Almas Gemelas - Kookmin

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— En serio no puedo creer que se va a ir de la casa — siguió quejándose Jimin esa mañana en la escuela, camino a su aula junto a su hermano, quien ya había estado escuchándolo durante todo el viaje en auto también. — Y tú y tu madre de verdad no se opusieron ni un poco, ¡no lo puedo creer! — exclamó indignado. 

Jungkook les había dado la noticia durante el desayuno al resto de la familia. Y tanto Taehyung como Jisoo no le dijeron nada malo. Nadie se opuso a la mudanza del pelinegro, no como él. 

— Mimi, ya, te oyes como si Kook se mudara a otro país — intentó calmarlo el castaño una vez más. — Literal podemos ir caminando hacia donde estará para poder verlo. 

— Es que ese no es el punto, Tae. Yo me siento mal, como si le estuviera quitando su lugar en su casa, con su familia — explicó Jimin. 

— No te sientas mal, Jungkook ya explicó por qué tomó esa decisión. Y deberías aprovecharla y hacer que valga la pena — le aconsejó el otro. 

— ¿Cómo voy a aprovechar algo que me hace sentir mal, eh? 

Cansado de escucharlo tan preocupado, Tae se detuvo y lo sostuvo de los hombros para poder mirarlo bien a los ojos.

— Mimi, ¿quieres pensar en ti por un segundo? — le dijo. — Desde hace un tiempo que solo piensas y actúas según lo que es lo mejor para los demás, tu familia, nosotros, pero ¿qué hay de ti? ¿Qué hay de lo que tú quieres? Ya deja de reprimirte. 

— Uh, pero Tae…

— ¿O no te sentiste mejor cuando decidiste darle una oportunidad a mis padres? No lo hiciste por ellos solamente, lo hiciste porque tú querías y lo sentías. 

— Sí, pero es diferente — negó Jimin. 

— No, no lo es. Sigues enamorado de Jungkook y ahora es momento de que le des una oportunidad a él, pero sobre todo a ti mismo para volver a dejarte sentir lo que nunca dejaste de sentir.

— ¿Y por qué tiene que irse de la casa para eso, eh? ¿Por qué es él el que tiene que alejarse? 

— Porque, irónicamente, es la forma que encontró para acercarse a ti y no perderte. Él tiene razón. Vivir juntos por ahora es demasiado para ti junto con todo lo de la familia. Admítelo, Mimi. 

— Bueno, sí — suspiró. — Era una de las cosas que más me preocupaba cuando decidí quedarme aquí. Pero por eso digo que yo soy el que debería irse a otro lado. 

— Oh, no, tú te quedas conmigo — lo sacudió Taehyung. — Y vas a ser el hermano que perdí durante todos estos años ¿Oíste? Me lo debes. 

— Oye, ni que fuera mi culpa — le sonrió Jimin. 

— No lo es, pero lo será ahora si te vas y me dejas antes de tiempo. Tomaremos caminos separados al graduarnos. No me quites este tiempo de vivir juntos como alguna vez debimos hacerlo — le pidió el castaño. Luego lo abrazo. 

— No te preocupes, no te dejaré — le aseguró el rubio. — Y no me quieras poner sentimental desde tan temprano ¿quieres? 

— Bueno, entonces relájate — lo sacudió una vez más Taehyung. — Todo estará bien, vas a ver. 

Su hermano era positivo, no le preocupaba nada en lo absoluto pero Jimin aún no podía verlo como él. No quería irse de la casa, tampoco quería que Jungkook se fuera, pero también era consciente que la convivencia juntos al estilo familiar le estaba torturando demasiado. 

Era todo tan complicado y su cabeza no dejaba de dar vueltas sobre cuál era la mejor opción. 

Y sí, también seguía enojado con Jungkook por no atreverse a involucrarlo en la decisión.