Grotesque Romance (Brahms heelshire Y Tú)

cap 8: insomniac

Te despertaste después de escuchar golpes en la puerta de entrada, no sabías porque pero te estaba doliendo la cabeza.

Antes de levantarte escuchaste golpes, pero ahora provenían del armario- Brahms?- preguntaste en voz alta, los golpes se dejaron de escuchar, pero en cambio escuchaste la voz ronca que habías escuchado el día de ayer, esa que tenía un acento muy agradable.

- ¿Puedo pasar?- escuchaste al otro lado.

- Hmm, está bien- respondiste medio dormida, lo raro era que aún se escuchaban golpes en la puerta de entrada, había alguien?

-¿Quién esta tocando?- fue lo primero que preguntaste en el momento en el que Brahms se abrió paso a tu cuarto.

El se paró a unos pocos metros de tu cama y entonces habló.

-No quiero que hables con él- sorprendentemente esta vez no tenía esa voz que te gustaba mucho, esta vez tenía la misma escalofriante voz de infante que tanto te disgustaba.

-¿Quién es él?- preguntaste un poco confundida he incorporandote un poco más sobre la cama, un dolor agudo se presento en tu cabeza, haciéndote poner una mueca.

- Malcom, no quiero que hables con el, no le vayas a abrir- Dijo, esta vez ya no tenía esa voz de niño, si no que se había convertido en una voz amenazante.

Le hubieras hecho caso en primer momento pero no tenía sentido, el tenía que traer la despensa y sería un problema quedarse sin comida, por otra parte si no contestabas a su llamado probablemente sospecharía de que ocurrió algo malo y no se haría esperar para que tratara de ayudar.

- Tengo que ir, ¿que tal si nos quedamos sin comida? Además si no atiendo probablemente sospecharía de que algo malo me ocurrió y haría algo para sacarme de aquí, es mas fácil ir a atenderlo y pretender que no pasa nada-

No te habías percatado de que estabas hablando casi hasta llegar a los susurros, tu cabeza dolía demasiado, pero no entendías porque.

- Que no se quede mucho tiempo- Escuchaste como dijo Brahms y antes de decir algo, como de costumbre salió, no había modo de cambiar su decisión.

Soltaste un suspiro de frustración y te levantaste con cuidado de la cama, te sorprendió seguir escuchando los golpes cada vez más desesperados y unos llamados a tu nombre, de verdad era muy insistente, ¿se preocupaba tanto por ti?

Mientras bajabas las escaleras de madera imponentes frente a ti, con pasos cautelosos tratando de no resbalar, el dolor en tu cabeza se sentía como punzadas que emergían aleatoriamente.

Llegaste finalmente a la puerta de entrada y abriste la puerta.

- HEY, ____ POR QUÉ TARDASTE TANTO?- Dijo Malcom en un tono desesperado y alto, tan alto que involuntariamente te quejaste por las punzadas en tu cabeza.

Malcom- ¿Estás bien?
___- si... sólo me duele la cabeza, no sé porqué.
Malcom- Lo siento, menos mal traje algunos medicamentos por precaución, al final si me sirvieron.
___- aah, muchas gracias, el mejor- levantaste tu dedo pulgar en señal de aprobación.

Malcom solo soltó una sonrisa, te hiciste a un lado para hacerlo pasar a la cocina y acomodar las cosas en la alacena.

El te entrego unas pastillas, algunas eran para la inflamación, otras para el dolor corporal y para el dolor de cabeza.

Tomaste dos, para el dolor de cabeza y otra para tratar el dolor de tus moretones.

Te tomo por sorpresa cuando Malcom sujeto tu brazo, no era algo brusco pero aún así reaccionaste a la defensiva cuando lo hizo.