SKYLER - ( Jefa de la Mafia) (Chicaxchica) (amor lesbico)

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Siento lágrimas en los ojos después de colgar el teléfono.

Después de mencionarle a Emilia que debía regresar a Los Ángeles por una emergencia familiar, ella se había ofrecido a acompañarme cosa que me sorprendió pues no llevábamos mucho tiempo de conocernos, pero la idea de que ella sintiera el mismo cariño por mi, me alegraba el corazón.

Ahora debia llamarle a mi madre, los nervios se hicieron presentes pues tenemos mucho tiempo sin hablar, pero necesito hacerlo.

"Bueno?" Escucho la voz de mi madre

"Mama, Soy Zuri"

"Zuri, hija! Como estas?"

"Bien" Respondo y trago saliva antes de continuar "Solo queria decirte que tendre mucho trabajo y pense que seria bueno desconectarme unos meses del teléfono, solo queria saber si estabas bien y bueno, que lo supieras para que no te preocupes por mi"

Mi madre suena calmada y parece no molestarle la idea

"Está bien hija, me parece excelente"

Mi madre había sufrido de adicciones por muchos años, salía y entraba a rehabilitación y no estoy segura si en este momento se encuentra bajo alguna sustancia química.

"Cariño, quieres hablar con Nick?"

"NO" Respondo rápido y seco.

"Aqui esta, te lo paso"

"Hola Zuri" La voz ronca de Nick retumba por la pequeña bocina del teléfono.
Siento que me paralizo y por un segundo siento que no puedo respirar.
Respira, respira.

"Que tal Italia? La pizza es rica?"

Hago un leve sonido de asentimientoEscucho que le pide un poco de privacidad a mi madre y se me paraliza el corazón. Siento que vomitaré sobre la alfombra lujosa de la habitación.

"Zuri, no has llamado como lo prometiste."

Intento darle la espalda a Victoria pues no quiero que vea el miedo que Nick me ocasiona.

"He estado ocupada"

"Sabes? Quizá sea buen momento para que vaya a visitarte"
Estoy lejos, muy muy lejos, no puede lastimarme..

"No tengo tiempo lo siento"

"Acaso no me extrañas? Un día de estos te daré una sorpresa"

"Tengo que irme Nick. Adiós" Cuelgo el teléfono y corro al baño pues las náuseas advierten una escena no apta para ser compartida con nadie.

Siento la urgencia de darme un baño, así que abro la regadera y sin esperar a que el agua empieza a calentarse, me meto bajo la regadera sin siquiera quitarme la ropa. Dejo que las lágrimas salgan sin pudor y me siento en el suelo, a esperar a que esa amarga sensación se disuelva.