"Paranoid"

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Maldita sea, esa estúpida me acusó y tuve que pagar una multa, está loca de verdad, perdió la cabeza, ella y ese maldito loco que casi acaba conmigo, pero me las va a pagar y haré lo que sea para ver el dolor y sufrimiento puro saliendo de su ingenuo rostro.

Tomas salió de la comisaría con un yeso en su muñeca y algún que otro moretón en la cara, estaba molesto, tanto que quería ir el solo a acabar con Brahms y ____, pero no era tan tonto como parecía, necesitaba idear un plan para llegar allá sin ser detectado, también estaba el problema de la fuerza y vulnerabilidad, si quería hacer algo sin salir igual o peor a como estaba necesitaba recuperarse lo suficiente y si podía conseguir a alguien más para ayudarlo con lo que planeaba hacer.

Justo había entrado a un tipo de supermercado/abastecimiento buscando algo para llevar al lugar donde se estaba hospedando. Mientras esperaba justo escucho una conversación.

-Ya vuelvo, iré a hacerle la entrega a la señorita _____.

El hombre que había dicho eso al parecer era el repartidor de ____, bueno, había que confirmar y si se podía pedir su ayuda, saber un poco más de la casa y del hombre tan extraño que estaba ahí.

-Hey, hola ¿Eres repartidor en la casa de (t/a)?- Tomás fue un poco precavido con el hombre, pero como buen manipulador debía analizarlo primero -Sí, soy Malcom ¿Quién es usted?- Malcom respondió un poco confundido y a la vez disgustado, como si el hecho de que otro hombre te mencionara lo molestara.

-Soy un amigo de ella, solo que dejamos de hablar por un tiempo- dijo Tomás siendo lo más amigable posible - ¿Y en qué lo puedo ayudar?- pregunto con curiosidad - Verás, hace unos días fuí a visitarla y no me recibió muy bien que digamos, parecía no ser ella misma y creo que su novio tiene algo que ver- Malcom miro a Tomás extrañado y lo interrumpió -¿Novio? Es imposible, ella está sola siempre y además no se le permiten invitados a casa, el único sería... Pero es imposible- Tomás soltó un resoplido que parecía más una burla - Pues, ella estaba con un hombre alto y extraño, tenía una apariencia descuidada y tétrica y aún más tétrica la máscara de porcelana que traía puesta, así como en las películas de terror. El no me dejó ayudarla y en cambio me dió una paliza que me dejó así- Malcom tenía más preguntas encima, la descripción que había dado era ciertamente extraña pero aquello de la máscara hizo que su cabeza colapsara, ¿Acaso el muñeco podía transformarse, o si quiera lastimar a alguien de esa manera? Era demasiado absurdo, pero desde que el muñeco se movió nada tenía sentido.

- Voy a preguntarle yo mismo a ella- Esclamo ya molesto -HEY, no, ella no creo que deba saber que me estoy metiendo en eso, por favor no me menciones, pero si no me crees ve como reacciona cuando le preguntes por el hombre que estaba en casa, eso sí, ella me amenazó para que no le contará a nadie- Malcom estaba tan enojado que salió sin despedirse y comenzó a conducir a la mansión ¿Qué estaba pasando?



Malcom tocó la puerta de entrada como de costumbre, aunque está vez la ansiedad recorría su cuerpo haciendo que se impacientara con cada segundo que pasaba. Abriste la puerta con normalidad, era para tí solo otro día más de entregas en la casa.

- Hola ____ ¿Puedo pasar?- dijo amablemente - Claro Malcom, pasa- te hiciste a un lado para dejarlo pasar, te extraño el hecho de que pareciese impaciente por hacerlo.

Al estar en la cocina Malcom llevo a cabo el cuestionario -___ ¿Cómo has ido con Brahms?- escuchar eso te hizo dar un pequeño sobresalto, era verdad que el seguía pensando que era un muñeco poseído pero te asustaste al pensar que el había descubierto el secreto -Hmm, estoy muy bien la verdad, Brahms a Sido un buen niño y casi no causa problemas- otra sonrisa falsa para el, pero lo que hizo que se borrará de inmediato era la expresión de incredulidad de Malcom -¿Segura que estás bien?- su pregunta te extraño demasiado -Sí ¿Por qué no lo estaría?- esto era demasiado extraño y repentino, te estabas empezando a preocupar pero no podías perder la compostura, probablemente el lo notaría.
-____ ¿Tienes pareja?- tu mente se quedó en blanco, Brahms era tu pareja ¿No? Pero no podías aceptarlo, no querías negarlo pero no era la mejor opción.
-No, no tengo lamentablemente, dijiste siendo un toque dramática para ser "graciosa"- Malcom solo resopló y bajo un poco la mirada ¿Qué pasaba, Te estabas perdiendo de algo?

Malcom solo seguía acomodando las cosas en la alacena en silencio, pensando en la situación, parecias normal como de costumbre pero algo no le cuadraba, era verdad lo que había en su cabeza, era muy extraño el hecho de que le muñeco estuviera poseido y que aquel individuo extraño dijera que un hombre extraño y con apariencia tétrica junto con una máscara de porcelana haya aparecido de la nada.

¿Había una posibilidad...?

-____, Me gustas, pero no estoy seguro de si sientes lo mismo por mí ¿Qué opinas?-  Estabas sorprendida, ¿Por qué de repente? ¿Por qué ahora? Esto era ciertamente extraño.
- oh... Mira Malcom, eres un buen tipo y todo eso pero no me gustas de esa manera, más bien te veo como un hermano- Malcom sintió un dolor punzante recorrer su pecho, ese dolor que le indicaba un quiebre emocional, no lo podía soportar.

Su cuerpo se llenó de una ira incontrolable y cegado por ella te agarro de los hombros con fuerza y comenzó a acercarte a el en contra de tu voluntad planeando besarte, había perdido el control total, pero tú cómo pudiste te safaste y corriste a un extremo del cuarto.
Estabas en shock, nunca creíste que Malcom fuera capaz de hacer algo así, se veía tan tranquilo y pacífico, realmente querías llorar, todos a tu alrededor parecían tener la necesidad de tratarte como un animal ¿En serio ese era tu único propósito? ¿Ser el entretenimiento o trofeo de algún enfermo?  Más que asustada estabas decepcionada.

-Malcom sal de aquí si no quieres que llame a la policía- Dijiste con la voz más autoritaria que tenías, sentías que podías desplomarte en cualquier momento.

Malcom solo gruño con rabia y se fue dando un portazo que resonó por todo el lugar, que imbécil.

Estos días eran una mezcla de un sabor dulce y amargo, crees que estás sobrecargada y que en algún momento vas a explotar, tus sentimientos se sienten como una cadena que hace presión con cada segundo que pasa, incitandote a la destrucción masiva de todo lo que te rodeaba, llena de pensamientos negativos y peligrosos, esos que habías estado ocupada ignorando solo para dejar que crecieran con fuerza.

Grotesque  Romance (Brahms heelshire Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora