Hoseok siempre se caracterizó por hacer sentir felices y esperanzadas a las personas. Siempre era agradable y aconsejaba por todo a quién lo necesite, incluso cuando era muy pequeño.
En esa ocasión, le tocó hablar con Seokjin, quién se encontraba más que perdido. Ambos no eran amigos demasiado cercanos, y rara vez habían hablado de más, sin embargo lo poco que dialogaron en los años que Hoseok estuvo en la ciudad antes de irse, habían adquirido una confianza inmediata hacia el otro que no desapareció con los años. Jin se sintió afortunado de tener a alguien comprensivo como Hoseok, porque si bien adoraba a Jimin y le daba buenos consejos, necesitaba un ojo critico ajeno, alguien que no sepa la situación de cerca para que opine desde fuera.
—Estoy feliz de que estés aquí de nuevo. Bueno, pude hablar con Mimi, pero ya sabes siempre necesitas más de un punto de vista.
—Muy cierto, y yo también los extrañé. Vaya que me fui varios años, mira hasta dos de ustedes ya serán novios.
El pelinegro enrojeció y miró a un costado, apenas asintiendo.
—Como sea. En realidad en eso que me dijiste, si estoy de acuerdo con Jimin. Sabes que te gusta, ahora sí, pero debes estar completamente seguro de que quieres dar un paso más. Dime, ¿estarías para que él sea tu novio? porque en realidad, creo que podrían iniciar a los... dieciocho.
—¡¿Qué?! Falta demasiado! Mi prima a los quince ya tenía dos novios.
—Los tiempos de cada persona son diferentes, al igual que nuestras decisiones. No creas que por que ella desde joven estuvo con chicos, es más madura o algo así, quizá lo es pero si no, sus relaciones debieron ser bastante infantiles. Todo debió ser besos y salidas. En cambio, una relación de adultos o jóvenes adultos, empiezan a conocer el alma de su pareja y preocuparse por todo. No es lo mismo, deberías vivirlo tú mismo y próximamente lo harás pero debes ser paciente. Si no estás listo, no hay problema, Namjoon tampoco debe sentirse preparado.
—Hoseok, eres demasiado sabio, muchas gracias.– se acercó a abrazar al muchacho con un puchero, mientras éste sonreía acariciando su espalda.
—No es nada. Sé tanto por lo libros. Ya he leído demasiados de romance y otros informativos sobre el corazón.
—De grande deberías ser el doctor corazón, o cupido.
—Lo pensé, antes y ahora. Me gusta hacerlo, el amor es hermoso y si lo apreciamos todos igual, obviamente tiene sus cosas malas, pero es precioso ¿no?
—Lo es.– Jin asintió, pensando enseguida en el moreno alto de hoyuelos que era tan tímido y lindo con él, y tan atractivo y amable que le revolvía el estómago siempre.
—Entonces, elaboraremos un discurso para que le digas a tu enamorado, tú sólo dime qué sientes y te ayudaré a explicarlo bien para decírselo.– Hoseok sonrió brillantemente y tomó de algún lado una libreta y un bolígrafo para anotar.
Esa sería una larga tarde para Jin.
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