteriores. Perdería todo, el trabajo, mi reputación, a él.

–¿Y que piensas a hacer?

–Seguir con la vida supongo.

–¿Aunque tengas que verlo todos los días?

Jihye asintió. Aunque eso fuera lo más complicado, lo haría.

Por el lado de San no podía dejar de pensar en ella, su sonrisa, sus ojos oscuros, la forma en que se enoja cuando su cabello no colabora con su peinado, todo. Y quién más notó aquello fue Yunho.

–No quería decirlo en frente de los demás, pero ¿Te pasó algo que quieras hablar? Sé que no soy Wooyoung pero soy bueno aconsejando y guardando secretos.