C A F É N.14

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—¿Qué crees que debería ponerme?— le pregunto a Isaac que está al otro lado de la línea

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—¿Qué crees que debería ponerme?— le pregunto a Isaac que está al otro lado de la línea.

¿No te dijo a donde iban?— pregunta.

—No— ruedo los ojos—Es sorpresa, prometió algo diferente.

Que adorable —dice— Quiere demostrar que es alguien mejor para ti, ¡Me agrada más de lo que me agradaba!

Yo no lo veo de esa forma —digo—¿Y si resulta ser un patán?

¡Ya tuvimos está conversación! ¡No dejes a ir una buena oportunidad! —me grita— Debería ir a darte unas cachetadas para que dejes la ridiculez, Nolan.

—Si, bien, entendí.

Seguimos hablando por un rato y al final me decidí por vestirme sencilla. Ser simplemente yo, desarreglada y despeinada.

Era la mejor opción.

¿No?

Iba a salir con Kenay, ¡Kenay! ¡Mi mesero sexy del Starbucks! Aún no creía que fuera verdad, deseaba esto desde hace un buen tiempo, pero aún tenía mis expectativas y eso me preocupaba, demasiado. Ya había admitido hace unas semana que me gustaba, si, me gustaba mi mesero al cual ni conocía mucho y él por lo visto también sentía lo mismo; en todo este mes y medio que pasó nuestra relación a avanzado a un punto medio entre amistad y noviazgo, yo lo invitaba a fiestas o él se sentaba en mi mesa y me tomaba la mano, todo era muy lindo. Pero ninguno de los dos hemos dado ese primer paso de decir "Me gustas".

Y tenía miedo.

Esta era nuestra primera cita casi oficial y uff ¡SI QUE TENIA MIEDO!

El timbre de la casa sonó y me levanté del montón de ropa que tenía acumulado en el piso. ¿Recuerdan cuando les dije que había decidido ser yo misma? Olvidenlo, seguía buscando ropa. Tenía sólo mi sostén y pantalón puesto por lo que agarré una camisa al azar, unos tenis y bajé corriendo a la puerta. Al abrir estaba Kenay con un vaso de café en mano.

—Hola—dice.

—¿Sabes? Si cada vez que vengas traeras café, te invitaré todo el tiempo a venir —digo y le hago una ceña para que pase.

—¿Lista?

Me miré en el espejo que estaba en el pasillo de la entrada y vi mi elección aleatoria de camisa. Era una camisa corta negra que antes solía ser un camisón, pero la recorte hace un año para que se viera como un top, y en el centro sólo tenía un estampado de alguna banda de rock de los 80's.

¡Qué vergüenza!

¡Al diablo! Iré así.

—Si, estoy lista— él me extiende el café y yo sonrió.

—Bien, vamos.







Un Café Más (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora