"Sun's Blood"

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                      "Toc Toc Toc"

Tus ojos se acostumbraban a la luz del día que iluminaba tenuemente el cuarto. Ese sonido... Alguien estaba tocando la puerta de la entrada principal.

Al lado tuyo se movieron las sábanas dándote cuenta de que el pelinegro te estuvo abrazando toda la noche y se estaba levantando por el mismo sonido que tú. -Brahms, tengo que ir a mirar- Brahms no quería que bajarás y lo notaste cuando volvió a encerrarte entre sus brazos y movió su cabeza de un lado hacia otro. -No bajes...- Abrazaste de vuelta al pelinegro, pero de verdad tenías que bajar a revisar. - Acompáñame si te hace sentir mejor.- Dudó por un momento, pero Brahsm finalmente accedió.

Era una mañana algo fría, un alivio ya que el clima había Sido caluroso últimamente por las estaciones. Pero algo era raro, no podías dejar de sentir una extraña sensación en tu estómago que no te dejaba en paz, como si algo malo estuviese a punto de pasar.

-Hola- fue lo que recibiste al abrir la puerta, era Malcom. - Oh, hola...- fue lo que salió de tu boca, casi como unas palabras lamentables, arrastrando la lengua con cansancio. Simplemente no te agradaba después de todo lo que hizo. -Lo siento ____, se que me he comportado como un idiota, pero vengo a entregar tus provisiones para este tiempo. No quiero molestar mucho- No tenías ánimos de contestar, así que solo asentiste haciéndote a un lado dejandolo pasar. Lo único que reconfortaba está situación era pensar que Brahsm estaba pendiente de tí, cuidando que no pasará nada nuevamente.

Malcom estaba en la cocina acomodando las provisiones en la alacena, todo iba bien por ahora, hasta que empezó a hablar. Realmente te estabas molestando y tuviste un flasheo de tu comportamiento antes de llegar. Era verdad, no te gustaban las conversaciones largas con las personas que no eran tan cercanas a tí, por lo que finjir era tu mejor opción. - ____ ¿Por qué me odias?- Esa pregunta robó toda tu atención. - No Malcom, yo no te odió, solo estoy un poco decepcionada, pero no pasa nada.- Malcom suspiro muy profundo y un poco fuerte. - No tienes porque mentirme, incluso tu manera de hablarme es muy forzada, como si te molestará mi sola presencia- Tenía razón, te molestaba completamente y querías gritarle, pero no era lo correcto. -No es así Malcom, Ya te lo dije- Trataste de sonar comprensiva.
-Entonces, ¿Puedo darte un abrazo?- Dudaste, pero no había nada de malo con éso. Sí te molestaba y preferías pasar de eso, pero era mejor mantenerlo contento y evitar problemas. -Bien Malcom, no hay nada de malo con un abrazo, supongo- Ambos se acercaron y Malcom por fin dió su abrazo y lo único en lo que podías pensar mientras tanto era en Brahms, en como lo abrazarías apenas terminará todo ésto. Hasta que un susurro llegó a tu oído. (Lo siento mucho ___)

Malcom apretó sus brazos alrededor tuyo, lastimandote dejándote completamente inmovilizada. - MALCOM ¿QUÉ MIERDA? DEJAME IR-   gritaste mientras forcejeabas -¡Quedate quieta!- Alzo la voz con afán de mantener controlada. -¡¡Suéltame!!- Malcom solo apretó más a tu alrededor tanto que salió un grito doloroso de tu boca, no podías respirar.

Brahms llegó a su límite, no podía soportarlo más y salió de la trampilla de la cocina con un semblante asesino tan aterrador que incluso te perturbo a tí, pues parecía junto como el día en el que se conocieron. Malcolm no te soltó, pero sin embargo bajo un poco la presión que ejercía en tí, dejándote respirar finalmente. Malcom no le quitó los ojos de encima a Brahsm ni un segundo, parecía estar en shock, así que aprovechaste la oportunidad para golpearlo en el pie y salir corriendo directo hacía Brahsm, quién te recibió colocandote atrás de su inmensa figura para protegerte.

Brahms corrió hacia Malcom proporcionando un golpe en su cara, uno tras otro. Hasta que escucho tu grito y volteo solo para ver a Tomás tomándome del brazo bruscamente. Brahms estaba a punto de ir hacía Tomás cuando Malcom le proporciono un puñetazo en el abdomen, pero eso no lo detuvo para levantarlo y tirarlo violentamente contra la mesa.

-Mira lo que te ganas por perra, regalandote a un maldito enfermo como lo es ese fenómeno. ¿Disfrutaste cogertelo? O solo lo hacías para que te dejara quedar en esta inmensa mansión. Maldita asquerosa- Susurró Tomás antes de estrellarte bruscamente contra la pared. Viste la figura del pelinegro arrasar con la de Tomás, Como Brahsm había tomado uno de los cuchillos de cocina para finalmente clavarlo en el cuello de ese infeliz. No sentiste remordimiento alguno, de hecho te extraño que tu vista parecía estarse nublando y te diste cuenta de un dolor punzante en tu abdomen. Tocaste la zona con cuidado mientras tratabas de levantarte, hasta que Malcom apareció para tratar de llevarte afuera. Pero pareció parar cuando se percató de algo que tú no. Solo entonces te soltó y salió corriendo de la mansión.

Lo entendió, todo esté tiempo había Sido engañado. Tomás no quería salvarte ni mucho menos demostrar que Brahms estaba vivo. Todo este tiempo el objetivo habías Sido tú, pero era muy tarde para hacer algo ahora.

Brahms te observó, agitado e inhundado por la adrenalina. Vió como extendiste tus manos para mostrar manchas de sangre en ellas. Vió tu camisa teñirse de un rojo oscuro y tus piernas tambalearse hasta perder el control.

Reaccionó, te cargo entre sus brazos recostandote en el sueño, la sangre salía a montones mientras sentía cada parte de su inmenso cuerpo estremecerse más con cada segundo que pasaba. Su respiración se volvió rápida y desesperada. El tiempo para Brahsm se había quebrado, porque todo a su alrededor se había frenado. Su cuerpo temblaba, lleno de escalofríos que le arrebataban el aliento. Todo a su alrededor dejo de sentirse real, tanto que pensó que era un sueño y rogaba porque lo fuese.

Estaba tan shockeado que no pudo llorar, no pudo desprender ningún sonido de sus cuerdas vocales, por lo que solo se escuchaba su respiración agitada en todo el lugar.

Tú, la única persona para el. Le das todo lo que necesita, lo ayudas a existir. Le quitaste el frío e iluminante sus días y noches. Te adora tanto, te ama tanto. Si tú mueres, lo hacías desear la misma muerte, pues había cortado tú nombre en cada parte de su corazón. Sería capaz de matar a todas las personas solo por tí. Habías Sido la única persona que había sentido su dolor y había mirando más allá que cualquier otra persona. Llegando justo como un sueño del cual nunca quiso despertar, pero justo en esta ocasión deseaba que fuese así, deseaba que solo fuese un sueño, pues no soportaría la muerte de su amada. Solo cuando pensó y entendió todo aquello, las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, cayendo por los bordes de su máscara, mientras los sollozos, no se hicieron esperar.

Sintió como quitabas la máscara de su rostro para luego acariciarlo con delicadeza, dándole una cálida sonrisa que siempre lo hacía sentir seguro, pero está vez estaba asustado, asustado de no poder verla nunca más. Hacías tú mayor esfuerzo para estar despierta, pero tu vista cada vez era más débil y podías sentir la sangre escapar por tu boca. Ese característico sabor a sangre que tanto te molestaba. Ver las lágrimas de tu amado, solo te hacía desear más luchar por tu vida, pues no soportabas la idea de dejarlo solo y debastado, querías seguir viviendo para poder estar con el todo el tiempo posible, pero incluso si morias estabas feliz de haber pasado todo el tiempo con el. Si tuvieras la oportunidad de volver a hacerlo todo de nuevo lo harías. Viste tu vida entera pasar por tus ojos y las lágrimas de felicidad cayeron al vivir nuevamente todo lo ocurrido con el amor de tu vida.

- ____, no te vayas por favor... No me dejes por favor- las lágrimas de Brahsm caían como un río doloroso. No querías morir - No deberías estar asustado cariño, voy a estar bien- sonreiste nuevamente - Por favor, *igh* resiste, yo te protegeré de los problemas y el dolor. Perdóname- Brahsm no podía resistir ver sus almas separarse lentamente. Quiere seguir teniendo la oportunidad de ser un mejor hombre para tí.

Simplemente no pudiste luchar más y con tu último sentido antes de caer dijiste aquellas dolorosas palabras.

"Te voy a amar para siempre"

Brahsm observo con horror como cerraste tus ojos y no respondías a más de sus llamados.

Grotesque  Romance (Brahms heelshire Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora