Seokjin no había tenido ningún otro enamoramiento aparte de Namjoon, jamás había sentido algo tan grande por nadie, le gustaba desde que eran niños y ese amor inocente no hizo más que crecer y crecer conforme ambos crecían.
Hoy, confirmaba que estaba enamorado de Namjoon con cada fibra de su ser, más luego de que hace varios años, antes de entrar a la preparatoria los dos se confesaran y empezaran a salir. Era una relación con calma, una relación pura dónde sólo estaban ellos dos y el mundo que les gustaba pintar de rosa cada que se miraban, ellos y los besos de algodón que les encantaba darse, ellos y nadie más en medio.
Sin embargo, era momento de decir adiós para Jin, y no estaba para nada preparado para abandonar todo eso que amaba en esa ciudad para irse a la universidad.
Sobretodo se sentía horriblemente porque Namjoon, que lo había citado a su casa esa tarde, ya había sido admitido en una universidad bastante buena en la que el pelinegro también se presentó. Su novio pensaba que ambos habían entrado y estaba muy emocionado como le contó por mensaje, pero la tarde anterior le llegó la primera carta de rechazo, y de inmediato se desesperó y pensó en cómo decirle al alto chico que amaba, que ya no estarían juntos.
—Jinnie tranquilo, cielo. Namjoon lo entenderá. Su amor es fuerte, pueden visitarse en las vacaciones de verano e invierno, hacer videollamadas por Skype, mandarse encomiendas...
—Mamá... tú sabes que no es lo mismo. ¿Y si rompo con él?
La mujer abrió levemente sus labios, se paró de su asiento y se sentó al lado de su hijo en el sillón más grande de la sala, abrazándolo por los hombros mientras Jin abrazado a ella, sentía sus ojos picar.
—Mi amor, has lo que tú creas correcto. Sabes que ambos merecen y tienen libertad siempre, pero si crees que no va a funcionar díselo. Pero díselo con tacto, hazle saber que no quieres dejarlo. Antes proponle intentarlo a distancia si tú realmente estás dispuesto, no prometas nada que sabes que no podrás cumplir, cielo.
Seokjin asintió, y pasó el dorso de su mano por sus mejillas, limpiando las lágrimas que caían de a poco.
—No quiero dejarlo mamá...
—Lo sé, tesoro, pero piensa que ésto probará qué tan fuerte es su relación. Si pueden con esto, podrán con todo. Son amigos desde pequeños, ustedes sabrán cómo sobrellevarlo, sólo tienes que confiar.
La mujer dejó un último beso en su cabeza y acarició sus cabellos dulcemente, calmandolo despacio y con cariño. Se fué a los pocos minutos dejándolo solo, conocía a su hijo y sabía que ahora necesitaba estar en soledad.
Susurró que lo amaba, y se alejó a preparar la cena en la cocina, con la preocupación inundando su corazón por su pequeño, y sintiéndose mal por que no quería verlo así más.
Se acercó al teléfono fijo en la pared, y sacándolo de la base, marcó un número de memoria, acercándolo a su oreja y oyendo los pitidos nerviosa antes de que contestara una dulce voz femenina saludándola alegremente.
—Han, debemos hablar de nuestros hijos.
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besitos de algodón © namjin
RomanceDónde los dulces besos del pequeño Seokjin y cada uno de sus detalles, enamoran a Namjoon poco a poco desde niño, calentando su corazón de a poco de esa mala reputación que llevaba. ©® all rights reserved @mrsmayy...