Hysteria

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Sus gritos hicieron eco por cada rincón de tu cabeza "Entra en razón" un susurro de tu conciencia llamándote para volver a la cruel realidad.

-Mierda- fue lo primero que pudiste soltar.

Tomás- PSICÓPATA DE MIERDA ¿QUE CARAJOS ACABAS DE HACERME? TE VAS A ARREPENTIR Y TU TAMBIÉN ____ VOY A ACABARTE.

Brahms estaba a punto de volver a golpear a Tomás pero lo detuviste antes de que agravara aún más las cosas.

____- detente Brahms, si haces algo más nos va a ir aún peor.

Brahms solo se quedó mirando te en unos ojos llenos de furia... Daba miedo.

____- vete de aquí tomas.

Tomás- Eso haré y espera para que se desate el infierno perra.

Con eso salió adolorido de la mansión.

Ahora solo eran tu y Brahms sumergidos en un silencio incomodamente devastador, había pasado tanto en un momento que apenas si podías creerlo, estabas confundida y asustada por cómo ibas a salir de esto pero a la vez agradecida porque te defendiste y lo mejor de todo Brahms te defendió.

-Gracias- dijiste mirándo al pelinegro que yacía con un aura peligrosa -Si no fuese por ti quién sabe que me hubiera pasado- te acercaste a el lentamente para encerrarlo en un abrazo en busca de un sentimiento de seguridad, estabas aterrada.

Un suspiro largo abandono la boca de Brahms, estaba tenso pero devolvió el abrazo que se hizo reconfortante para tí, sentías que podías con eso y más y lo harías solo por el.

Creo...

Estaban en la cocina un rato después, Brahms preparaba algo de té y tú estabas sentada en la mesa de la cocina esperando a que terminara.

El golpe de la puerta ya estaba empezando a dejar rastros de hinchazón y un morado grande empezaba a formarse.

Brahms se adelantó y te entrego una bolsita con hielos para colocarte en ese lugar, se veía enojado de solo verlo pero aún así era muy tierna la manera en la que se preocupaba por ti y trataba de ayudarte.

-Gracias Brahms- tomaste su mano y lo abrazarte nuevamente pero está vez Brahms te aparto con cuidado, justo cuando ibas a reprochar el se agachó a tu altura, se quitó la máscara y te dió un beso tierno en los labios, como si dijera que todo iba a estar bien.

Sentir el calor de sus labios contra los tuyos efectivamente era más reconfortante para tí, tu sensación favorita se podría decir, un hormigueo recorre tu pecho y espalda al sentir como Brahms se separaba de ti para seguir con lo que estaba haciendo.

Estabas segura de que tus mejillas estaban rojas a más no poder, no era la primera vez que se daban un beso pero aún así seguía siendo tan especial y genuino como la primera vez.

*Toc toc*

Levantaste tu cabeza rápidamente en dirección de dónde provenía aquel sonido, la puerta de entrada.
Volteaste a ver a Brahms con ojos de preocupación, el ya se había percatado de que había alguien ahí.

- Ve y escondete yo me encargo, no importa lo que pase no salgas- susurraste al pelinegro - ¿Y si te hacen algo?- pregunto con preocupación - Tranquilo, yo puedo defender me sola- ampliaste una sonrisa de confianza para el, no estaba seguro pero aún así obedeció y se escondió.

Tu por tu parte volviste a tomar la compostura antes de salir de la cocina en dirección a la puerta de entrada, por precaución agarraste un cuchillo y lo escondite con cuidado en tu espalda.

Con pasos sigilosos estuviste en poco tiempo frente a la dichosa puerta y girando el picaporte abriste la puerta con cautela, eran dos oficiales de policía.

Grotesque  Romance (Brahms heelshire Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora