***Abro los ojos, lo primero que recuerdo es el suelo húmedo, el cielo nublado y el fierro helado en la palma de mi mano.***
Zureima decide aceptar un empleo fuera del país, sabe que existirán retos mas no imagina la magnitud de los mismos. Rodeada...
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El cielo es hermoso y brilla con tantas estrellas, pero ni tanta belleza logra distraerme.
"Ella es feliz" Digo en voz baja, son las 3 de la mañana y estoy sentada en el porche con las luces apagadas, Daniel esta a mi lado y los demas estan adentro, durmiendo.
"Aceptó" Susurro
Daniel no dice nada, aunque no necesito palabras de consuelo, me hace bien saber que el esta ahi conmigo.
Parpadeo y caen lagrimas de mis ojos. Daniel y la noche son los unicos testigos de que me encuentro llorando.
Hacia mucho tiempo que no dejaba que eso sucediera pero ahora, ahora es imposible no hacerlo.
"Crei que ella quiza...no se, entiendo que me odie por traicionarla, no la culpo"
"Explicale como pasaron las cosas" Dice Daniel "Dile que Joseph te rastreaba, que no pensabas entregarla"
"No puedo. Ella es feliz, me prometi a mi misma que si ella era feliz, lo aceptaria, no puedo arruinarle lo que tiene. Acaso no viste su sonrisa?"
Las nubes empiezan a cubrir la luna, quiza soy yo, pero la noche se siente fria y triste. Se escuchan las lechuzas a lo lejos, algo dentro de mi tenia la esperanza de que todo hubiese sido diferente.
"Se que es demasiado egoista de mi parte pero, yo queria que ella me escogiera a mi, que me sonriera de esa manera, a mi..."
Nos quedamos en silencio varios minutos, siento como se evapora la energia de mi cuerpo, pero quiero seguir aqui. Es un lugar hermoso y tranquilo que me ha ayudado a aclarar mis pensamientos.
No me doy cuenta de que me estoy quedando dormida hasta que el motor de un auto me despierta. Se acerca rapidamente a la reja de la entrada y sin detenerse un segundo, choca contra ellas aventandolas por los lados.
Daniel y yo nos ponemos de pie, esta no parece una visita amigable.
"Tienes tu arma?" Le pregunto a Daniel y el asiente con la cabeza.
El carro viene hacia nosotros, las luces nos ciegan y no podemos ver quien viene dentro, pero cuando un hombre alto sale del auto, se perfectamente quien es.
"Skyler" Dice
Leonardo Giordano
"Leonardo" Contesto emocionada "Que diablos haces en mi casa?"
Leonardo saca una pistola y me apunta con un pulso tembloroso, mas se que no tiembla de miedo si no de rabia.
No tengo tiempo de pensar que es lo que hace el prometido de Zuri en mi casa temblando de rabia, cuando aprieta el gatillo.
