A second time

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–¡¿El lunes?! ¡Pero no he preparado nada aún.

Jihye se quejó al escuchar que debería volver a trabajar el lunes, quería disfrutar un poco más de no hacer nada.

Minhye por otro lado se encontraba mirando la televisión, no le molestaba volver al trabajo. Todo lo opuesto a su amiga. Cuando la vio colgar se sentó bien para observarla.

–¿Por qué estás así? Antes te gustaba ir a trabajar ¿Qué cambió?–Preguntó Minhye.

–¿Qué Donghyun básicamente es mí jefe y debo verlo todos los malditos días al ingresar? Eso me enferma.

–Solo recuerda al guapo de la discoteca–Min le dió un empujón sonriéndole.

–Ya, ya.

–Hablando de discoteca... ¿Disfrutamos nuestro último fin de semana antes de volver a nuestra maldita rutina?

Jihye no lo dudó en ningún momento.–Acepto.

La música era muy buena, el ambiente se sentía genial y Jihye lo estaba disfrutando realmente. Tenía su vaso lleno y se movía con sus ojos cerrados al compás de la canción de Camila Cabello. Se encontraba relajada, le hubiera gustado haber salido antes.

Cuando abrió sus ojos se dió cuenta de algo, estaba sola. Minhye no andaba por ningún lado, seguramente se había ido al baño.
Jihye comenzó a caminar en medio de la gente, pidiendo permiso y disculpas a sus pasos torpes. Al menos rogó no haber tirado su vaso ni que nadie haya tirado sobre ella la bebida.

Arregló su vestido rojo para luego seguir en busca de su amiga. Pero un tropiezo de un chico ebrio terminó mojada por su propia bebida.

–¡No puedo creerlo!–Chilló sintiendo como el líquido comenzaba a llegar a zonas nada cómodas.

–Uhm, lo siento, lo siento, lo siento.–El muchacho de cabello rojo hacía muchas reverencias.

–Ya, vete.–Dijo molesta. El chico no tardó en irse dejándola allí, empapada.

Sentía que tenía mojado hasta la braga, suspiró moviendo sus manos quitando las gotas. Hasta que una figura apoyada en la pared, llamo su atención.

Le estaba sonriendo.

A Jihye le temblaron las piernas cuando lo vió acercarse a su cuerpo.–Asi que te enojas, eh?–Ese hoyuelo que tanto la había hecho pensar había aparecido de nuevo.–Que raro, en la cama conmigo no lo hiciste.

Aquel comentario la hizo sonrojarse a no más poder.

–Mirate, toda mojada en alcohol.–Él la miró de arriba-abajo negando con su cabeza.

–San...

–Ven conmigo, te ayudaré con ello.–Le tomó la mano para llevársela hacia los baños, pero se dirigió hacia el de discapacitados, el cual siempre estaba vacío.

Una vez adentro, cerró con el pestillo para que nadie lo interrumpiera. Jihye, tragó saliva al verlo con más luz, su cabello ligeramente peinado hacia atrás mientras que unos cabellos rebeldes caían por su frente, sus ojos, llamativos como los recordaba, aquella sonrisa de lado marcando ese hoyuelo.
Traía la camisa con las mangas hasta los codos, dos botones sin prender y metida por adentro de aquellos pantalones negro.

Jihye fue haciéndose para atrás a medida que él se acercaba, parecía un león tratando de cazar su presa, y vaya que Jihye se sentía como esa presa, indefensa, débil.
Su trasero terminó dando con el lavamanos del baño y un suspiró se le salió cuando lo vió agacharse en frente de ella.

–Estas toda empapada...–Él miró como una gota del líquido que solía ser del vaso de Jihye caía por su pierna. Pasó su lengua por la zona quitandola.

Un jadeo salió de los labios de la pelinegra. Su piel fría con su lengua caliente le habían proporcionando algo inexplicable. Él volvió a repetir la acción, pero esta vez llegando más arriba de lo que su vestido le permitía, robándole un gemido bajo.

Su vestido fue subiendo lentamente, dejando a la vista un lindo conjunto de encaje a juego con el color de su vestido.
Take you down de Chris Brown se podía escuchar, dándole aquel toque a la situación.

Los ojos de San se conectaron con los de Jihye por un milisegundo antes de dejar un camino de besos por su muslo antes de llegar a su feminidad, sacar su lengua y dar pasarla justo por el centro sobre la tela. Él llevó sus manos a los bordes de su braga, bajandola por completo y dejándolas en algún lugar por el baño.

Jihye sintió como sus piernas se debilitaban, él al notar ello se acomodó mejor dejando una de las piernas de ella apoyada en su hombro. Quedando con su rostro justo en una zona que empezaba a palpitar.

–San...–Murmuró ella.

–¿Me detengo?–Preguntó él levantando una ceja hacía ella, su aliento golpeaba su zona.

Jihye tardó en pensar que quería, pero en definitiva en ninguna de sus ideas estaba que él se detuviera. Un leve movimiento de cabeza fue suficiente para San.

Su vista se dirigió hacia la entrepierna de ella, su lengua lamió sus labios, primero el labio de inferior y luego el superior. Provocando que Jihye se pusiera a temblar de los nervios. Estaba expuesta a él.

Sus manos se apoyaron en sus muslos, hundiendo sus dedos en la piel blanquecina de Jihye para mantenerlas abiertas.
San dió el primer beso húmedo en la entrepierna.

Abriendo y cerrando los labios, arrancándole gemidos por lo bajo. Empujó la cadera hacia adelante, necesitando más, cosa que hizo reír al muchacho subiendo su mirada un momento. Sus pupilas se encontraban dilatadas y brillaban. Jihye evitó el contacto rápidamente, estaba avergonzada un poco. San volvió a hundir su rostro en la entrepierna llevando su boca a la feminidad, presionando un beso mojado tras otro.

Jihye cerró sus ojos, quitó una de las manos con las cuales se sostenía del borde del lavamanos y la acercó al cabello de San, enredandola allí, haciendo un poco de presión. Sacó la lengua y la presionó contra el clítoris hinchado de ella, provocando que soltara un gemido acompañado con un pequeño saltito de la impresión.

–Dios mío...–jadeó.

La lengua de San no le daba tregua a la entrepierna de la chica, se alejaba y acercaba, lamiendo y succionando, sin quitar sus manos de los muslos de ella. Impidiendo que las piernas de Jihye se cerraran debido a los espasmos de las mismas.

La feminidad de ella palpitaba y chorreaba, y San jadeaba bajo la música de fondo. Su lengua no dejaba de moverse, golpeando una y otra vez a una velocidad que ella no creía que fuera real. Chupando con ganas, tirando del clítoris, robándole un gemido tras otro, empezando a sentir ese cosquilleo en su parte baja. Iba a explotar en cualquier momento.

Dejó un sonoro beso, para luego deslizar su lengua desde la entrada hacia arriba, buscando el punto donde hacía temblar a la pelinegra.
Jihye agitó sus caderas contra la boca de San, suspirando en alto, sintiendo las olas de placer inundarla mientras el chupaba y lamía con fuerza contra ella.

–¡Dios, San!–Un grito se le escapó a Jihye y San lo entendió de alguna manera porque se apretó más a ella, sin detenerse, haciéndola explotar en el orgasmo.

Jihye cayó en cuenta que nunca se había corrido tan rápido.

–No pienses que he terminado, muñeca.–Dijo él limpiándose la comisura de sus labios.

👁️👄👁️

Ustedes pensando que no iba a hacer el lemon JAJAJAJAJA Y ESO QUE RECIÉN COMIENZA TODO.

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA VAYAN A BUSCAR LAS BIBLIAS QUE YA LAS SIENTO A LEERME TODOS LOS VERSÍCULOS.

voten y comenten mis chiquillas.

Oh! It's you →Choi San [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora