C A F É N.6

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—Si, estas jodida—afirma Rainbow

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—Si, estas jodida—afirma Rainbow.

La fulmino con la mirada y lanzo un suspiro de frustración.

Nos encontrábamos en la biblioteca de la universidad para estudiar sobre un tema de matemáticas, pero en realidad lo que había sido una tarde de estudio se convirtió en una tarde de "Actualización" ¿Por qué? Le estaba informando todos los acontecimientos de mi vida. Ayer en la mañana en la casa de Kenay, Isaac y Juda querían echarme en cara todas las estupideces que había hecho en mi estado de embriaguez, pero me negué rotundamente, no quería saber porque sabía que si me enteraba no iba a poder mirar nadie al rostro.

—¿No vas al Starbucks hoy?— me pregunta ella, y en respuesta alzo los hombros— Nolan, tienes tres días que no vas.

Era cierto.

Tenía tres días que no iba, no quería ver a Kenay. Aquel gesto del café no lo había superado ¡Me estaba volviendo loca! ¡Sólo lo había visto un par de veces!

—Lo sé y extraño el café, pero... —iba a seguir hablando pero una alarma me interrumpió.

Bown revisó su bolso y sacó su teléfono.

—Lo siento, pero tengo que ir a la academia. Si llego tarde la profesora me pondrá a hacer cincuenta Developpe y no quiero eso—dijo y empezó a recoger sus libros— Hablamos por mensaje en la noche ¿Va?

—Si, vale.

—Y ve al Starbucks, toma un café y ponte a leer si gustas. Ya deben de estar preocupados por ti —sonríe y se despide de mi para luego verla marcharse.

Me puse a pensar un poco sus palabras, al final y decido hacerle caso a Bown.

Ya era hora de ir y enfrentarme al hecho de que necesitaba verlo.




—¡Nolan! ¿Dónde estabas, mujer?—me saluda Sienna desde la caja —Todos nos preguntábamos por ti, hasta Lorena vino y se preocupó al no verte.

Lorena era la dueña del local, acostumbraba a dar una vuelta semanal por el Starbucks y siempre que iba se sentaba a charlar conmigo, yo con gusto le seguía la conversación.

—Estuve muy ocupada con tarea de la universidad—dije.

—Isaac no dice lo mismo —dice una voz a mis espaldas y a los segundos siento una mano en mi hombro. Doy la vuelta y me encuentro a Kenay con una bandeja en su mano izquierda — Vino ayer y decidí preguntar por tu ausencia.

—Ohh— fue lo único que salió de mis labios.

¿"Ohh"? ¿En serio? ¿No tenía algo más original?

—Bien, iré a mi mesa. Traeme lo mismo de siempre, niño—digo nerviosa y me dirijo a mi lugar.

Cuando me siento y acomodo, observo que Kenay me mira desde el mismo lugar en donde estábamos hablando, pero esta vez tiene un semblante serio y los brazos cruzados, dura así unos segundos y se retira a buscar lo mío... supongo.

Okay, me pondré a leer algo en mi teléfono.



Un Café Más (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora