Estaba en mi casa.
Desahogando mi tristeza con un bote de helado y novelas mexicanas.
Mi madre había tratado de hablar conmigo pero me negué, no quería ver a nadie, menos a Alonso papi fornido que lucía espectacular sin camisa en la tele. Le había escrito a Isaac pero aún no recibía respuesta de su parte y sólo rogaba con que me escribiera lo antes posible.
Aunque rogaba más saber que había pasado con Kenay.
¿Por qué se fue sin despedirse? Solamente renunció al café como si no fuera la gran cosa, como si yo no existira, como si lo breve que tuvimos no fuera sido importante para él. Además, ¿a dónde se había ido? ¿ se habría mudado de la ciudad? Lo dudo, no podría planificar una mudanza de un día para otro, a parte me había dicho que le gustaba su departamento que era un lindo lugar a la ala izquiera de la Universidad, donde todo era tranquilo y pacífico y que los universitarios no solían fastidiar, la gran ventaja era que tenía su trabajo al otro lado y podía ir caminando.
Podía visitarlo.
Él me había dicho que fuera cuando quiera la noche de nuestra cita.
¡PODÍA VISITARLO!
Pero... ¿Sería correcto que llegará de la nada? ¡Ni siquiera sabía en qué piso vivía o que número de puerta era! Lo único que me había dicho era que vivía en el primer edificio entrando a la ala izquierda. El día que me quedo a dormir en su casa ebria vivía en otro edificio, uno muy pequeño y en nuestra cita me aclaro que lo había dejado para mudarse a uno mucho mejor, recuerdo muy bien cuando me contó eso, se sentía muy orgulloso de él mismo por eso y lucia feliz al contármelo.
Aunque podría preguntar al conserje.
¡PODÍA PREGUNTARLE AL CONSERJE!
Me levanté de la cama y puse mi helado en mi mesita y voltee al televisor para apagarlo.
-¡No, ya va! ¡Alonso se está quitando el pantalón, tengo que ver esto!- exclamo al ver a la gran apreciación del nombrado.
Pero cuando ya el pantalón va por la mitad de sus atributos, la protagonista sale despavorida de la habitación y Alonso se sube su pantalón para ir a buscarla.
Que decepción.
-Yo siendo ella me le lanzó y le digo "Hazme tuya, papi"-gruño, mientras que apago la tele y empiezo a vestirme.
Camino con mucho nerviosismo por la calle, la entrada del edificio de Kenay está a sólo unos cuantos metros y siento necesidad de correr al lado opuesto y refugiarme nuevamente en mis sábanas.
¿Qué le iba a decir? "Hola, Ken, me enteré que renunciaste sin avisarme, cuando me prometiste vernos ¿Por que?" Si... eso definitivamente no lo iba a decir de ese modo.
Entré al edificio y me acerqué a un señor que supuse era el conserje.
-Hola, disculpe la molestia, pero busco a Kenay Morrison y no se en que departamento vive ¿podría decir?-digo y él señor me sonríe amablemente.
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Un Café Más (EDITANDO)
Romance"Cada café, era una divertida discusión" -*- Fecha de creación: 04/06/18 Fecha de publicación: 06/01/20 Fecha de culminación: 22/02/20 Fecha de edición: 14/11/22