Para mi, todo era rutina. Levantarse, asearse, desayunar, ir a la universidad, salir y llegar a ese lugar reconfortante ubicado en plena cuadra camino al parque. Entrar ahí era percibir, instantáneamente, el olor a grano tostado, fuerte, amargo y acaramelado, aquel que te estremecía el paladar, volviendote agua la boca en un instante. No veo necesario mencionar mi amor por la droga más legal del mundo, el café, la mejor maravilla creada por el hombre.
Por eso me encontraba en Zúuka, mi segundo hogar.Venir a diario a la cafetería era parte de mi vida; conocía a todo el personal regular, algunos socios y a sus dueños.
A la derecha, junto a la pared, no muy al fondo del local, se encontraba mi mesa recurrente. Consideraba que mi mesa era la mejor, se ubicaba en un sitio excelente fuera del sol directo, pero no estaba en total penumbra, tenía una luz natural ideal para concentrarme y despejar mi mente. El aire frío no me daba directo, pero tampoco me moría de calor en aquel puesto, así me evitaba sudar y a su vez, que se enfríe mi tasa. Simplemente el lugar perfecto. Algunos días, una de las meseras, se encargaba de apartarla para mi.Mi pedido era el típico y exquisito café cappuccino, con el balance adecuado entre café y leche, algo dulce y espumoso. Y Cuando lo necesitaba, ordenaba mocaccino, generalmente en invierno.
Me hacía sentir en tranquilidad y confort este lugar, el ambiente tan amigable y pacífico, el aire inspiraba tanta seguridad, volviendo la cafetería tan ligera como una pluma. Todos eran muy amables o por lo menos, trataban de serlo y como si fuera poco, el local era pet friendly[1]. Se volvió mi espacio ideal para hacer deberes, compartir un café con amigos y tener momentos conmigo misma...
Ver un rostro nuevo en el café era extraño, para nada recurrente era cambiar el personal, solo hicieron falta dos días de mi ausencia para conseguirme con la personalidad atorrante de Kenay, el nuevo mesero– revienta pantys– del café. Había que admitir las apuestas fachas del sujeto, pero era un poco tonto en ocasiones, encantador y todo un gatito tierno mientras preparaba una taza de café. En mis planes no estaba conocerlo...
Algunas veces los escenarios y personajes de nuestra historia nos empujan al precipicio.
Al principio odiamos la caída hasta estrellarnos.
Y amar un poco los daños causados.
N/A:
Hola, holaa.
He vuelto por #perdílacuenta vez. ;)
Vengo con el propósito de editar la historia...
Les presento a "Un Café Más", mismos personajes, misma trama... diferentes escenarios y alguito más de drama.
¿Por qué decidí hacer esto?
Porque quiero convertir a "Starbucks" una obra grande, explotando así todo el trama que tiene y darle más sazón. Tengo esta pequeña idea de sacarla en físico, es una meta personal y vamos a ello.Si eres un nuevo lector, ¡Bienvenido seas! Gracias por regalarme tu leída, no olvides comentar en tus momentos fangirl y apoya la historia con tu hermosa ☆ naranja.
Por otro lado, si eres un lector regular, y te encuentras releyendo "Starbucks", ahora llamada "Un café más", no te preocupes, babe, que esto va de Guatemala a Guatepeor jajsjajs okno.
Habrán escenas nuevas, orden en cronologías, mejor desarrollo de la historia y obvio, mejor redacción y ortografía. Porque como esta me da cáncer visual xDAsí que sin más nada que agregar, espero que goces muchísimo de UCM ♡
Los amo un montón.
Angely, se despide...
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Un Café Más (EDITANDO)
Romance"Cada café, era una divertida discusión" -*- Fecha de creación: 04/06/18 Fecha de publicación: 06/01/20 Fecha de culminación: 22/02/20 Fecha de edición: 14/11/22