Space Dementia

1.2K 104 7
                                    


¿Cuánto has estado caminando? Tus pies seguían una danza tortuosa, pero parecían estar en un trance, dirigiendose a quién sabe que lugar, no podías sentir nada, no desde que saliste de la casa. No sabías si era por el frío que azotaba Inglaterra o porque habías tenido un quiebre emocional y simplemente habías bloqueado tus sentimientos.

"¿Cuánto tiempo llevas afuera, cuánto más quieres avanzar? "

No lo sabes simplemente querías un poco de paz, pero aún así las ganas de volver a sus brazos te amarraban a ese lugar, no querías sucumbir al pensamiento, ibas a mostrarle lo que se sentía estar sin tí, algo como un castigo y como no habías dicho una palabra al salir el no tendría la certeza de cuando volverías.

"¿Me extraña?"

Querías dejar de pensar en el, pero no podías, lo amabas, incluso si te manipulaba, incluso si llegaba a matarte, lo amarías hasta el último momento porque no te queda nada más ¿Verdad?

El sol se había puesto, sí, habías caminado todo el día y ahora te encontrabas parada en la puerta de entrada, en medio de una profunda y solitaria oscuridad, el aire se sentía pesado por el frío, tanto que empezaba a lastimar.
Te sentías cansada y tú cuerpo estaba sucio, tu ropa llena de tierra y tu cara sumergida en una expresión de agotamiento puro. ¿Era suficiente lo que habías hecho? ¿Había aprendido la lección? Era momento de enfrentar la situación.

Entraste a la mansión solo para ser recibida por el crujido de la vieja madera, ninguna luz encendida, todo estaba exactamente igual. Con pasos silenciosos inspeccionaste el primer piso, pero tú corazón solo sintió la ausencia del grandulon y entonces una semilla de preocupación creció en tí ¿Se habrá hecho algo? ¿Se escapo?

Corriste escaleras arriba con desesperación, esto no era lo que querías, querías que entendiera que no estaba bien hacerte eso. Rogabas porque estuviera en algún lugar de la casa, así te tocara buscarlo en casa rincón. Y  en medio del pasillo lograste divisar una figura, alguien arrodillado, era el, era Brahsm.
Tu pecho subía y bajaba con rapidez debido a la agitación.

Tu mirada se relajo, tu cuerpo se hablando y ese vacío sentimental se desvaneció. Caminaste hacía el con seguridad, el no se movió en ningún momento, pero sabía que estabas ahí.
Tu mano agarro suavemente su rostro mientras te arodillabas a su altura, estaba frío y se veía desolado.

-¿Por qué volviste?- pregunto con una voz ronca y quebradiza, había estado llorando por mucho tiempo. Mi niño.
- Te amo Brahsm y de verdad quiero estar contigo, quiero darte una oportunidad ¿Puedo confiar en tí?- Brahms alzo la mirada para verte a los ojos, estaba sumido en una expresión de puro dolor y preocupación, casi llorando te respondió -Tengo miedo, porque no se si lo volveré a hacer, simplemente esa voz hace que pierda el control, pero no quiero que te vayas y me dejes, por favor, perdóname- Algo en tí decía que podías confiar en el, después de todo no tenías mucho que perder.

Un abrazo, fue la respuesta a sus preocupaciones. Entendió así que lo estaba perdonando y con su cuerpo tembloroso se aferró a tí, cómo si su vida dependiera de ello.

Entonces dejo de temblar.

Después del cómodo silencio llegó el momento de moverse, ambos tenían una apariencia descuidada y necesitaban un baño, después podrían descansar. Había Sido un día largo y lleno de emociones negativas, solo querías descansar.

Con cuidado se levantaron del sueño para dirigirse al baño, sacaste algunas toallas y comenzaste a preparar la bañera, mientras Brahsm solo permanecía parado en una escuela con la mirada fija en el suelo. Lo llamaste y empezaste a quitarle la ropa, no lo miraste ni lo tocaste de una manera sexual, lo veías como una persona que te daba la confianza suficiente para mostrarse ante tí en completa desnudes, algo que preciabas demasiado.

Le indicaste que se metiera a la bañera y así lo hizo, era como un pequeño cachorro, haciendote caso sin objeción alguna. Tú por tu parte también te desnudaste, talvez era porque habías caminado en medio de una nevada todo el día o por el bloqueo pero sentías el cuerpo pesado y adormecido. Así que cuando el aire frío golpeó con brutalidad tu suave piel ni siquiera te inmutaste.

Brahms en todo ese tiempo no había podido observarte, quería, pero sentía que era muy descarado de su parte hacerlo después de lo que había ocurrido, estaba avergonzado.

Le pediste a Brahsm con voz suave que te hiciera espacio en la bañera, para luego sumergirte con el, la bañera era lo suficientemente grande como para que los dos entrarán así que no había problema. Tomaste algunos productos de limpieza y empezaste a bañar a Brahsm, de una manera tan gentil y comprensiva que le dolía, se sentía mal por tí y por lo que había hecho y tú podías notarlo así que le dijiste que eso ya no importaba, que estaba perdonado y disfrutará del momento, entonces se relajo un poco más.

Ambos amaban la sensación de sus pieles tocándose y la manera tan cuidadosa en la que lo tocaba, lo hacías sentir querido por sobretodo lo que había podido hacer. Brahms creía que todo podía ser un buen sueño y que iba a despertar pero ahora iba a aprovecharlo lo más que pudiese.

Dejo que lo bañaras, dejo que le hicieras caricias y en algún momento el también empezó a lavarte. Estaban limpios ahora.

Ambos salieron de la ducha, se vistieron y luego partieron a la habitación secreta de Brahsm, sabías que por alguna razón ese lugar le daba consuelo y a ti no te molestaba acompañarlo ahí.

El camino fue silencioso, cómo había Sido el tiempo que pasó de la noche, pero ahora era un silencio que extendía sus brazos ante los dos, dispuesto a sumirlos en su manto y arrullarlos hasta el nuevo día, un nuevo amanecer, una nueva esperanza y una nueva oportunidad.

A la hora de dormir ambos se abrazaron, Brahms aferrandose un poco más a tí y tu en minutos te dormiste. Pero Brahsm en cambio se quedó despierto toda la noche contemplando con miedo y sintiendo el calor que emanabas de tu cuerpo, porque temía que fuese un sueño del que podría despertar y al despertar tu ya no estuvieras ahí, volvería a sentirse miserable y vacío.




Frío, el frío penetraba la madera de la mansión y a pesar de que el cuarto de Brahsm era cálido el frío de Inglaterra era atroz, despertaste gracias al frío dándote cuenta que estabas en un rincón de la cama separada de Brahsm. Volviste a acomodarte entre sus brazos escondiendo tu cabeza en su pecho, Brahsm era cálido y parecía dormir plácidamente porque cuando lo moviste simplemente siguió durmiendo.

Era hermoso y la verdad no querías separarte de el, era todo lo que importaba para tí. Brahms se aferró más a tu cuerpo y empezó a acariciar tu cabello, había despertado.

Se alejo un poco para contemplarte mejor mientras acariciaba suavemente tu mejilla, estabas sonriendo, era bueno despertar así, tan cálido.
















Una disculpa por la demora y también por el capítulo tan corto, espero escribir el próximo un poco más rápido. Gracias por el apoyo y me hace feliz que interactuen y comenten. Espero que les haya gustado el capítulo y perdonen por las faltas de ortografía. Tengan un buen día y descansen bien 😽❤️

Grotesque  Romance (Brahms heelshire Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora