As the world falls down || SK8 the Infinity || Adareki

🌹🌺1.-El laberinto del corazón🌹🌺

~"Hace algún tiempo, mamá quiso ver una película clásica extranjera de los años 80, donde participó un cantante realmente famoso y extravagante que ella adoraba. Nos sentamos toda la familia. Tenía en brazos a mis hermanas, quienes apenas eran unas bebés.


Era una película aparentemente romántica con un amor imposible. ¿Quién lo diría, que un rey tan cruel pudiese enamorarse de esa forma egoísta? Ser capaz de bajarle el cielo y las estrellas... Cuando él no sabía ni que era el amor.


Tan sólo era un tipo vacío, sumamente egoísta que creyó que podría llenar aquello con un amor profesado de tantas formas a la otra persona. Palabras dulces saliendo de una boca de serpiente. Y todo para que al final él notara lo vacío que había sido su amor... En el instante en que su corazón latió con tanta fuerza.. Porque él habia descubierto el dolor y el amor al mismo tiempo.

Incluso... Sentí un poco de pena por él.


Creí que eso sería totalmente imposible... ¿Qué tonto podría enamorarse y mostrarle al Rey de los goblins lo que era ese sentimiento? Yo no lo haría... Ese tipo de cosas... Jamás pasarían por mi mente"~

Una mañana más en la cual Reki abrió los ojos. Se levantó de golpe y sintió el leve dolor en todo su cuerpo. Aún no se recuperaba totalmente de aquel beef.

Cuando enfrentó todos sus miedos y tuvo el valor de enfrentarse a Adam, el patinador más experimentado.. Pero terriblemente peligroso.
Desde aquella final de funeral contra Langa, el mismo Adam no se había dejado ver en S. Cherry pensaba que era por orgullo como Joe. Un adulto tan orgulloso que quizás y se sentía avergonzado de pararse ahí siquiera. Se había visto humillado y vencido.Más Langa pensaba de manera distinta.

Reki tomó su patineta y se fue rápidamente, ese sería un largo día. Por suerte no había escuela, iría a despejar su mente patinando en el parque. Langa tardaría en volver de Canadá. En cierta forma se sentía algo solitario...


--Pero... Mientras pueda patinar no me sentiré de esta manera!


Expresó mientras iba acelerando por las calles, se deslizaba evadiendo autos, él se sentia lleno de vida y optimismo! Un ollie y otro más, un arbusto no era nada ¡Nada ni nadie le iba a frenar ahora! Porque, aunque él no fuese "Snow" o "Adam" con ese talento que resplandecía mucho más que las joyas más hermosas del mundo, él no iba a desistir. Seguiría haciendo lo que amaba con pasión.

Ainosuke Shindo viajaba en su automóvil. Asomado a la ventana mientras comía una pequeña bola de arroz que Tadashi le había comprado. Siendo el más alto mando gracias al encarcelamiento de Takano ahora no tenía mucho tiempo libre. Más era extraño, en estos momentos se sentía.. Algo liberado.

Su "Funeral Beef" iba a ser realmente espectacular y cómo no. Ese día iba a ser realmente el último de su infeliz existencia.Todo lo había planeado maravillosamente. Incluso lo que debían de hacer después. ¿Su intención? Iba a arrojarse al abismo mientras se encontraba sumido en su "Paraíso personal"¿Acaso no iba a ser una partida maravillosa? Iba a irse de ese mundo sintiéndose libre. ¡Sin ataduras! ¡Sin tener que cumplir expectativas! Nada de estupideces como enorgullecer un apellido. ¿Eso a quien rayos le importaba? Él no podía ni respirar sin consentimiento de ese trío de brujas.
Asi que... No tenía sentido el continuar.


--Tadashi...

El mencionado pareció espabilar. Aprovechó la luz roja para ponerle toda la atención al hombre que viajaba en la parte trasera del auto a través del espejo. Él seguía viendo a ese niño que lloraba desesperadamente todas las noches luego de una severa golpiza. Quizás las heridas no sanaban mágicamente. No era sólo el poder del amor lo que se necesitaba para curar al hombre al que servía. Eso sólo era de cuentos de hadas. Se necesitaba mucho más para sanar aquellas cicatrices que quedaron tatuadas en su alma.

--¿Si... Ainosuke sama?

Incluso hasta Ainosuke mismo sabía que no sólo era magia la que podría ayudarlo... Más no tenía ni idea de cómo debía comenzar. Siempre tuvo que mostrarse fuerte, tener una sonrisa. Ser el hombre de la casa, el encargado. El que debía cargar el peso, incluso los pecados de aquellas mujeres. Era dificil para él terminar de comprender que eso nunca fue amor. No era un sentimiento profundo marcado a través del dolor. Ellas nunca lo amaron y él jamás amó a nadie.