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— ¿En serio ni siquiera podemos tomarnos de la mano en público? — protestó Jungkook mientras caminaba al lado de Jimin por el centro comercial. 

— Es la regla, así que la respetas — insistió el rubio. Pensar en las condiciones que tenía para poner a su relación con Jungkook le estaba tomando más tiempo de lo que había creído. Así que mientras se paseaban viendo tiendas en el centro comercial, decidiendo que comprar para la fiesta, se le iban ocurriendo cosas de repente. Como ahora por ejemplo cuando el pelinegro quiso tomarle de la mano.

— Pero aquí no hay nadie que nos conozca — siguió quejándose Jungkook.

— Nunca se sabe. Además andar de la mano es de novios, y dejamos en claro que no somos eso. 

— Pero es tierno, y los amigos pueden ser tiernos juntos ¿O no?

— No — sentenció Jimin. — No te quieras pasar de listo. 

— Bueno — bufó Jungkook. — A ver, hasta ahora tenemos nada de ser romántico, nada de besos en la escuela y sobre todo frente a nuestros padres, y ahora tampoco en público aunque nadie nos conozca — resumió.

— A ver, que no quiero ningún comportamiento de novios. Si no lo puedes aceptar, mejor terminamos con lo del sexo y ya. 

— No, no, no — negó con rapidez Jungkook. — No me quejo, lo prometo. Pero no retrocedamos. Y no me quites el sexo que todavía me debes una mamada. 

— ¡Ugh! ¡Jungkook! — lo regañó Jimin avergonzado por escucharlo decir eso en voz alta en un lugar tan concurrido.

— ¿Qué? No puedo ser tierno y romántico. ¿Pero tampoco hablar de sexo ahora? 

El rubio rodó sus ojos y siguió caminando. — Mejor deja de decir tonterías y decide de una vez la temática de tu fiesta. 

— ¿Por qué tiene que haber una temática? No me gustan las temáticas. 

— Bueno, solo quiero saber qué clase de decoración comprar. 

— Podemos hacer temática mafiosa. Ya tenemos la decoración para eso — bromeó el mayor. 

— Qué chistoso — dijo Jimin pero no rió. — Al menos elige un color. Y compraré todo de ese color.

— Negro — respondió orgulloso el otro.

Jimin se detuvo y lo miró. 

— ¿Qué? Es mi cumpleaños. Dijiste que yo podía elegir todo. 

— ¿No quieres elegir un color más alegre para festejar tu nacimiento? — propuso. — No sé, ¿azul?

— Bueno, azul — aceptó Jungkook. 

— Genial. 

— Oscuro. Y negro — añadió luego con una sonrisa.

— Está bien. Tus deseos son órdenes — al rubio no le quedó otra que aceptarlo aunque le parecía horrible. — Creo que vamos a tener que ir a buscar a una tienda de halloween las cosas que te gustan. O a una funeraria.

— Qué buen chiste — coincidió el pelinegro y puso su brazo alrededor del cuello de Jimin. — ¿Esto también está prohibido? Solo es un abrazo de colegas. 

— De acuerdo, colega. Pasemos a la música — el menor abrió su libreta. — ¿Qué clase de música quieres poner? Tengo muchas ideas que-

— Rock pesado, obvio — lo interrumpió el otro.

— Se supone es una fiesta alegre, no un concierto depresivo de rock — volvió a contradecir. 

— Oye, mi música no es depresiva. 

Almas Gemelas - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora