🌹🌺6.- ...Within you...🌹🌺

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¿Cuándo fue la última vez que perdió la cabeza?


La palabra "Compromiso" ahora sonaba millones de veces en su mente. Lo que más temía había llegado finalmente. Una decisión que ni él tendría la capacidad de tomar por sí mismo. La angustia lo consumía mientras el exterior estaba siendo obligado a sonreír. La sensación de las uñas enterrándose descendió a su brazo. Oh, esa mujer delineaba aquellas marcas de amor. Podía sentir su brusquedad a través de los vendajes, con las uñas buscando la herida para perderse en la misma y hacerlo sangrar.


"Es lo mejor para ambos, para ambas familias. Nuestro honor se hará más grande con esta unión"

Las risas de las mujeres mayores le taladraban los oídos. Las odiaba... Aborrecía todo... Era como esa vez, en ese beef de funeral donde realmente iba a perder todo con tal de obtener su libertad. Hasta había organizado un pedido de miles de rosas rojas para decorar su frío cuerpo inerte. El traje estuvo preparado...

Y en este tiempo había recibido tanto calor que la idea de perecer le parecía aterradora...

Hasta ese momento.

Odiaba todo, pero más se odiaba él. Por no poder levantar la voz.


Encaró a aquella mujer. Sus ojos rojizos tan aterrados, pero igual con la misma sonrisa falsa en su cara. Realmente eran reflejos. Verla a ella era como notarse a sí mismo. Y le enfermaba notar aquellas mismas debilidades en esa "doppelganger".


Más bombardeo de frases. "Sus niños serán realmente hermosos", "Deben esforzarse para obtener un heredero varón", "Son el orgullo de nuestras familias". Sentía náuseas. Quería vomitar. Enfermo hasta más no poder y el creciente coraje que hervía en su interior. El sol se estaba apagando en su corazón al sentirse tan miserable, sin libertad. Él nunca iba a poder enfrentarlas... Siempre iba a estar encadenado a esa miseria.


Ya lo había hecho una vez... Cuando dio información de Takano a la policía y recibió una dura reprimenda de ellas.


Como si le hubiera leído la mente, la matriarca clavó sus uñas en el brazo de su sobrino y susurró suave en su oído. El perfume olía fatal y sentía que le invadía todo.


--Hiciste bien al delatar a Takano. Como siempre, tomando decisiones guiadas por nuestro buen juicio. Si no lo hubieses hecho así, este matrimonio no habría tenido lugar. Estoy orgullosa de cómo siempre piensas en nosotras... Querido Ainosuke.


Fue un tonto al pensar que sin una ayuda apropiada esto pasaría fácilmente. Ahora sentía cómo volvía a descender a ese infierno de locura y perdición. Ahora miraba enfadado a aquella mujer. ¡Di algo maldita sea! ¡Niégate!


Pero aquella chica estiró sus manos para tomar las suyas y las acarició con una delicadeza que lo atormentó. Temblaba y él sentía ganas de gritar.


Este no era el toque delicado de Reki... De su sol adorado que ahora no lo alcanzaba con su luz mientras él seguía hundiéndose en la oscuridad, como el eclipse lunar de esos momentos.

--Me esforzaré para cumplir todas tus expectativas... Shindo Ainosuke...~

Ese tono de voz tan dulce y muerto al mismo tiempo. Alguien que ya había perdido sus esperanzas de igual forma que él. Ninguno tenía escapatoria y, pensar que él, con la primera decisión que tomó por voluntad había causado aquello...


Terminó de caer en la locura.

--Yo espero cumplir con las tuyas... Señorita Aiko.

El cielo quedó totalmente oscuro mientras tomó la mano de la doncella y la llevó a sus labios depositando un beso en la misma.
El amor también podía ser doloroso...

La reunión concluyó. La madrugada reinaba y unas pisadas perdidas en la locura fueron hasta el auto. Tadashi, fiel a su palabra, había permanecido ahí esperando al que consideraba un hermano menor. Casi brincó de su asiento al escuchar la puerta azotarse bruscamente.Iba a abrir la boca pero sus labios fueron silenciados al contemplar el retrovisor. Ainosuke llevó su mano a su cabello, despeinándolo. Esa expresión tan llena de rabia en su rostro.No era la primera vez que lo observaba de esa manera.

Ahora no tenía lodo en su cara, ni el traje de torero humedecido por la lluvia. Pero la expresión destrozada si que reinaba ahí. Un odio mayor que parecía echar raíces, destrozando aquella esfera mágica que él había creado. Una ilusión fantástica en la cual con su poderosa magia había encerrado al sol.


Pero ahora sentía que había perdido esa luz y vagaba ciego en ese camino rodeado de estrellas.

--Enciende el auto. – Incluso su voz quebrada pareció asustar al secretario. –Iremos a S...


En la pista S Langa patinaba en silencio junto a su amigo. Sentía el dolor en el pecho, algo tan amargo que nunca creyó experimentar. Porque él tenía sentimientos reales hacia Reki, creyó que los mismos serían correspondidos, pero no fue así. No tuvo ni la oportunidad de decirlo...Porque observaba a su amigo tan perdido en su sentir.

Porque Reki quería a alguien más...
Estiró la mano para tocarlo... Creyó que nada podría separarlos. Más desistió de la idea.Después de todo, eran amigos ¿No es asi? Y aunque el amor que sentía crecer en parte dolía, nadie se iba a morir del mismo.]


Dio una palmada en la espalda al de cabellos rojos, quien pareció volver a la realidad y aprovechó ese toque para empujarle con fuerza y casi hacerlo perder el equilibrio. Era su amigo, e iba a apoyarlo en ser feliz. Y en aceptar ese sentimiento tan hermoso.

--¿Te gusta no es así? Eso no es nada malo Reki. ¡Creo que es bueno ver que brillas tanto ahora que quieres a alguien!

Porque varias emociones le fueron transmitidas y lecciones valiosas aprendidas. Desde ver el amor intenso de sus padres, la devoción de su propia madre. La pasión de Reki por el skateboarding y... Transmitir ese sentimiento a alguien que ya había perdido todo atisbo de la diversión. Ahora era su turno de revivir al sol.

--¡Si pierdes, me invitarás a comer mañana!

La voz de Langa sonó más animada mientras se impulsaba a toda velocidad dejando que Reki comiese su polvo. Tres, cinco segundos bastaron para que el cohete rojo buscara rápido la forma de cómo ganarle. Rezaba a los dioses en rebasarlo mientras iba a toda velocidad. No era barato invitar al otro a comer y él no quería quedar en la quiebra total. Su voz había recuperado esa vitalidad.

--¡NO! ¡NOS ECHARAN DEL LUGAR AL QUE VAYAS A COMER!

Sólo de pensar en la enorme cuenta, las represalias, de que aquel yeti sin fondo aun tuviese hambre y de ahí fuesen a algún sitio de comida rápida para verlo comerse sin problema otras 10 hamburguesas y dos kilos de poutine. Su cartera ya estaba agonizando con sólo imaginar aquello. ¡Vamos pies, impúlsense más rápido! No podia permitir quedarse en la bancarrota.

 Miya moría de risa mientras escuchaba al slime gritar cosas acerca del vacío sin fondo que era Langa. Era divertido molestarlo asi que iba a unirse a la diversión y tomó velocidad, pero algo...

O, mejor dicho, alguien lo rebasó en cuestión de segundos. Ese sujeto...

Decir que Tadashi había roto un récord mientras manejaba era digno de los libros mundiales. En cuestión de pocos segundos y gracias al sistema de cámaras con el que contaba S, pudo dar la ubicación del sol a su desesperado señor. Más Adam no pronunció ni una palabra. Ataviado con el traje rojo de torero y la muerte plasmada en el rostro, apenas salió del automóvil tomó todas las fuerzas que lo abrumaban en ese instante.
No le fue difícil acelerar y rebasar desquiciadamente a todos los espectadores que lo miraban aterrorizados. Iba murmurando algunas cosas mientras buscaba desesperado la luz en ese laberinto de maldiciones. ¿Porqué? ¿Por qué ahora quería estrujar al astro y quemarse?

 "How you turn my world... You precious thing"

Como una letanía de la muerte, la canción de los difuntos resonó al girar el saltamontes que destrozaría todo. Palabras que Reki escuchó y cuando giró ya estaba en los brazos de Adam. ¿Pero en qué momento? El hombre lucía tenso, no podía verle los ojos, pero su sonrisa torcida y la fuerza en sus brazos era demasiada. Dolía.


Adam había anclado sus patinetas las cuales iban a gran velocidad. No entendía cómo mantenía el equilibrio de forma perfecta, pero su cuerpo respondía temeroso. Un raro escalofrío hizo sacudir todo su ser. El hombre lo había acercado demasiado a su cuerpo. Esto no era como el dulce baile que solía hacer con Ainosuke... Con la persona que quería... Esto era espantoso... Y el desterrado del paraíso sólo seguía repitiendo frases... Pero... .¿Por qué sentía que era similar a una canción que conocía bastante bien?


"You starve and near exhaust me"

La presión en su cintura se hizo más fuerte y tomó los brazos del de cabellos azules, cosa que hizo que Adam diera un salto y se mordiese los labios. No... Justo a su mente llegó aquella imagen del que era Rey de la S frotándose desesperado aquel lugar y... De las heridas dolorosas de Ainosuke.


Aquella esfera de ilusión y felicidad donde ambos bailaban una hermosa melodía en una mascarada mística estaba mostrando grietas en su abertura y ahora Reki dudaba de aquel hombre que tenía su cabello adornado con estrellas.

 --Ahora sí lo haces ¿No Reki? Vas a amarme del modo en que me han amado toda mi miserable vida... ¿Qué sientes cuando me ves eh?

Aquella voz quebrada y perdida en la locura total llenó la mente de Reki. Estaba paralizado de miedo. Adam dió un giro brusco sin dejar de aferrarle con fuerza, cosa que hizo que el pelirrojo casi le encajase las uñas en los brazos... Ah... ¿Esto de verdad era el amor?

Compromiso, matrimonio. Sus decisiones que lo llevaron a ese punto sin salida de su propio infierno personal. Como el eclipse de luna que sucedía justo sobre sus cabezas, justo en ese instante él no tenía una luz que lo alumbrara. Reki le temía... Nunca aceptaría a Adam
¡Aunque Adam y Ainosuke fueran dos partes de un mismo ser!

 --Everything I've done... I've done for you!!

 La voz tan rota en pedazos terminó por deshacer la ilusión. Ese tono masculino que había conocido bañado en llanto, rebosando de alegría. Diciéndole palabras tiernas, la voz a la que su corazón llamaba con tanta fuerza mientras cantaba que no importaba si el mundo se derrumbaba a su alrededor porque él estaría ahí a su lado...


Reki no pudo contenerse. Los cristales del mágico cristal se rompieron en pedazos y él, en esa sala de baile era sujetado por Ainosuke. Los cabellos comenzaron a desarreglarse y ese toque gentil ahora era tan brusco mientras él trataba de huir del caos. Una mano que lo tomó con fiereza mientras trataba de acercarlo. No... Ahora ya no había pista de baile ni un sentimiento hermoso... Todo eso se desvaneció. Él estaba en la S y era Adam quien lo sostenía...
Sus ojos empezaron a humedecerse al verlo así de frente. Adam ya no tenía la máscara. En algún instante en que notó a Reki divagar entre la realidad y la fantasia, sin dudar, se la quitó y guardó cuidadosamente en su bolsillo. Ahora su rostro tal cual se mostraba frente al más joven. Los ojos rojos como rubí ardían y de igual forma estaban sin brillo. Una sonrisa tan exageradamente falsa que sólo reflejaba dolor.

Entreabrió los labios al encararlo...

--Adam... No... Ainosuke...-- Ese nombre que ahora dolía al ponerse en sus labios. La persona que tanto quería era realmente a quien consideraba Un Rey de los Goblins. –No.. No es cierto.

Ainosuke sintió como el poco corazón que le quedaba ahora se partía y desmoronaba. Era cierto... Reki no quería a Adam. Jamás iba a aceptarlo con esa parte tan infame de su ser que le hizo tanto daño en el pasado. Ni un millón de emociones iban a hacerle ver lo contrario. Su expresión combinaba la ira, la tristeza y el miedo... Miedo de saber que jamás podría cambiar ese maldito destino. ¡Nada de bailar bajo las estrellas! ¡El amor dolía, podía sentirlo en los arañazos llenos de temor de Reki! Hizo que lo mirase a los ojos. Después de todo, si esto era su futuro y no podía ir en contra ¡Iba a aceptarlo maldita sea! Aunque jamás fuese feliz en lo que le quedaba de miserable existencia.

Ahora había conocido el amor... Ya no tenía ni el valor de partir de este mundo como lo había planeado mucho antes...

"I move the stars for no one"


La canción que un desesperado y dolido Jareth entonó una vez clamando un amor doloroso que apenas conocía, ahora salía de sus labios con total naturalidad mientras recorrían la pista. Ese camino de estrellas y magia ahora estaba apagado totalmente.


Pero el mundo alrededor de ellos era completamente oscuro, no había nadie más. No escuchaban los gritos de Miya y Langa quienes trataban de acercarse. Ni el rey de la nieve podía llegar junto a ellos y eso lo frustraba, como si a Adam le hubiesen nacido alas...
Él no quitaba ese embrujo de amor y miedo que le había dado a Reki, quien seguía paralizado en sus brazos y tratando de salir del shock.

Danzas dulces ahora eran parte del pasado. Recordó aquel ramo de tulipanes en su habitación donde el único que quedaba en pie era el de color rojo... Cuyos pétalos estaban adquiriendo un tono oscuro.

"You've run so long... You've run so far!"

 Segundos que se tornaron en una eternidad para el par que estaba mostrándose etapas duras y crueles de su ser entero. Un pequeño salto que dio Adam, mostrando un gesto de dolor con los dedos enterrándose en su brazo adolorido fue lo que hizo reaccionar a Reki, pero no de la forma en la que él hubiese deseado.

Así como la luna tiene un lado oscuro, el sol también puede ser eclipsado. Empujó al hombre con fuerza, casi arrojándolo a un lado para recuperar el control de su patineta y acelerar como podía. Era inútil, él mismo fue testigo de cómo Adam podía atravesar grandes distancias en un segundo. Su única esperanza era llegar al tramo de la fábrica abandonada... Ahí podría perderlo...

Pero Adam, en efecto, era veloz... Lo rebasó en cuestión de segundos y aplicó un love hug, capturándolo de nuevo... Iba a permitirse algo por última vez, antes de perder su libertad y todo el control ...
Le tomó del rostro y delineó su mejilla, tal como Reki le hizo una vez. En esa ocasión que lo vió derramar lágrimas de frustración... Veía el reflejo fiero en los ojos ajenos... Era claro que ahora lo odiaba y, quizás sin quererlo eso... Le complacía.
¿Irónico no es así? Detuvo el andar de las skateboards en el punto que había indicado a Tadashi para que lo esperara. Contempló las facciones de su querido sol... Y su frustración nuevamente se mostró en su propia cara, un hombre descendiendo a la locura o quizás a una muerte anunciada en vida.

Aquella humedad presente en los ojos de Reki finalmente descendió y algo pareció romperse en su interior. Más no entendía el qué.

--Your eyes can be so cruel... Just as I can be so cruel...! -- cantando sus sentimientos, justo como esa vez que le dijo que pintaría de dorado sus amaneceres. -- Oh I do believe in you...

Si que lo hacía... Aunque lo odiara, le temiera. Aunque su ultimo recuerdo fuera esa Mirada mezclada entre el odio y el temor... ¿No acaso él era el Rey de los Goblins? ¡Quería que Reki lo amara, le temiera! Que hiciera lo que él deseaba... Sólo así, él, sería su devoto esclavo...

As the world falls down || SK8 the Infinity || AdarekiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora